Élite One-Shots

«Guzmán»

Saqué las palomitas de maíz del microondas cuando escuché el típico pitido. Abrí el paquete para echarlas en un bowl grande mientras murmuraba algunos 'joder' por lo caliente que estaba la bolsa.

Cuando tenía las palomitas en el plato, subí las escaleras hacia mi habitación, donde mi novio me estaba esperando. Él se encontraba tirado en la cama buscando alguna buena película en Netflix.

Se giró a verme y me sonrió, le devolví la sonrisa.

"¿Aún no encuentras nada?" le pregunté llevando una palomita a mi boca.

Suspiró. "No. Tardaré más en encontrar una peli que en terminarla."

Reí ligeramente a su comentario y me senté a su lado, acariciando su corto cabello. Suspiró nuevamente y se giró quedando frente a frente conmigo. Acerqué mi boca a su oído.

"Y... ¿no quieres mejor olvidar la pelicula?" susurré.

Levanté mi cabeza y le dí un beso en su mejilla, naríz y antes de llegar a su boca...

"Porque podríamos jugar Resident Evil"

Saqué varios juegos para la consola, que tenía guardados en mi buró.

Él se quedó en un shock ligero que se fue cuando comenzó a reir.

"Ostia, que casi me la creo, eh" rió suavemente cerrando los ojos.

Reí y me levanté para encender la consola y poner el videojuego.

Tomé los mandos y regresé a la cama junto a Guzmán, quien estaba deborando las palomitas; me recosté a su lado.

Jugamos por varios minutos, algunos sustillos por aquí y por allá, pero Guzmán aún se sentía tenso, probablemente por la broma que le había hecho. A pesar de que yo también tenía ganas, sólo quise bromear con él un rato.

"Tranquilo, que aún tenemos la casa para nosotros hasta mañana" susurré en su oído antes de darle un beso en la mejilla.