Capítulo #9

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(Alejandra)

La alarma sonó despertándome, eran exactamente las 5:00 am, mi vuelo salía a las 8:00 am así que tendría tiempo para llegar allá, entre al baño, me desvestí y entre a la ducha, el agua estaba tibia, luego me coloque la toalla y lave mis dientes, salí del baño, dirigiéndome hacia el closet para sacar la ropa, tendría que ser cómoda ya que sabía que iba a ser un viaje muy largo, peine mi cabello dejándolo suelto, salí de mi habitación, todo estaba en silencio los chicos aún seguían dormidos, entre a la cocina para preparar el desayuno, hice suficiente para todos. Al terminar de desayunar lave el plato en donde comí y subí mi habitación para terminarme de arreglar e irme. Revisó mi teléfono para ver la hora y eran las 6:15, aún me quedaban 1 hora y 45 minutos para llegar al aeropuerto, agarró mi maleta y salgo de mi habitación, mientras cerraba la puerta escuche que alguien me llamaba con voz ronca, al voltear era Joel aún en pijama.

—¿Ya te vas?— asentí —¿Acaso no te pensabas despedir?.

—Claro que sí, ven— abrí mis brazos para darle un abrazo —Nos veremos pronto.

—Te acompañó a la puerta, dame tu maleta yo te ayudo.

—Gracias— sonreí —En la cocina están sus desayunos.

—Gracias Ale, eres la mejor.

—De nada.

—Bye, buen viaje— se despidió de mí con un beso en la mejilla

—Gracias, cuidense y no hagan desastre.

Venía un taxi y lo detuve, me subí y por la ventana me despedí de él, le dije al taxista a donde quería ir. Me hubiera gustado que ellos vinieran conmigo, pero cada uno puso una excusa, aunque es mejor, he pasado tanto tiempo con ellos, que en estos momentos lo que quiero es estar solamente con mi familia, extraño las comidas de mamá, en que momento sucedió todo esto, el tiempo paso tan rápido. Sin darme cuenta ya habíamos llegado al aeropuerto, le pague al taxista y baje del auto para entrar, había llegado súper temprano, eran las 6:50 así que me queda todavía disponible 1 hora y 10 minutos. Al hacerse las 8 en punto anunciaron el vuelo y yo me dirijo hacia la sala por donde abordaría. Subí al avión, me senté e iba justamente del lado de la ventana, agarré mi teléfono y vi las últimas publicaciones que había echó mi hermana con sus dos pequeños. Siento que alguien se sienta a mí lado.

—Hola— saludo una voz que me parecía familiar al verlo era él, el amor de mi vida, Zabdiel

—¿Qué haces aquí?— cuestioné sorprendida

—Te voy a acompañar a Venezuela, ya que los chicos no quisieron, yo te acompañó, ¿acaso esta mal?.

—No para nada, pero pensé que no querías venir...— me interrumpió

—Por eso no me preguntaste— asentí —¿Son tus sobrinos?— señaló mi teléfono

Regresé la mirada hacía mi teléfono —Sí, en este viaje voy a aprovechar de conocerlos— deje escapar una sonrisa nostálgica

—Se ve que eres una buena tía, te preocupas por ellos.

—Sí, son unas ternuritas, todas las publicaciones que ha hecho mi hermana las tengo guardadas aquí en el teléfono.

—Señorita por favor apague su teléfono que ya el avión va a despegar— dijo la azafata del avión, yo asentí, lo apague para después guardarlo

—Voy a dormir un rato— le avise a Zabdiel y él asintió

—Creó que yo también haré lo mismo— sonrió

Me acomode en el asiento del avión para cerrar los ojos y dormirme, lo que más me gusta de esto es que Zabdiel viene conmigo. Con una sonrisa en mis labios me fui quedando dormida.

Mi SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora