AU DONCEL Y SIN QUIRK (150 años después del primer capitulo)
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MI VIDA SIN TI
—ahh! — gime un pequeño muchacho de casi 20 años, las fuerte y apasionadas embestidas que le entregan le gusta, hace casi un año su esposo no le ha tocado y hoy se siente bien.
—Se siente tan bien dentro de ti- dice y comienza meterse suave y profundo, cosa que hace llegar a un éxtasis único.
—ahh!... Kats-Katsuki
—Mi Deku... Deku — comienza a embestir más rápido, su amor se demuestra en cada embestida.
La persona debajo de él llora tan fuerte, que lo confunde con placer. Lame su cuello y va a oreja, lo toma de sus caderas y embiste fuerte.
—Te-te amo mi Izuku... mi precioso Deku... te amo mi amor... te amo.
El más pequeño llora amargamente.
Él no se llama Izuku.
Unos embistes más y Katsuki se derrama en el condón que viste su erección y hace llegar a su orgasmo al pequeño.
Katsuki sale despacio y besa sus mejillas, donde no hay pecas
—Te amo Deku
El pequeño lo empuja, haciéndolo caer de trasero al piso y se levanta.
—Otra vez con Izuku... pensé que lo habías olvidado, él no regresará no volverá, se mató por tu abuso en la secundaria, han pasado 15 años y aun sigues con eso... mírame — le grita y Katsuki lo ve, los ojos de ambos derraman lagrimas — no soy Midoriya Izuku, soy tu esposo que compartió 5 años de su vida contigo, soy Atakani Mikumo y se que te casaste conmigo por olvidarlo... pero no lo soporto más, me tienes cansado y hastiado... pensé que con Izumi cambiarías, me pediste un hijo, ahí esta tu hija de tres meses que es el vivo retrato del niño que violentaste porque eras un estreñido emocional y no sabías comunicarte — dice vistiéndose y alistando una mochila — Me voy, no quiero estar más contigo, quédate con la bebé, al final de cuentas yo nunca quise un hijo.
Una vez cambiado, sale con un portazo y la bebe llora.
—sshh!!... tranquila mi amor... no pasa nada porque yo estoy aquí, mi pequeña Izuku... te cambiaré de nombre... Bakugo-Midoriya Izuku, la hija fruto del amor.
Katsuki del día que vio morir a Izuku frente a sus ojos no fue el mismo.
Literalmente algo se rompió dentro de él... su corazón.
Y algo se safó de su cabeza, un tornillo.
Podrías tener una conversación muy fluida con él, pero cuando preguntabas por Izuku, él se pone nostálgico y cuenta una historia de amor que nunca paso.
Así vive sus días Katsuki, hasta que con ayuda de una mujer, tiene un hijo, Hajime... un hermoso niño de cabello ceniza y ojos almendra como Masaru.
Cuando Hajime tuvo 8 años, fueron a la tumba de Izuku, diciendo que él era su madre, Izuku y Hajime vivieron hasta el fin de sus días creyendo que fueron producto del amor profundo que tuvo Katsuki hacia Izuku.
El más puro y hermoso amor.
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