Ángel (En Edición)

Capítulo 17

-Escuche de un muy buen bar cerca de aquí, creo que recién ha sido inaugurado. –Isabelle dijo.

-También escuche sobre él. -Jace asintió.

-¿Vamos? –Izzy preguntó, Simon asintió.

-Yo estoy dentro. –Jace dijo.

-Yo igual. –Clary siguió . –Magnus seguro también.

-Yo no. –Alec dejó su copa de vino en la mesa. –Pero vayan a divertirse ustedes.

-Oh, vamos, hermanote, no seas amargado.

-Podremos desayunar juntos después, ahora de verdad estoy muy cansado. –Miro hacia el baño, donde Magnus se habia ido y ya había tardado, fue cuando lo vio.

Magnus estaba pálido, mirando alrededor con pánico, y en el momento que parecía que iba a caminar hasta ellos, se desvaneció, desmayándose.

Alec salto de su asiento, corriendo rápido hasta él. –Magnus, -dijo al levantarlo, -Magnus.

-Pon algunas sillas, para que lo acuestes. –Izzy dijo hacia Jace y Simon que lo hicieron rápido.

Alec lo puso con cuidado, y después Clary le entregó a Isabelle algodón y alcohol. Izzy lo paso por la nariz de Magnus, quien hizo muecas comenzando a moverse.

Alec respiro con alivio.

-¿Qué paso? –Se levantó, Clary se acercó.

-Te desmayaste ¿estás bien?

-Si.

-Creo que deberíamos llevarte al hospital. –Alec dijo. Magnus negó.

-No, estoy bien chicos, de verdad.

-Bueno, yo creo que dejamos lo del bar para otro día, Magnus y yo ya nos vamos. –Clary dijo.

-Espera ¿irían a un bar? –Magnus preguntó.

-Sí, pero no te preocupes, cuando tú te sientas bien, iremos todos. –Jace le dijo sonriendo.

-No, como creen, si ya tenían el plan deben ir. –Miro a Clary. –Yo estaré bien en casa, me encerraré y dormiré, tú necesitas diversión.

-Aunque estoy de acuerdo con eso, -Jace dijo, -no considero que sea lo mejor que te quedes solo.

-Sí, podemos dejarlo para otro día. –Izzy le sonrío. –Igual y el amargado de mi hermanito no iba a ir.

-Yo cuidare a Magnus. –Alec dijo. –Ustedes pueden ir a donde irán.

-Yo puedo cuidarme solo. –Magnus dijo mientras lo miraba, Alec enarco una ceja.

-Eso no nos ha funcionado bien antes. –Magnus rodó los ojos.

-Magnus, -Clary agarro sus manos, -¿estás bien con eso? –Magnus suspiro.

Él quería que Clary se diviertiera. Suspiro. –Si.

(...)

-Tu casa es muy... hogareña. –Magnus miró alrededor

-Gracias.

Magnus se quito el suéter, dejándolo a un lado. –No tenías que traerme a tu casa, con que me dejaras en el departamento estaba bien.

-No voy a discutir esto, Magnus. –Alec se giro a mirarlo. –Vamos, puedes dormir en mi habitación, te prestare ropa, seguro te quedara grande, pero sé que podrás acomodarla.

-No, yo puedo dormir en el sillón, se ve cómodo.

-Sin discusiones. –Alec levantó su dedo índice hacia él. –Ahora, sígueme, por favor.

Alec comenzó a caminar, Magnus suspiro con resignación y lo siguió.

Magnus mordió su labio al entrar el cuarto y mirar alrededor, la cama era enorme, bien cabían los dos, pero se guardo sus palabras.

Alec camini hasta el armario, y sacó ropa, después camino hasta Magnus, extendiéndola hacia él. –Espero estés cómodo.

-Alec, de verdad, yo puedo dormir en el sillón.

-Magnus, de verdad, no voy a discutirlo. El baño esta al final del pasillo, cualquier cosa ya sabes dónde estaré, descansa. –Alec salió rápido, de ahí. Magnus suspiro de nuevo.

Bueno, esperaba poder dormir.

(...)

Magnus abrió los ojos lentamente, había personas hablando, y cuando sus cinco sentidos despertaron mejor, se dio cuenta de que no estaban hablando, si no discutiendo, y podía escuchar la enojada voz de Alec.

Se levantó , quedando sentando en la cama, tallando sus ojos. Salió de la habitación, y camino por el pasillo hasta salir a la sala, se detuvo cuando vio a Alec y Fernando, quien se giro a mirarlo enojado.

-¿Cómo te atreviste a acostarte con mi novio?! –Fernando le grito, Magnus frunció el ceño.

-¿De qué estás hablando? –Fernando se acercó a él, agarrándolo del brazo.

-¡Largo de aquí!

Magnus trató de soltarse, pero se quedó congelado cuando lo vio, su corazón latió rápido, y oh... ¿Cómo no lo había visto antes?

-Déjalo ya. –Alec hizo que lo soltara, y se puso frente a él.

-¿Vas a defenderlo a el sobre mí?

-No estás pensando lo que estás diciendo, nosotros no tuvimos nada que ver, sabes que nunca te engañaría.

-Confió en ti, pero no confió en este niño disfrazando de inocencia su actitud de puta,.

-¡Basta! –Alec grito. –No voy a permitirte que le hables así, ¿y sabes qué? Eres tú el que tiene que irse, no puedo seguir más con esto.

-¡No puedes terminar conmigo!

-Lo hice ya, por favor vete.

-Te vas a arrepentir, lo juro.

Después de que él se fuera, y la puerta se cerró fuerte, Alec giro a mirar a Magnus.

-¿Estas bien? –Magnus lo miro, aún congelado. –Magnus ¿estás bien? –Lo sacudió por los hombros.

-Alec. –Magnus lo miró . -¿Hace cuánto lo conoces?

-¿Qué? –Alec estaba confundido.

-¿Hace cuánto conoces a Fernando?

-Como unos dos años. –Frunció el ceño, -¿Por qué? ¿Magnus que pasa?

-El tatuaje.

-Magnus, no estoy entendiéndote.

-Fernando tiene el tatuaje, el de la mafia de Vincent.