Celos Parte 1

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Hola! Lamento la tardanza, pero aquí les dejo el siguiente capitulo, espero sea de su total agrado y les deseo un inicio de semana excelente! 

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-El amor, mi querido Zeff, no existe- Estaba mirando por una enorme ventanilla, mientras las gotas de lluvia golpeaban insistentemente el cristal.

-Eso es porque nunca lo has experimentado- Aseguro un hombre ya mayor, que se encontraba cortando algunos vegetales con gran maestría y dedicación.

-Pues las sensaciones que según se viven, si que las he experimentado... - Saco un cigarrillo y tras olfatear su olor a tabaco, lo llevo a su boca y lo prendió al instante –He sentido eso que dicen, ya sabes... las mariposas en el estomago, la necesidad de estar todo el tiempo con esa persona, la ansiedad por verla...-

-Pero jamás has sufrido- Zeff vacio las verduras en una cazuela, y comenzó a revolverlas con suma delicadeza. –El amor y el sufrimiento van de la mano, si no sufres es porque no hay amor-

-¿Que tonterías son esas? Claro que no es verdad, todo mundo lo sabe Zeff, amar es como protagonizar un cuento de hadas, en un mundo color de rosa, según cuentan...-

-Aun eres demasiado joven, ¿que acaso no has experimentado celos? Eso es dolor, porque temes que la persona amada te deje por otra persona, también está la ausencia, cuando estas lejos de esa persona se le extraña y se sufre por no poder estar a su lado, tu todo lo has tenido fácil-

-¡Eso de los celos es por autoestima baja, es intolerable que alguien se degrade tanto por una persona! Yo jamás caeré en ese absurdo juego-

-¿Juego dices? Ese no es ningún juego es un sentimiento y se deriva a causa de que la persona que amamos nos reste atención a favor de otra, si nunca has celado, es porque no te interesa en serio esa persona-

-Eso se deriva por inseguridad como ya te había dicho y también me parece bastante egoísta-

Zeff suspiro cansado, Sanji era demasiado terco y no lo haría cambiar de parecer... hasta que lo viviera en carne propia.

-Bueno Sanji, ya... algún día lo comprenderás-

-¿Me estas tratando como un crío?-

-A veces actúas como uno-

-Eso lo crees tú porque ya estás muy viejo- Sanji apago su cigarro y se coloco un mandil blanco, acercándose a la estufa.

-Yo no soy quien piensa que el All Blue existe-

Sanji se ruborizo y giro su rostro gritándole.

-¡Eso lo pensaba cuando tenía 8 años y fue por tu maldita culpa!-

Zeff comenzó a carcajearse.

-Ya, ya, apurémonos con tu lección de hoy, nos queda poco tiempo antes de que tus padres lleguen de trabajar-

Sanji relajo el semblante y movió la cabeza de arriba a bajo. –Hoy ¿que es viejo?-

-Un platillo japonés, los famosos Onigiris-

-Que fácil, es solo arroz-

Zeff le dio un coscorrón al rubio y lo reprendió

-Todo Sanji, tiene su chiste, pásate de tiempo en hervir el agua y esta se evaporara, cualquier tipo de platillo por más sencillo que parezca tiene su tiempo y su dedicación-

Sanji miro enfadado a Zeff, pero no le respondió más, respetaba a ese hombre incluso más que a sus padres, quienes rara vez llegaba a verlos en casa. Lo conocía desde que tenía uso de razón y era el mejor Chef que había conocido, pero no solo por eso se había ganado su admiración, era un hombre tan dedicado con lo que hacía que cuando presenciaba sus actividades, deseaba tanto ser como él. En pocas palabras, era la imagen paterna que no tenía realmente por parte de su propia sangre.

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