CAP. 7

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Acaricié sus cabellos con delicadeza, deslizando por mis dedos aquellas hebras negras demasiado suaves. Sus ojos cerrados se movían de momento y provocaban que sus pestañas largas se alzaran solo un poco para luego caer otra vez sobre sus mejillas.

Dios, Youngjae era demasiado hermoso.

Sus facciones, su persona, todo. Todo de él resultaba como un rey para un pobre plebeyo como yo.

Suspiré.

Lo tenía acostado a un lado mío, en un sábado que se pasaba la tardeconmigo y donde no tenía que ir a entrenar a la empresa. Seguramente cuando volviera, Jinyoung estaría preguntándose dónde estaba.

Youngjae dormía plácidamente en mi hombro mientras seguía reproduciéndose la película. Pasé mis dedos por su mejilla y se removió un poco.

-Uhm..., Jaebumie.

Mi corazón saltó alegre cuando empezó a tallarse los ojos.

-¿Qué hora es? -murmuró dormido.

-Son las nueve, bebé. Sigue durmiendo hasta mañana.

Con los ojos entrecerrados, me miró.

-¿Me cargas?

Reí enternecido ante su petición. Formó un puchero, estiró los brazos, insistiendo. Me encantaban los días donde era él mismo y hacía lo que realmente le gustaba. Por ello, me levanté e hice que pasara sus brazos alrededor de mis hombros, mientras rodeaba su cadera para alzarlo.

Lo llevé así hasta mi recámara y dejé su cuerpo suavemente encima del colchón, pero no quería soltarme.

-Jaebumie, duerme conmigo.

-Jae, déjame apagar la televisión.

Se quejó con los ojos cerrados.

-Ya qué.

Seguido de eso, se giró para enterrar su rostro en la almohada.

Estar con él me relajaba de sobre manera. Olvidaba cualquier cosa que tuviera que ver con los estudios, con el entrenamiento y la empresa. Cuando estábamos juntos, el mundo se detenía para darnos espacio y querernos el uno al otro.

Youngjae ocupaba un espacio grande en mi corazón.

Youngjae merecía todo lo que yo no podía sostener con las manos.

Parpadeé varias veces e ingresé el número en la máquina, dándole aceptar después

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Parpadeé varias veces e ingresé el número en la máquina, dándole aceptar después. Luego coloqué la tarjeta e inmediatamente la máquina sacó el ticket.

—Jaebum-ah, ¿ya casi?

—Hyung, ya me dio hambre. Estamos tardando mucho.

—Sí —fue lo que contesté ante Mark y Jackson.

IDOL EX [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora