Capítulo #1

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—Princesa, ¿porque estas aquí sola y en plena lluvia?— preguntó Christopher asomado por la ventana

—Mi novio me abandonó aquí y prácticamente estoy pérdida.

Ellos eran mi salvación, es un milagro que mi grupo favorito este aquí hablando conmigo.

—Tu novio es un imbécil— dijo con una sonrisa

—Eso mismo digo yo— respondo con una sonrisa y en realidad tenía razón Javier es un imbécil

Dentro del auto se empiezan a mover y se quejaban lo que me hizo sacar una sonrisa.

Christopher se asomó otra vez por la ventana —Sube— abrió la puerta y rápidamente entre al auto para no mojarme más de lo que ya estaba y no hacerlos esperar

—¿Como te llamas?— pregunta Joel en la parte de atrás del auto

—Alejandra— dije al cual todos sonrieron amablemente

Erick que estaba detrás de mí me colocó una toalla para que me secara, me parecía que venían de la playa, estaban un poco bronceados y la toalla que Erick colocó sobre mí huele a agua de mar.

—Gracias— sonreí

—De nada princesa— respondió con una agradable sonrisa

Pero lo que más me llamaba la atención de todo el auto era Zabdiel, su mirada estaba pérdida mientras veía por la ventana de su lado izquierdo.

—¿De donde eres Alejandra?— preguntó Richard serio desde el puesto del copiloto

—Venezuela— todos se miraban unos con otros ante mi respuesta y luego dirigieron la mirada hacía el chófer que era su Kevin

—No me miren así, es su decisión, al fin es su casa— dijo él sin tomarle importancia a la situación

—Ale, te quedarás un tiempo con nosotros mientras tu novio aparece— dijo Christopher y esto me parecía un sueño, pasar con ellos un tiempo, eso sería algo sumamente extraño

El resto del camino estuvo en silencio y Christopher no dejaba de mirarme, ya me estaba incomodando, yo volteo hacia él, e ignora mi mirada desviándola hacia el frente. Al llegar a la casa nunca me imagine nada de esto que esta sucediendo, en pocas palabras le agradezco a Javier por ser tan imbécil. Entramos a la casa, yo quede sorprendida por lo grande que era, en la sala había fotos de ellos, son como cinco hermanos, se ven tan lindos.

—Alejandra bienvenida a nuestra casa— dijo Richard sacándome de mis pensamientos

—Gra...— no pude terminar de hablar porque estornude, creó que de pasar tanto tiempo mojada ya me estaba refriando

—Es mejor que alguno de nosotros le preste ropa o si no pescará un resfriado— habló Christopher, es muy amable y todo este tiempo pensé que era un idiota

—Yo tengo una camisa larga, le puede servir— se ofreció Joel —Ven vamos a mi habitación.

—Gracias.

Son muy lindos en darme asiló y ropa para cambiarme, ya que mi maleta quedó en el auto de los amigos de Javier. Joel y yo subimos a su habitación, al entrar hacia mucho frío, frote mis brazos para calentarlos, Joel se fue directo a su armario y sacó la camisa, en realidad era muy larga, parecía más bien una bata o para mi lo era.

—Quizás te quede, eres delgada. Puedes usar el baño— dijo amablemente mostrando una hermosa sonrisa

—Muchas gracias— sonreí

—Estaremos en la cocina— asentí y el salió

Solté una bocanada de aire, gracias a Dios soy una mujer prevenida y siempre cargo en mi cartera una ropa interior adicional. Entró al baño y me quitó toda la ropa mojada, la colocó en el piso cerca del desagüe para que no moje tanto el baño, abrí la regadera y el agua salió caliente, me bañe, seque y me coloque la ropa interior seca, para después colocarme la camisa de Joel, olía a él, sacó el cepillo de peinar, para desenredarme el cabello mojado, luego agarró la ropa mojada y salgo de la habitación para bajar las escaleras y encontrar el lavandero, al hacerlo, entre y metí la ropa en la lavadora para lavarla ya que no tengo más ropa, la deje funcionando, salí y me dirigí a la cocina donde estaban los chicos, al entrar recibo la mirada de todos, por lo cual me siento intimidada.

Mi SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora