IDOL EX [2Jae]

CAP. 6

Un mes después de que Jaebum me continuara cuidando, mis abuelos murieron.

Sí había asistido a su funeral, sin embargo no me dejé vencer por las lágrimas y no lloré. No asistí a clases al día siguiente debido a las faltas ganas, pero mi familia sí trabajó. Tenían que hacerlo.

Esperé a Jaebum viendo televisión, aunque realmente no entendía ni un poco de lo que hablaban. Normalmente estuviera riendo, pero en ese momento mi mente se enfocaba más en... nada.

Hasta que tocaron el timbre, me atreví a levantarme y abrir.

Jaebum me sonrió de oreja a oreja. Solo entonces pude suspirar, era lo que necesitaba: una sonrisa sincera donde no se notara el "comprendo tu dolor" o "lo siento"; sino, una donde dijera "sé feliz, la vida sigue. No te detengas".

No obstante, mi mente se quedó en blanco. Él frunció el ceño.

—Jae, ¿qué tienes?

Mis padres nunca le dijeron por qué no solicitaron su presencia en dos días.

—Nada... Uhm, solo estoy cansado.

—¿Quieres dormir? Puedo preparar la comida mientras.

—Sería magnífico —sonreí sin llegar a los ojos.

Jaebum se quedó mirándome por unos segundos hasta que, de pronto, sentí sus brazos rodearme y pegarme a su pecho. El calor en mis mejillas se hizo notable igual que mis ojos abiertos como platos.

Me abrazaba. Dios, ¿cuánto lo había necesitado? Demasiado al parecer, puesto que dejé caer mis lágrimas y me aferré a él.

—Youngjae, no sé qué te tiene así. Pero quiero que sepas que yo estaré aquí para lo que necesites. Lo prometo.

Asentí, enterrando la cara en su cuello.

Sumido entre el olor que enmendaba, recordé.

"—Está mal, Youngjae —repitieron mis abuelos dentro de mis recuerdos—. Querer a otro chico está mal sobre todas las cosas. ¿Por qué insistes? ¿Acaso eres un homosexual?

—¡Claro que no, abue! ¿Cómo crees? —evité mirarla. Por supuesto que lo hice. Si hubiera dicho aquello de frente, habría sido de las mayores mentiras que les dije—. Es solo que... u-uno de mis amigos lo es.

Ahora mi abuelo puso atención.

—¡Aléjate de él! Es un pecador".

Por inercia, aparté a Jaebum. Él me miró algo desconcertado.

—Lo siento, yo... —carraspeé—. Iré a dormir un rato.

Con el corazón a mil por hora y el labio bajo los dientes, subí corriendo las escaleras.

Estaba totalmente incorrecto sentir cosas por Im Jaebum.