-¡Alicia! -mi madre ya me tenía cansada de tanto decir mi nombre.
-¿Qué pasa mamá? -abri la puerta.
-¿Qué haces? -dijo espiando hacia adentro, viendo lo que yo estába pintando.
-Nada madre, solamente una pintura sin sentido -y es que hacía días comenze a pintar, sentía la necesidad de hacerlo. Mi mente me enseñaba un hombre, de sombrero y chaqueta de color, noce cómo describir, sus ojos me llenaban de paz, esperanza y felicidad. Recién había comenzado con el fondo del cuadro. Y es que si les cuento dirán que estoy loca, ¿Por qué como puede uno enamorarse de alguien que solo está en su imaginación?.
-Ven, quiero presentarte a alguien -me tomo de la mano.
-Querida Alicia... -un chico rubio, nada lindo en él. No que me fijara en lo físico pero era notorio los dos lados feos de él.
-¿Y tú eres? -conteste.
-Edwar squeen, príncipe de España. -estendio su mano en forma de saludo.
-Mucho gusto -dije sin ganas.
-Alicia -se que ese es mi nombre pero mi madre ya me cansó- él es tu prometido, creemos que en cinco meces se casan.
-¿Qué? Pero madre, nunca me preguntaste nada sobre esto.
-No tengo porqué preguntar soy tu madre.
-No Estoy de acuerdo con ninguna boda -Edwuar se disgusto.
-¡Te callas! Ya está dicho, en cinco meces te casas.
Mire a Edward y luego a mi madre, corrí a mi cuarto y puse llaves.
-Que pena no podre casarme ese día porque no estaré -dije fuerte y tomando mis pinceles. Comenze a pintar al hombre que según yo amaba. - Quiere que todo sea a su gusto y forma, es una loca, bueno ni los locos hacen eso, de poner la mano de su hija en matrimonio con algien que ella no conoce ¿Qué le pasa?.
Quedé callada y dibujando. Mis pinceles estaban algo gastados ya, pero aún así me dejaban trasar las líneas.
Dibuje como lo imaginaba o eso parecía, aveces la mente juega con nosotros.
Una pintura en óleo, debo admitir que no se dibujar bien, pero según mi mente era él.Tal cual mi mente me mostraba, pero solo me queda una duda ¿Dónde lo abre visto? Y es que por su forma de vestir quizás en un manicomio.
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El Sombrerero y Alicia
Short StoryRecuerdo a la pequeña Alicia como si fue ayer que la vi correr por el gran jardín. allí esta, con su vestido rosa y su sonrisa encantadora. Claro que ahora está más grande ¿17 años tendrá?, de seguro ya no se recuerda de mi... Pero yo aún la recuer...