Día 16 - Patrones con cuerda

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Tony se iba a encontrar con Stephen para luego dirigirse a un café y tener una cita. Hace mucho que no tenían un momento lleno de cursilería, por lo que consideraron que era el momento perfecto para mimarse el uno al otro.

Sin olvidar que Stark esperaba encontrarse con Stephen para que este mimara su cuerpo, pero un ataque atraso los planes de ambos.

—¿Puedes decirme porque ese tal Mordo siempre te busca?— preguntó celoso a su pareja.

Hace años que Stark había construido un comunicador para Stephen, de esa forma cuando estuviesen en una batalla juntos podrían dar avisos o indicaciones, tampoco es como que ese comunicador fuese el único con una línea segura para tener charlas subidas de tono que alteren al hechicero... ¿Stark podría ser capaz de modificar un intercomunicador para tales usos...? No... claro que no...

—No me busca, solo que desea el ojo de Agamotto.

—¿Pues van demasiado intentos, no?

—Dejen la pelea matrimonial para otro momento— advirtió Natasha a ambos. —Ya en la torre pueden celarse todo lo que quieran.

—¡No estoy celoso!— gritó Stark.

—Hombre hojalata— se escuchó a Hulk. Luego de eso uno de los monstruos invocados por Mordo fue lanzado en su dirección.

...

...

...

Stark se sintió despertar igual que en New York.

—Por favor díganme que si alguien me beso fue Stephen— pidió a los presentes.

—Nos alegra que esté bien, Señor Stark— dijo una enfermera que ya tenía estadía permanente en la torre, llamada Samantha. —No sabíamos cómo quitarle el traje ya que Friday lo bloqueó.

—¿Bloqueó?

—Jefe... ¿recuerda la razón de la salida?— se escuchó la voz de la IA por toda la habitación.

Stark tardó un momento, pero luego se dio cuenta de a lo que su pequeña aludía.

Samantha vio como el rostro de Tony enrojece rápidamente, por lo que sin imaginar la verdadera razón, asume que se debía a algún problema con el millonario.

—Debo atenderlo, por favor salga del traje— pidió la mujer.

Bruce, quien se encontraba en otra camilla descansando, se levantó para ayudar a Tony, pensando que finalmente dejaría a Samantha revisarlo luego del golpe que le provocó Hulk al lanzarle ese monstruo.

—¿Dónde está Stephen?

—Tony...— la voz de Banner se escuchaba cansada. —No creo que necesites permiso para que una enfermera te revise— dijo para distraer al castaño, no porque pensase eso de la relación que mantenían esos dos.

—No es por eso.

—¿Entonces señor Stark?— nuevamente Samantha se acercó, traía consigo una mesita con ruedas que presentaba distintos instrumento para revisar a Stark.

Si bien la tecnología en aquella torre podría mostrar un holograma a tiempo real del cuerpo que estuviese en camilla, la mujer prefería hacer las cosas a la vieja escuela. Ayudó bastante a seguir con sus métodos el que Strange podía entender a la mujer y su manera de trabajar.

Tony se encontraba contra la pared.

La razón por la cual deseaba encontrarse con Strange era que debajo de su ropa, y por ende del traje, había una cuerda recorriendo su cuerpo y haciendo un patrón en su torso. Stephen cada vez se esforzaba más en lograr el símbolo que se encontraba en la ventana del Sanctum Sanctorum como también algo similar al ojo de Agamotto.

Por tal motivo no deseaba que otros le vieran. No tendría cara para explicarles los juegos que hacía con Stephen.

Mejor era distraerlos y esperar que llegara el hechicero en su ayuda.

Stephen por otra parte se encontraba en su forma astral observando la situación que se desarrollaba dentro de la enfermería. Deseaba saber como Tony saldría de esta.

¿Malvado?, la verdad es que un poco...

Kinktober StrangeIronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora