Élite One-Shots

«Polo»

"Si no querías venir sólo lo hubieras dicho" dije antes de beber de mi copa, lo que hizo que Polo saliera de su trance y me mirara.

"¿De qué hablas? claro que quería venir" respondió con una sonrisa un poco forzada.

"No, enserio. Si no te sientes cómodo aquí yo lo entiendo. No era necesario que me acompañaras si no querías." puse mi copa sobre la mesa después y me giré a verlo a los ojos. "¿Estás bien? Van varios días en los que te noto... raro, ausente. Si tienes algo puedes decirme, Polo" le tomé la mano.

Suspiró y calló por unos momentos. "Sólo dame tiempo, ¿vale? Prometo que te diré, sólo necesito... tiempo." acercó mi mano a su boca y besó mis nudillos. Yo lo miré preocupada. "¿Quieres ir a bailar?" cambió de tema antes que pudiera responderle.
Asentí y me levanté de mi asiento.

Llegamos a la pista de baile donde se encontraba gran parte de mi familia, algunos sonrieron al ver que finalmente abandonamos la mesa.
Pasé mis brazos por los hombros de Polo y las entrelacé detrás de su cuello y recosté mi cabeza en su pecho; él pusó sus manos en mi cintura. Comenzamos a bailar al ritmo de la canción.

A pesar de que tratara de lucir relajado aún podía sentir su cuerpo tenso, por lo que no pude evitar continuar con el tema anterior. "Polo, lo que tienes que decirme, ¿tengo algo que ver con eso?" sentí sus hombros tensarse.

"No. No tiene que ver contigo en lo absoluto." apretó su agarre en mi cintura.

Asentí. "Y... ¿contigo?"

Pensó un poco antes de responder. "Sí."

"¿Es algo de vida o muerte?" pregunté preocupada.

"Digamos que es más muerte que vida." dijo con una risa nerviosa, pero realmente yo no veía nada gracioso en su respuesta.

Fruncí el ceño y lo miré directo a los ojos. "Polo, quiero que me digas en este momento qué te sucede. Estoy muy preocupada por ti." Pausé por un momento, tratando de calmarme. Lo que menos quería era llamar la atención de los demás. "Han pasado varios meses desde que comenzaste a actuar diferente. Quise darte tiempo, supuse que la muerte de la hermana de tu mejor amigo pudo afectarte. Pero incluso Guzmán luce mejor después de lo de Marina."

Sus ojos comenzaron a cristalizarse por las lágrimas. "Tengo que contartelo, pero no aquí, ¿vale?" Acarició mi mejilla con bastante delicadeza. Asentí un poco insegura.

El resto de la noche el ambiente se sintió muy incómodo. Pasamos varias horas más en la fiesta, bailando, bebiendo y comiendo un poco, hasta que llegó el momento de ir a casa. El camino en el coche fue muy silencioso de parte de todos, pero realmente lo prefería así. Aunque Polo se sentía tenso junto a mí.

Era fin de semana por lo que Polo podía dormir en mi casa, con la condición que dormiría en la habítación para huéspedes. Así que cuando llegamos cada uno fue a sus respectivas habitaciones. 'En 15 minutos estoy contigo.' Le envié un mensaje. Esperé a que mis padres fueran a dormir para escabullirme a la otra habitación.

Mientras caminaba por el pasillo no pude evitar ponerme nerviosa. Mis manos sudaban y mis piernas temblaban. Muchísimas opciones pasaban por mi cabeza. La curiosidad me carcomía por dentro acompañada de miedo.  Quería y necesitaba saber qué era lo que Polo ocultaba, pero a la vez sentía que lo mejor era no enterarme de nada.

Entré sin tocar la puerta y él me estaba esperando sentado en la orilla de la cama. Alzó su mirada al escuchar mi entrada. Sonreí de lado. "Hola." Cerré la puerta y me acerqué hasta sentarme junto a él.

"Hola." Dijo despacio.

Nos quedamos en silencio por un momento hasta que decidí hablar. "Entonces... ¿qué es lo que vas a decirme?" Se giró para verme pero no me respondió. Suspiré. "¿Vas a terminar conmigo?"

Se apresuró a responder. "Claro que no. " tomó mis manos. "Te dije que esto no tiene que ver contigo."

"Lo sé... pero realmente ya no sé que pensar."  Mis ojos se llenaron de lágrimas. "Siento que desconosco a mi novio, ¿sabes? Ya no eres la misma persona, y no sé si estoy haciendo un buen trabajo como novia. No sé cómo ayudarte por que ni siquiera sé en qué necesitas ayuda. Y si quieres que me aleje de ti, lo haré. Sólo quiero que seas feliz de nuevo y..."

"Maté a Marina."

Interrumpió mi discurso con esas simples palabras. Palabras que no se borrarían tan fácilmente de mi cabeza.

"¿Qué?" Pregunté atónita. "¿Que hiciste qué, Polo?"

Bajó su mirada hasta el piso. "Fue un accidente, un ataque de ira. Pero no era mi intención matarla."

Sin darme cuenta las lágrimas comenzaron a caer, de parte de ambos. Safé mis manos de su agarre y las pasé por mi cabello frustrada. "¿Por qué no me lo dijiste esa misma noche?"

"Estaba asustado, ¿vale? No quería preocuparte a ti y no tuve el valor de decirtelo."

"¿Alguien más lo sabe?" Me miró pero no dijo nada. "Responde, ¿alguien más lo sabe?" Pregunté de nuevo, esta vez con la voz más fuerte.

"Tus padres van a escucharnos." Se levantó de la cama y se paró frente a mi. "Carla y Christian, fui con ellos justo después."

"Voy a ignorar el hecho que fuiste con ellos antes que conmigo." Cerré los ojos fuertemente y sequé mis lágrimas. "¿Por eso cambiaste de camisa, no?" Reí sarcasticamente. "Joder. No puedo creerlo."

"No debes decirle a nadie, ¿vale?" Se apresuró a decir y se puso de cunclillas. "Debes prometer que no le dirás a nadie." Tomó mis manos nuevamente.

Lo miré a los ojos directamente por unos momentos, esos ojos azules que ahora lucían más fríos que nunca. Maldije internamente antes de responder.

"Nadie se enterará. Guardaré tu secreto, Polo."