Capítulo 6

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TaeHyung

Después de aquel descubrimiento y mi afirmativa a ser un guerrero, el líder angelical Park HyungSik quiso ayudar, dejando a Jimin a cargó de mi seguridad mientras fuese entrenado por Jungkook. No quería hablar de lo sucedido con mis padres, aunque ellos tampoco me obligaron a hacerlo. El líder Brujo Yeo Chang-gu me aconsejo cuidar mis espaldas porque al día siguiente toda la Academia Abbotsford sabría de mi poder y no dudaran en tratar de matarme; otra vez. Una cosa que odiaban más que a los humanos eran a los cazadores y la especie dominante. Si dieran trofeos para la peor suerte, seguramente sería expulsado. Soy patético.

Esa noche llore y patalee en un intento de sacar aquella frustración que me atormenta, consideré no ir a clases, pero estoy seguro de que pensaran que soy un completo cobarde. Esta situación me sobrepasa, estoy cansado.

Al día siguiente.

Lave un poco mi rostro y me vestí, antes de salir tomé materiales que necesitaría este día para intentar distraerme, ya que probablemente mis tres mejores amigos dejen de hablarme, lo presentía y últimamente no me equivoco en este aspecto.

Al salir del edificio, podía sentir las miradas de despreció. Quería que la tierra me tragara. De la nada dos chicos me sujetaron los brazos, arrastrandome a la parte trasera del edificio. Traté de liberarme, pero un golpe a mi abdomen sacó el aire de mis pulmones, ese no fue el único golpe que recibí y ni siquiera intente defenderme. De alguna forma pensé que lo merecía.

Cuando terminaron sentí la sangre correr por mi rostro, mi cuerpo dolía tanto que solo me quedé arrodillado evitando cualquier movimiento, incluso respirar dolía. Por primera vez observé a mis agresores Doyoung, Joohean y Chan, ya lo esperaba desde el momento en que llegué, son tan predecibles los hombres con mal temperamento.

— Dime. ¿Te asquea ser una de las especies que apoyaron a los cazadores? —dice Chan para después darme una patada en la espalda haciendo que caiga en su totalidad.

— ¡Responde! —grita furioso Joohean.

— No realmente —reí— Si mi especie asesinaba a criaturas tan despreciables como ustedes... Entonces estoy muy orgulloso —toso un poco de sangre, Doyoung estaba a punto de darme otro golpe, pero un par de gruñidos lo detuvieron.

— Más les vale que se detengan en este instante —Sehun encendió sus despampanantes ojos verdes, viéndose intimidante y poderoso— Si vuelven a tocarle un solo cabello, no dudare en arrancarles la cabeza. ¡LARGO! —los tres chicos se fueron transformarse en gigantescos lobos.

Traté de ponerme de pie pero fue imposible.

Sehun

— Déjame ayudarte, estas demasiado herido —lo cargué, no renegó, no tenía la fuerza suficiente.

Corrí lo más rápido posible a la enfermería, cada vez que pasábamos cerca de un vampiro sus ojos se tornaban celestes y sus colmillos salían incitados por el olor de la sangre. Nadie se resistía después de siglos de no poder beberla y es que su sangre olía tan dulce que era atrayente para cualquier criatura aunque no se alimentara de ella.
Mis ojos se volvían verdes tratando de intimidar a cualquiera que se le acercará.

En cuanto entre cerré la puerta con seguro para después recostarlo en la camilla, camine al estante y tome un pequeño frasco rojo y otro con líquido azul. Bebió el rojo y coloque el  azul en las heridas, las más afectadas sanaron casi por completo, quedarían algunos hematomas pero sanarán en dos días aproximadamente. Se sentó y me miró, sus ojos cambiaron a esa extraña pero hipnotizante heterocromía, sentí mi cuerpo temblar, pero no precisamente por miedo.

— Gracias por ayudarme, realmente no era necesario —trato de sonreír— ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así? —ni siquiera se ha dado cuenta de que me mostraba sus ojos naturales.

— Tus ojos son únicos, muy lindos, te quedan bien. Y respondiendo a tu pregunta, mi herma... mi líder me mataría si dejaba que te moliesen a golpes, aunque llegue muy tarde —sonreí ladino— ¿Estás mejor?

— Ya estoy bien, tengo que ir a clases —abrió un poco la puerta— Gracias por el cumplido, eres el primero en decir que son lindos y no me miras con desprecio — y se fue.

— No eres como todos dicen, eres tan diferente.

Jungkook

Por los pasillos de la academia se rumorea que le dieron una paliza casi mortal a un chico y este no hizo nada para defenderse aún cuando tenía la fuerza. Que loco, me hubiese gustado ver eso.

Frente a mi observé a un TaeHyung decaído con un par de hematomas en el rostro, camina a paso lento con una mano en su abdomen como si intentará borrar un malestar. Espera... ¿Él era ese chico?


Me acerqué mostrándome lo más indiferente posible, se quedó quieto, pero no tardó en intentar esquivarme.

— No molestes Jeon, llegaré tarde a clases —me miró mostrando su heterocromía. ¿Pero qué le pasaba? Muchos se sentirán ofendidos, ahora entiendo por qué lo golpearon.

Sujeté su muñeca y sin que nadie se diera cuenta entramos al pequeño cuarto de limpieza. Mala idea. El espacio era tan reducido que nuestros cuerpos están pegados, sentía su respiración cerca del cuello, con dificultad tomé su mentón y levanté su rostro.

— Deberías "disfrazar" tus ojos naturales. No porque sean feos, sino porque muchas criaturas se ofenderan y te querrán atacar en defensa a una amenaza que no eres —hago una mueca al no recibir ni una queja de este— Considera la paliza que te dieron, ese tal Jimin se olvidó de ti —parpadeo un par de veces con desconcierto.

— No he visto a Jimin y no se cómo hacerlo. No es mi intención hacer sentir mal a los demás —rodó los ojos, sonreí un poco.

— Tienes que relajarte, puedes concentrarte en algo o en alguien, sentir como todo desaparece a tu alrededor. Así de fácil.

— ¿Fácil? Tú lo haces desde el nacimiento ¡YO NO! ¿Sabes lo difícil que es estar tranquilo cuando todo el mundo está en tu contra? ¡POR ALGO QUE NUNCA ELEGISTE O QUISISTE SER! —los muebles en el cuarto se zarandearon— Yo estaba bien siendo un humano normal, que vivía tranquilo en Seúl y aunque ya estuviera enterado de su existencia, no me afectaba. Solo quiero regresar a como era antes —sus ojos se volvieron oscuros y las lágrimas caían por sus mejillas.

— Sé que es difícil de creer, pero yo estaré contigo en el proceso, te protegeré y enseñaré cosas nuevas. Confía en mi —fue lo último que dije antes de darle un tierno beso que hizo bailar a mi corazón velozmente al ser correspondido. No quiero separarme, pero tenía qué— Si quieres podríamos escaparnos un rato a Seúl y después regresar sin que nadie se entere —sonreí victorioso notando un pequeño detalle— Tus ojos volvieron a ser cafés.

— Tenías razón, funcionó —sonrío tímidamente ruborizándose.

— Al terminar las clases alístate, conozco a un brujo que nos podría ayudar con un portal de ida y vuelta
¿Qué te parece si tenemos una cita? —asintió entusiasmado.

— Te veo después de clases —me dio un casto beso para luego irse corriendo.

— Esto es tan tierno, lástima que no durará.

༄ᵀʰᵉ ˢᵉᶜʳᵉᵗ ʷᵒʳᴵᵈ༄ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora