Día 14 - Máquina sexual

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Tony se dirigió rápidamente al santuario en donde debía encontrarse Stephen, necesitaba darle su merecido a Loki ¿y qué mejor que su pareja para eso?

—¡Stephen!— le llamó mientras entraba como pedro por su casa a aquel lugar. No esperaba encontrarse con tantas personas en la entrada. —¿Interrumpo algo?

—Maldita sea Stark...— Wong apareció entre las personas y lo guió rápidamente a uno de los pasillos que conducía a aquellas "puertas" que llevaban a distintas partes del mundo; no sin antes disculparse con los presentes. —¿Qué diablos haces acá?

—Vengo por Stephen, necesitamos tener sexo desenfrenado ahora.

—¿Le pediste a Loki que te pudieras embarazar?

—¡¿Qué?! ¡NO!

—Bien— el guardián de la biblioteca suspiro más tranquilo. Con aquella respuesta lo único que se le vino a la mente era a un Tony como aquella mujeres que sabían que días estaban ovulando para así tener sexo y poder embarazarse... Y conociendo que el dios del engaño y las mentiras era un bromista, pudo haber pasado la idea por alguno de ellos.

—Espera... ¿puedo hacer eso?

—No... como sea... ¿Tiene que ser justamente ahora?

—Claro... Loki está contando todas sus aventuras por los "nueve mundos" y me deja como un ridículo por lo que necesito nuevo repertorio para restregárselo en la cara.

—Eres un infantil.

—Lo sé...-

Tony le regaló una media sonrisa mientras adopta una postura relajada.

—Como sea... ¿quienes son esas personas?

—Los aprendices de Kamar-Taj y algunos maestros— al decir lo primero vio cómo el semblante de Tony cambiaba a uno sumamente molesto, luego se dio cuenta de la razón. —Tranquilo, solo estarán una semana mientras ven si algunos tiene aptitudes para el uso de algunas de las reliquias del Santuario de New York.

Tony se cruzó de brazos y levantó una ceja mientras le miraba, una postura que Wong había visto demasiadas veces en Stephen cuando algo lo molestaba.

—¿Qué?— preguntó cansado.

—Señálame a ese niño.

—No quiero problemas Tony— advirtió Wong. Ya sabía cómo tratar con Strange, por lo que esperaba que con Tony fuese similar, pero la sonrisa que el otro le dirigió auguraba problemas. —Bien— terminó cediendo. —Pero nada que haga que los otros maestros se molesten.

—Me encanta como cuidas de Strange.

Wong llevó a Tony por los pasillos para subir al segundo piso por otra escalera. Una vez llegaron a la entrada el hechicero le señaló a Derek Smith. Un chico que parecía hecho de porcelana, con un pelo rojizo rizado, pecas y ojos verdes... en verdad no era feo.

Tony hizo un sonido de clara molestia, más aún al ver como entraba Stephen y ese niño no despegaba la mirada de Strange.

[...]

Para cuando llegó el final de aquella semana, tanto Wong como Stephen se mostraron agradecidos, el primero porque ya no tenía que cubrir a su amigo y su prácticamente pareja; y en el caso del segundo es porque finalmente podía descansar.

Dividir el tiempo entre vigilar a los estudiantes, hablar con los maestros, estar presente en reuniones y algunas lecciones, además de ceder a todas las provocaciones de Stark en casi cualquier parte del santuario, era agotador.

Tony se encargó de que ese tal Smith lo haya escuchado gemir en cada ocasión que iba por el santuario en completa soledad. Ambos en un estado de frenesí total, Tony parecía un máquina sexual debido a la insistencia de hacerlo a cada momento. Necesitaba sentir a Stephen dentro suyo, no solo por alejar a Smith, sino que en verdad quería vivir un estado de locura con el hombre que le llamaba tanto la atención.

Stephen se extrañó de que Tony gritara tanto sus orgasmos, incluso pensó que estaba fingiendo la mayoría de ellos, pero al parecer no fue así. Stark simplemente se despreocupo por el resto del mundo, así que ahora sabía que el castaño en el fondo era alguien bastante ruidoso.

Derek por su parte tenía que tragarse sus celos al escuchar a su maestro con aquel hombre. No era nada del mayor por lo que no podía recriminar algo. Solo le tocaba aguantar la semana y cuando volvieran a Kamar-Taj redoblar sus esfuerzos en captar el interés de Strange.

Nunca imagino que para aquel último día Stark le pidiera a Stephen salir formalmente, dejando al propio Derek como uno de los testigos presentes.

Loki por su parte al enterarse de todo por parte de Strange en una de las tantas charlas que tenían no pudo evitar carcajearse al enterarse de lo ocurrido, terminó por contarle la razón de la actitud de Stark, cosa que molestó a Strange.

El té quedó olvidado mientras el dios le explicaba con lujo de detalles lo ocurrido aquel día. Al ver el semblante del otro fue que Loki se ofreció a ayudarle. Le entregó un frasco pequeño al hechicero supremo.

—Úsalo en Stark cuando lo desees. Ya verás lo interesante que resultara todo... aunque eso sí, les recomiendo comer e hidratarse bastante.

—¿Loki?

—Un pequeño regalo por las molestias ocasionadas, pero lo bueno... te deshiciste de Smith.

—Si...

El dios del engaño y las mentiras observó fijamente a su compañero. Había algo que molestaba en demasía al hechicero.

—¿Qué ocurre?

—Tengo un mal presentimiento...

—Si quieres puedo tenerlo bajo vigilancia...

—Muchas gracias.

—Lo mínimo por causarte problemas con los maestros... ¿de verdad escuchaban a Stark estando en diferentes pisos?

—Imagino que algo tienen que ver los libros bajo la custodia de Wong y algunas prácticas de hechizos por parte de Tony, creo que intentaba que Smith nos hubiera escuchado de manera amplificada, pero el hechizo se amplificó para todos, no para una persona.

—Creo que debería enseñarle algunas cosas...

—Loki— dijo afligido Stephen. No necesitaba un Tony metido en tecnología y magia, no habría nadie que lo pudiera detener si fuese así.

—Solo lo básico, limitare sus alcances...

—Entonces Tony no debe enterarse de eso...

—En verdad te interesa— Loki estaba sorprendido, en un principio pensó que más bien se trataba de un capricho de Stark y nada más. —Te preocupas mucho por Stark, quien lo hubiera imaginado.

Stephen alzó una de sus cejas mientras bebía de su té. Utilizó un hechicero para templarlo ya que durante la conversación se había enfriado bastante.

—Cuando se casen me invitan a la boda.

Kinktober StrangeIronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora