Herederos

La última noche part. 1

Hola chicos, lamento la demora, disfruten el nuevo capitulo!

CAPITULO XIII

-¡Fuerte! ¡Apriétalo fuerte!- Gritaba con angustia una hermosa rubia.

-¡Déjenme intentarlo, soy médico!- Comunico un chico ojerozo, delgado y alto que intento acercarse a la escena.

-¡Así no, más fuerte!- Un alto y fornido hombre de cabello azulado comenzó a desesperarse ante la situación y se le adelanto al médico. –Haber quita...- Empujo a un rubio y rodeo con sus dos brazos la cintura de un moreno con cabello rizado. –¡Uno, dos... tres!- Le apretó con fuerza la boca del estomago.

Un bocadillo salió disparado de la boca del chico de cabello rizado, por fin el aire pudo llegar a sus pulmones y el color violeta que teñía su rostro, poco a poco comenzó a desvanecerse.

Todos respiraron aliviados.

-¡Cof, cof... ahhh...!- Daba grandes bocanadas, logrando captar todo el aire posible.

-¡Por dios, Usopp! ¡No nos asustes así!- Dijo su esposa, mientras se acercaba a este para cerciorarse que ya estuviera bien.

-Es que...es que... - Usopp deseaba hablar, pero le era imposible en ese momento. Espero unos segundos más y al fin concluyo –Vaya bromitas que hace esa mujer...- Se refirió a una hermosa morena que acompañaba esa noche al peliazul.

-¿Bromas? No estoy bromeando, lo dije muy en serio- Se defendió la morena. –Es más, ni siquiera ellos dos han desmentido lo que comente- Fue en ese momento que todos centraron su atención en cierto rubio y después desviaron la mirada a un peliverde que se notaba algo tenso y sumamente incomodo con todo ello.

¿Y que había sido exactamente lo que dijo aquella mujer para hacer que Usopp casi muriese asfixiado por su propia comida? ¿Por qué todos miraban tan sorprendidos como incrédulos a cierta pareja?.

FLASH BACK

Después de que Zoro como Sanji aceptaran lo que el uno sentía por el otro y viceversa, continuaron nuevamente caminando, dirigiéndose hacia el restaurant. Fueron los primeros en llegar, tomaron asiento en una de las mesas e indicaron a los meseros que juntaran dos mesas más, después de todo calculaban que llegarían Franky, Usopp, Kaya, Ace, Luffy e incluso Law acompañando al más joven de los Monkey.

El primero en llegar esta vez fue Franky, aunque no iba solo. Una despampanante morena lo acompañaba, colgada de su brazo y a él se le notaba muy feliz.

-¡Superrr! ¡Pensé que no vendrías!- Admitió el peliazul, dirigiéndose al rubio. –Con eso de que todos estos días no te has dejado casi ni ver...-

-Pues te equivocaste...- Respondió el señalado. –¿Y quien es... la hermosa señorita?- Sanji se había puesto de pie al momento de verlos ingresar y sin duda sus impulsos de caballerosidad lo guiaron hasta postrarse frente a la mujer, sujetar su mano y besarle el torso con suavidad.

-Buenas noches- Saludo ella, sonriendo ligeramente. -Nico Robin, mucho gusto-

-Pero que nombre tan exquisito- Murmuro el rubio, Franky ni siquiera se molesto en alejarlo de la morena. –Mucho gusto Robin-chuan, tu servidor Sanji Kuroashi-

La morena sonrió divertida, pero de repente la atmósfera se sintió pesada. Y no hubo necesidad de que el rubio se diera la vuelta para saber que Zoro, le dirigía una mirada tan intensa y amenazadora que le provoco escalofríos.

-Y este de aquí- Dijo sin tacto, señalando con la cabeza hacia atrás al peliverde –Es marimo Roronoa- Bromeo, haciendo nuevamente que la morena se riera. –Se que inspira terror, pero te acostumbras...- Le murmuro. Fue en ese momento que ingenuo, Franky, saludo a Zoro.