Élite One-Shots

«Samuel»

¿Qué hubiera pasado si Samu SÍ hubiera sido padre adolescente?
Pt. 1

Sentí cómo Samuel tomó mi mano por debajo de la mesa. Lo miré y en sus ojos se podía ver el miedo y los nervios, e imaginaba que en los míos también. Habíamos dejado de comer un poco antes diciendo que habíamos comido tarde en el colegio. Esperamos en silencio hasta que su madre y Nano terminaron el último bocado de comida.

"Ya, relajaos. Que parece como si hubiérais matado a alguien." Dijo Nano en tono burlesco.

Su madre soltó una pequeña risa siguiéndole el juego. "O como si hubiérais atracado un banco."

Ninguno de nosotros rió con ellos, lo que hizo que ambos guardaran silencio de nuevo.
"Ya, en serio, ¿qué hicisteis?" Preguntó Nano ahora con un tono más serio.

Samuel apretó su agarre en mi mano y después respondió antes que yo pudiera decir algo.
"Vamos a ser padres." Soltó abruptamente.

Nos miraron sorprendidos, pero no respondieron.
"Estoy embarazada. Un mes y medio de gestación." Por fin logré que saliera alguna palabra de mi boca; aún así lo que dije fue casi inaudible por mi voz temblorosa.

La madre de Samuel estaba en shock, y juro que vi un par de lágrimas salir de sus ojos, pero se apresuró a secarlas antes de que llegaran muy lejos.
"Samuel, ¿qué estabas pensando, hijo? Sóis menores de edad." Alzó la voz. A este punto yo ya sentía las náuseas tomando control en mi cuerpo.

"Mamá, te juro que nos cuidamos. Que de verdad no entiendo qué sucedió." Se apresuró a defenderse Samuel.

"Los anticonceptivos no siempre funcionan, y tuvimos la mala suerte que nos sucediera a nosotros." Respondí con voz baja, si alzaba la voz sabía que comenzaría a llorar.

"¿Qué no lo entendéis? ¡No podéis cuidar a un crío siendo unos críos, joder!" Gritó Nano levantándose de su silla. "Ni siquiera estáis cerca de cumplir la mayoría de edad. Tenéis 16 putos años."

Realmente ninguno de los dos sabíamos qué responder a eso, porque ambos sabíamos que era verdad. Nadie habló por un buen rato; sólo se escuchaban los pasos que daba Nano de un lado a otro, su madre encendiendo un cigarrillo y mi respiración entrecortada. Jamás me había sentido tan asustada.

"¿Tus padres lo saben?" Preguntó ella más calmada esta vez.

"Sí."

"¿Están de acuerdo?" Preguntó Nano.

"Ellos van a ayudarnos. Al menos hasta que nazca." Respondió Samuel.

Su madre suspiró y nos miró a ambos.
"Supongo que no podemos cambiar nada y debemos aceptarlo. Sólo que os quede como experiencia." Echó el humo por la boca.

"Una muy mala experiencia." Añadió Nano. "Pero enhorabuena, supongo."

"Ahora terminen de comer, seguramente su cena ya está fría" nos ordenó

Asentimos rápidamente. Samu y yo nos miramos y le tendí una ligera sonrisa, él me sonrió igual. Traté de aligerar la tensión. "Creo que el bebé tiene hambre." Contesté antes de llevarme unos cuantos macarrones a la boca.

Recuerden amigas, sin gorrito no hay fiesta :)