Mi vida sin Ti

08

Todo fue rápido.

Al poco tiempo llegó el cuerpo de Shinso, Aizawa lo vio y confirmo la muerte.

Una flecha al corazón.

Todos lo conocido por el alfa lloraron su partida, Izuku lo mando a incinerar y esparcir sus cenizas.

Deku vistió de negro por dos semanas y el luto se hoto antes de tiempo, ya que pronto se casarías y para evitar las bajas, Katsuki debía desposarlo.

Para eso era en un principio.

Así que casi un mes a después.

Se casaron, no tuvieron luna de miel, ni tampoco consumación de la boda. Siguieron sus vidas comunes y corrientes.

Casi al mes de casado, Katsuki llevo a Izuku a sus tierras, debían casarse allá y llevar a cabo la ceremonia del Omega del Rey, es una costumbre en su pueblo.

El viaje en dragón fue bastante ajetreado. Así que Izuku ni bien bajo de Denki, vomito todo. De ahí fue de mal en peor, no comía casi nada ni guisados, ni arroz, solo futra dragón, que era como un manjar en los labios de Izuku.

Nadie le dio pie a los síntomas, ya que el reino Draconiano era conocido por la rusticidad de sus tierra y alimentos. Pocos eran los que se acostumbraba a su sabor de las tierras.

Izuku no salía para nada del castillo, se dedicaba a ver los atardeceres. Le eran muy hermosos, estuvo así casi 10 días hasta que probó un guiso rojo de su suegra.

—Izuku, cariño, traje algo para comer. — al entrar la mujer olio profundamente y le entró un hambre voraz, el olor era tan delicioso, se parecía a al de Katsuki, a especias con un poco de pimienta negra.

Izuku sin decir palabra, comio todo hasta saciarse, en la cena le dieron lo mismo, pero con una sopa de carne de bison, para las proteínas y nutrientes suficientes para su cuerpo, en una semana recupero su forma, y también su fruta dragón, que jamás dejaba.

Le solía comer helada, con un hielo que traían del reino del sur, le encantaban.

Después de dos meses en el reino de Katsuki, fue la ceremonia del Omega del Rey.

Fue una ceremonia gigante, cada rincón del reino estaba con faroles de papel con la insignia del reino. Todo celebraba la unión de su príncipe con Izuku.

Había comida por montones, vino, cerveza y hasta jugo... ya que los niños se quedaban festejando. Gente bailando, riendo y borrachos alegres siempre daban alegría al corazón del Omega.

Izuku toco el brazo de Katsuki, frotándolo suavemente y este agacho su oído a los labios del omega.

—estoy cansado, podemos ir a nuestra habitación— Katsuki se sonrojo, porque después de tanto hablaba en conjunto. "Nuestra habitación" sintió tan bien que debía festejarlo.

—querido pueblo, los futuros gobernantes se va a dormir— todos, extasiados y borrachos por la alegría y bebidas alcohólica solo silbaron y festejaron.

Izuku tomo el brazo de Katsuki, para encaminarse a su habitación que había sido condicionada especialmente para ellos, tan grande y con varios muebles, una preciosura de lugar.

Al cerrar la puerta Izuku fue hasta en la cama y se sentó, coloco sus manos hacia atrás y cruzo las piernas. Era una vista demasiado erótica para el alfa que veía lo pintado en su piel.

Para la ceremonia pintaron el cuerpo de Izuku, con varios trazos y líneas, era una forma de mostrar el respeto a los espíritus de los dragones, era como jeroglíficos en su cuerpo, presentado al Gran Dragón, al omega del Rey.

Era erótico esas líneas que bajaban por sus piernas, Izuku había tomado un poco de peso, estaba más llenito y eso le gusta demasiado a Katsuki

—Esposo mío—llamo la atención Izuku y saco de su letargo a Katsuki— desde ahora en adelante soy tu omega y solo tuyo— dice mientras que cambia su posición cambiando de pierna doblada, donde se vio a relucir la ropa interior del omega.

—Yo... Yo—decía nervioso

Izuku se levanta de su lugar y comienza a moverse sensualmente, moviendo sus caderas y soltado la capa que tenía en sus hombros, abandonándola en el piso.

—Ahora quiero hacerlo bien, estoy consciente y no hay nada, ni nadie que impida que me marques como tuyo, Katsuki

Esas palabras fueron más que suficientes más que Katsuki tomara las caderas ajenas.

—Me alegra, espero que lo digas en serio, consumar el matrimonio después de presentarse, no hay vuelta atrás y debo marcarte.

—Es lo correcto, ahora soy tu omega... mi alfa—eso sonó tan bonito a los oídos de Katsuki, así que acaricio su brazo descubierto. Y acerco su nariz hacia la glándula de olor en su cuello. Izuku se estremeció ante el tacto, quería olvidar a Shinso y ser feliz con Katsuki.

Así que con un beso comenzó una noche de pasión desenfrenada, entregándose en cuerpo y alma. De verdad Izuku se entregó a Katsuki, en un acto de amor.

Tal vez no este enamorado del todo, pero Katsuki ha hecho de su estadía y vida juntos, bastante agradable.

Y por algo se inicia.