Capítulo 43

190 17 0
                                    

Quito la barrera y bajamos al salón pasando antes por mi habitación para coger unos pantalones, ya que solo llevo la ropa interior y la parte de arriba del pijama de Peter. Me pongo un jersey cómodo un poco abierto por arriba para que se vea sutilmente el mordisco de Peter, el cual se da cuenta y sonríe. Espero que le deje claro a Drogo que no debe pasarse de la raya. LLegamos al salón y no hay nadie, están en el jardín y nos disponemos a salir para saludar.

_¡Hola Sebastian! Chicos, ¿aún seguís entrenando?

_No cosita... _dice Drogo _solo que dentro de la casa no se podía estar... había bastante ruído _dice bastante molesto.

Mientras Drogo se queja, Sebastian viene hacia a mí para abrazarme y me quejo un poco, ya que tengo las marcas de Peter por todos lados.

_Mi bella luna, ¿te he echo daño?

_No claro que no, es solo que estoy un poco...cansada... _y Sebastian se ríe. Mira el mordisco que asoma sutilmente con preocupación y baja un poco mi jersey para verlo mejor, y todos lo ven. _Peter, ¿como se te ocurre mordela así? ¿y por qué no se te ha curado?

Los ojos de Nicolae miran con la misma preocupación que los de Sebastian. Los de Drogo y Miklos se ponen rojos de deseo, supongo que desearian ser ellos los que dejaran esas marcas en mí.

_Tranquilo Sebastian, solo ha hecho lo que ambos deseábamos, y sigen ahí porque yo lo he decidido, no me ocurre nada, gracias por preoparte. _le digo mientras beso su mejilla.

_Bueno, ¿que tal el entrenamiento? _dice Peter rompiendo el hielo y mirando a Drogo y Miklos molesto, pero ellos no se dan cuenta, ya que están fijos en mi mordedura.

Hablan del entrenamiento, de como han mejorado y de lo útil que les ha sido entrenar con Miklos.

_Peter, deberías entrenar con nosotros _dice Miklos. Peter me me mira, creo que no quiere que me quede sola.

_Es una buena idea, así podré veros y analizar vuestros movimientos. _Sebastian me sonríe.

_Bueno mi Luna, así podré hacerte compañía y ayudarte a planear posibles ataques. _Ese comentario no le gusta al resto. Son como niños pequeños, pero los ignoro.

Quedamos para mañana y nos despedimos. Me voy a mi habitación, y me pongo un camisón, por el que se pueden varias de mis marcas. Peter pasa la noche abrazado y sin soltarme en todo momento. Es por la mañana, Peter no está ya que se ha ido temprano. Me despierto y miro el reloj.

_¡Mierda! ¡Nicolae! _digo mientras me levanto. Nicolae entra de repente en mi habitación.

_¿Que ocurre Ari? _y Nicolae me mira de arriba a bajo con deseo. No me he dado cuenta de lo que llevaba antes de que entrara.

_¿Por qué no me has llamado? ¡Es media mañana!

_Suponía que estabas muy cansada o que no te encontrabas bien. Peter me dijo que no te molestase.

_No me lo puedo creer...

_Lo siento Ari... si lo hubiera sabido te habría llamado.

_Bueno, no te preocupes. Por lo menos podemos pasar el día juntos _le digo sonriendo y me devuelve la sonrisa. _Oye ¿te importa si me muerdes ahora? Necesito que pasen varias horas antes de que lo haga Drogo.

_Si te apetece, no tengo inconveniente. ¿Vamos a mi dormitorio?.

_Si no te importa, preferiría que lo hicieras aquí, tiene que hacer frío en el pasillo.

_Claro, como estés más comoda _dice mientras cierra la puerta.

Nicolae se acerca a mí, y empieza a acariciar mi cuello y mira la mordida de Peter que sigue ahí.

Entre los colmillos de los Bartholy. It is love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora