Kinktober StrangeIron

Día 26 - Sonreír

Ya eran muchas las veces que me encontraba con él. Tuvimos varias misiones juntos ya sea con todo el equipo y unas pocas en solitario, solo ambos, pero ahora... no entiendo porque es que ver aquella sonrisa lograba que algo se sacudiera dentro mío.

Estoy saliendo de la desastrosa relación con Rogers y cada que veo a Stephen me siento mal.

¿Es malo no dejar aquel tiempo de espera luego de que acabe una relación de años? ¿Por qué me molesta ver como sonríe a otros?

¿Por qué me llama tanto la atención?

¿Por qué deseo despertar cada mañana con aquella sonrisa en nuestra cama? ¿Nuestra? ¡¿Qué?! ¿Tanto me gusta Strange que ya pienso en formalizar?

No...

No puede ser...

Pero es que agh... miren a ese hombre con su estúpida sonrisa en ese bello rostro, junto a esos ojos indescifrables y esa postura de "Yo soy el hechicero supremo, protejo tu realidad animal".

Maldita sea...

Me gusta Stephen Strange...

¿Pero es solo el físico o algo más? Yo deseaba, digo... yo pensé en una cama estando los dos mientras veía esa hermosa sonrisa deslumbrar el mundo, pero solo para mí...

Diablos.

Este hombre me afecta demasiado.

¡¡Deja de sonreír Strange, no puedo concentrarme en nada!!

—Tony... ¿Algo que deseas añadir?— preguntó Fury, ya sabía que Stark estaba perdido en sus propios pensamientos, pero necesitaba al hombre concentrado en lo que ocurría.

—Nop, nada pirata de un ojo.

Fury le vio de forma bastante seria a la vez que molesto, pero con un suspiro lo dejo pasar. Solo esperaba que Tony no hiciera algo que pusiera a todo el equipo en peligro.

¿Pero que puede ser más peligroso que decirle a toda la nación que aquella relación con Rogers tal vez quede permanentemente en el pasado? Pues el que cierto dios pelinegro se diera cuenta y decidiera hacer algo al respecto, eso era más peligroso, para Stark...