Capítulo 1

482 43 3
                                    

Mi respiración es agitada, mis piernas no podrán aguantar un paso más, mi cabeza da vueltas y de nuevo escucho el mismo escalofriante gruñido que me hizo huir al bosque minutos antes, me persigue en un intento de darme el mismo destino cruel que a las otras criaturas. Conforme avanzó, el frío bosque se vuelve más oscuro.

No tengo escapatoria.

Estando tan sumido en mis pensamientos tropiezo con la raíz de un grande árbol, no hago el intentó por levantarme, no podría, me quedó recostado en la húmeda hierba esperando a que esa cosa venga por mí. Lo escuchó cada vez más cerca, me atreví alzar con temor mi cabeza  logrando ver a esa cosa. Mi vista se vuelve borrosa y se me dificulta enfocarlo.
Cuando esta apuntó de atacar, alguien se coloca justo frente a mí, protegiéndome, gira su rostro y lo único que puedo divisar son esos hermosos ojos grises que hacen que me estremezca, mi pulso de nuevo se acelera y se me dificulta respirar. Estaba a punto de ver con claridad su rostro, pero...

Desperté.

— Despierta muchacho. ¿Olvidaste poner la alarma de nuevo? —pregunta mi padre moviéndome lentamente— Tienes que alistarte ya, recuerda que a tu madre no le gusta la impuntualidad.

— Cinco minutos más, por favor. Dormí algo tarde —me senté y le mire— ¿Enserio tengo que ir? ¿Qué haré si quieren lastimarme? No le digas a mamá, pero comienza a darme algo de miedo.

— Oh pequeño, estarás bien. Siempre te protegeré, te protegeremos. Lo hacemos por tu bien, te gustará. Ya sabes, nuevas aventuras, nuevos amigos y tal vez un amor —me acaricia el cabello tratando de tranquilizarme, pero solo me hace sentir como un cachorrito— Toma un baño, mamá un te dejo un cambio de ropa y transportó tu equipaje a la Academia.

— ¿Estás seguro de que estaré bien? Desde que tengo ese sueño no puedo evitar estar un poco paranoico —evite decir que se siente como un presentimiento.

— Claro que sí. Eres un Kim, puedes hacer lo que quieras y sobre ese sueño, tu mismo lo dijiste. Es solo un sueño —sonríe— No te preocupes más y ve a ponte más guapo —asentí y salió de la habitación.

Me levanté y fui a la ducha. Desde que mis padres me dijeron que entraría a la Academia Abbotsford comencé a tener este extraño sueño. Mis padres dicen "estarás bien, te acostumbraras" es demasiado fácil decirlo si tú eres parte de ese grupo de criaturas sobrenaturales, pero yo soy solo un simple humano que terminará muerto si se mete en problemas. Intentando distraerme, recuerdo el libro que me obsequio mi padre para que aprendiera un poco de todo, hasta ahora sé que existen gargonas, sirenas, elfos y hadas, arpías, dragones, brujos, fénix, vampiros, lobos, ángeles y demonios... DEMONIOS.
Aún sigo sin entender cómo es que están en un mismo lugar odiándose "secretamente", yo no creo que aguantaría tanto.

Al salir de mi larga ducha, me puse unos vaqueros negros, una camiseta blanca acompañada con un delgado suéter y unos tenis blancos, alborote mi cabello castaño, abandone mi habitación y fui a la planta baja donde  esperaba mi padre sonriente y mi madre seria, molesta por mi tardanza. Les sonreí.

— Pensé que nunca bajarías, no queda tiempo para desayunar, comerás algo en la Academia. Tus cosas ya se encuentran en tu nueva habitación, toma —me entregó un papel el cual lleva el número de habitación y el nombre de un chico, luego mi madre se alejó un poco para hacer un portal— Esté chico te dará un recorrido, el portal te dirigirá al estacionamiento, se supone que ahí te espera y si aún no llega, no te muevas hasta que él venga por ti. Suerte.

— Te amamos hijo, si necesitas algo sabrás dónde encontrarnos —dijo mi padre emocionado.

— Tengo una duda, ¿Qué diré si preguntan mi especie?

༄ᵀʰᵉ ˢᵉᶜʳᵉᵗ ʷᵒʳᴵᵈ༄ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora