Día 30 - Jugar con temperaturas

424 34 6
                                    


No veía nada, sus movimientos se encontraban reducidos, pero podía escuchar, a partir de eso imaginaba los movimientos del otro.

El sonido de hielos.

Como los tomaba entre sus dedos. Una sonrisa apareció en su rostro mientras se acercaba a su persona, deslizó de manera lenta el hielo por sus pezones. Estos al contacto con aquel frío se apretaron y levantaron, pudo sentir en el otro unas suaves mordidas.

El hielo perdía volumen a medida que varias gotas se escurrían por todo su pecho y torso. Quedaba poco de aquel elemento frío por lo que lo ingresó en su interior para que terminase de deshacerse.

El sonido de un fósforo.

Sabía que estaba escogiendo entre las diferentes velas, no por un tema estético sino por el aroma. Las que dejaría derretir sobre su cuerpo las vio colocadas sobre una mesita al costado de donde se encontraba.

El olor de manzana y canela se hizo presente en sus fosas nasales.

La cera de vila recorría toda su ingle, la parte interna de sus muslos y sus abdominales. El contraste de aquellas zonas tan sensibles como sus pezones helados con el resto de su cuerpo que empezaba a hervir era algo extrañamente placentero.

Ya era el momento de esa especie de ventosa o chupón que colocaba sobre uno de sus pezones, no sin antes colocar bastantes hielos. En el otro pezón dejó caer bastante de la vela.

El sonido de un envoltorio le hizo ponerse alerta, aquello lo ha sucedido antes. ¿De qué trataba?

Iba a preguntar cuando siente como una boca envuelve su miembro, pero esta se encuentra bastante helada por sectores, pero el interior siempre es cálido. ¿Estaba usando algo mentolado? Había visto a su pareja comprar dulces, pero nunca imaginó que los fuera a ocupar en ese momento.

La situación contrastante de sus pezones se acrecentaba en su miembro, pero no solo allí porque se encargaba de devorarlo completamente con su boca. La sensación no se sentía igual cuando recorría con su labios sus nalgas y las mordidas, pero ese sector del perineo si.

Era todo un juego placentero, solo dedicado en su persona. Su pareja estaba entregando todo y ¿que hacia el? pensar en que era otro hombre que lo tocaba y lo hacía delirar.

Nunca pudo conseguir a Strange, era demasiado hetero. Por eso jugaba sin el sentido de la vista con sus parejas, para deleitarse con un tacto fantasmal del otro.

Para hacerse creer, engañarse a sí mismo, que quien estaba presente era Stephen Strange y no cualquier extraño o alguna pareja de turno.

Sin darse cuenta había entregado su corazón al otro hombre. Dio la única muestra de que en verdad sentía algo por otra persona en un hombre que solo lo veía como un buen amigo. Aquel le abrazaba y hablaba, con quien salía a beber y comprar cosas para su prometida.

Iba a ser el maldito padrino de bodas de Stephen y lo único en lo que pensaba mientras se fue con el primero que encontró era en llegar a un orgasmo que le hiciera olvidar su maldita realidad. Ese ser inalcanzable en el ámbito amoroso.

¿Cómo llego a esto?

¿Dejarse entregar a otro la misma mañana de la boda? Solo lo hacia para no cometer una locura durante la boca, porque si pudiera se robaría al novio, pero sabía la verdad... Stephen no lo amaba, ni siquiera era gay.

Nunca se enteró que aquella persona sobre la que se lamentaba era el propio Strange y no Rogers como Tony se lo hizo creer.

El de ojos imposibles no toleraba al rubio por un malentendido, pero Steve lo dejaba pasar, porque él sí conocía el secreto de Tony y lo aceptaba, ya que veía el dolor en los ojos de su amigo.

¿Por qué Stephen no ve la verdad que se esconde detrás de la sonrisa de Tony?

Porque estaba enamorado de otra persona. Una mujer que supo convertirse en el centro del universo de Strange mucho antes de que este siquiera se le pasase por la mente darse cuenta de lo que había detrás de los actos de su amigo, del propio Tony.

Clea Mørk logró arrebatarle a Tony lo más importante que tenía, la persona por la que valía cada maldita mañana levantarse. Clea supo jugar sus cartas antes de que Stephen pudiera corresponder a su amigo, rompió con todo lazo amoroso que empezara a entretejerse entre ambos hombres.

Tony Stark perdió una batalla antes de empezar, por el capricho de una mujer.

Pero pese a esos juegos sucio Clea no pudo evitar ceder ese pequeño gusto a su próximo marido. Pese a que Tony no lo sabía, aquel hombre que recorría su cuerpo y lo hacía suyo gracias a la facilidad del agua y el lubricante aplicado, era el propio Stephen Strange.

—Tony...— la voz de Clea le hizo reaccionar. —¿Sigues pensando en Stephen?— preguntó la mujer con un semblante aburrido. —Llevas días soñando despierto o literalmente con mi amigo... ¿Por que no te confiesas de una vez?

—Yo no... estas equivocada.

—No lo estoy. Hasta Harley te escucho gimiendo el nombre de Stephen...

Tony enrojeció de vergüenza, había pensado que ... diablos ¿Cómo miraría al adolescente al rostro?

—¿No harás nada verdad?

El silencio del castaño fue la única respuesta. La mujer cansada saco el celular de su cartera y marcó el número de su amigo, antes de hablar puso el altavoz.

—¿Clea? Hola... ¿que pasa?

—Tengo un problema con Tony.

—¿Con Tony?— el cambio en la voz fue notorio para ambos, y aquello hizo que Tony intentase cortar la llamada pero ella no lo dejo.

—Si, el muy pendejo lleva por lo menos un siete sino nueve meses intentando confesarse contigo pero no puede— Tony quedó helado, se hinco en suelo para hacerse bolita.

¡¡QUÉ VERGÜENZA!!

—Además que tu tampoco ayudas...— le recrimino a Strange. —Llevas un buen tiempo enviando señales confusas a este niño... así que el plan es este. Hablan los dos como adultos o yo y todo el resto de los chicos los encerramos en una habitación y la llenaremos con afrodisíaco y no saldrá ninguno hasta que Tony este preñado.

—Pero... eso no es... posible Clea.

—Exacto... ¿Entonces qué harán?

Tanto Stephen como Tony sabían lo que deseaban pero el miedo al cambio de "amigos" a "pareja" era demasiado, aunque conocían como la mujer era de armas tomar.

Kinktober StrangeIronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora