Capítulo 4

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Jungkook

Tratan de acercarse a revisar que estuviéramos bien, pero no los dejé. Golpeé levemente su mejilla, hizo gestos mientras abría sus ojos, me mira, pero no hace nada para alejarse, en cambio se recarga en mi hombro respirando agitado.

— ¡Tae! ¿Te encuentras bien? —Jongin se pone a nuestra altura, eso me pone alerta, estoy más tenso de lo normal. Me siento en peligro y lo único que tengo que hacer es mantenerlo al castaño a salvo, como un instinto— ¿Acaso te hizo algo? —acarició su rostro, lo que me hizo gruñir molesto, negó.

— Entiendo su felicidad por el inútil humano, pero hay que irnos. Se acercan —menciona Iu preocupada.

— Hay que irn...—calló cuando nos vimos rodearnos. Poniéndome de pie, sujete la cintura del chico e hice que su brazo se posara en mis hombros en apoyo.

— Unas simples bestias no podrán contra nosotros, en posición —ordenó Ten haciendo aparecer su espada, los demonios presentes lo siguieron.

En el instante en que las bestias saltaron para atacarnos un portal apareció frente a nosotros, no dudamos ni un segundo en entrar.
Al salir pudimos ver a los directores Kim y Chanyeol quién nos observa apenado.

— ¡¿Qué le paso a TaeHyung?! ¡¿Se encuentran bien?! —toda su atención está en el castaño débil que se sostenía como podía. Me pareció extraño esa excesiva preocupación.

— No lo sabemos, Jeon estaba con él — comentó acusador Jongin. La Sra. Kim levanto una ceja y se cruzó de brazos esperando una respuesta.

— La bestia lo persiguió por mucho tiempo, él estaba asustado y cansado, cayó. La bestia nos golpeó y cuando estaba lista para atacarnos... —TaeHyung inmediatamente hizo una seña para que me detuviera— Y... Una de mis runas se activó, pude protegerlo, pero se desmayó. Está bien, solo débil —mierda y más mierda, acabo de mentirle a la máxima autoridad de la Academia.

— Antes de que nos castiguen, tenemos un aviso, es muy importante —todos voltearon hacia Hyunjin— Y si no me creen, hay un testigo.

— ¿Qué fue lo que pasó? —preguntó el brujo nervioso.

— Los Elfos y Hadas, mataron a varios demonios, estaban en su territorio. Mi hermano fue el único sobreviviente —la Sra. Kim se sorprendió mirando a su esposo.

— Mañana habrá una cena del Consejo, asistirán y dirán lo que vieron. No comenten nada de esto, empezaría la desconfianza de las criaturas y la guerra sería inevitable —anunció la directora— Ahora, joven Jeon serías tan amable de llevar al chico a la enfermería y si no es mucha molestia dejarlo en su habitación, por favor —asentí.

— No, ya estoy mejor. Puedo caminar por mi cuenta —se soltó de mi agarré y al dar un paso sus piernas temblaron y cayó al suelo de rodillas— ¡Agh! Maldita sea.

Lo levanté cargándolo como si fuera una princesa en apuros, no protestó, recargo su cabeza en mi hombro y abrazó mi cuello, ignorando a los presentes.

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Al llegar a la enfermería lo senté en la camilla.

— Gracias por cubrirme —murmuró agachando su cabeza— Por favor no le digas a nadie.

— Tu secreto está a salvo conmigo —suspire— ¿Qué te duele? —decidí restarle importancia, no me interesa lo que le pasé, claro, estoy agradecido por su ayuda en el templo, pero no significa que debemos ser amigos.

— Yo también pienso que no debemos ser amigos. Somos demasiado diferentes como para llevarnos bien —¿acaso leyó mi mente?— Me duelen un poco las rodillas eso es todo. Estoy agotado, será mejor que me vaya —caminó a paso lento a la salida.

༄ᵀʰᵉ ˢᵉᶜʳᵉᵗ ʷᵒʳᴵᵈ༄ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora