༄ᵀʰᵉ ˢᵉᶜʳᵉᵗ ʷᵒʳᴵᵈ༄

Capítulo 12

❂TaeHyung ❂

Los rayos del sol que entran por la ventana dan aviso del nuevo día y nunca me había sentido tan feliz. Después de la platica con el demonio decidimos que por hoy se cancelaría el entrenamiento y en cambio, iríamos a Seúl.

Jungkook salió más temprano, pues tenía cosas que hacer, me fue imposible no preocuparme al notar ese semblante de tristeza y disgusto, pero no pude hacer nada.

Entré a la gran Academia Abbotsford, no planeaba distraerme por nada ni por nadie. Fui directo a mi casillero para sacar el libro correspondiente a la primera clase, estuve apunto de meter la mochila, pero antes cerraron el casillero de golpe.

— Buenos días —saluda sonriente.

— ¿Qué quieres Ten? No sé dónde está Jungkook —me aleje. Sin embargo, lo escuché detrás— Deja de seguirme, ¿te mandaron a molestar?

— Tenía que preguntar algo, pero si no quieres saber, sigue tu caminó. No te molestare más —toca su pecho girando su cabeza dramáticamente.

— Dime.

— ¿Podemos ser amigos? —sonríe escondiendo sus manos tras su espalda.

— ¿Es una broma? Se supone que me odias —me crucé de brazos— ¿Qué planeas?

— Nada, solo que quiero que seamos amigos, me agradas. Es agotador actuar como imbécil para encajar con los demás, Jungkook me inspiró a cambiar. Se le nota más feliz desde que esta contigo —borró la resplandeciente sonrisa— Sin fingir.

— Bien —entrecerré mis ojos— Seamos amigos, pero si descubro que lo hiciste por alguna razón que no sea buena, te golpeare —asintió rápidamente poniéndose a mi lado.

— ¿Qué clase te toca?

— Historia, puedes acompañarme si quieres —sugerí.

— También tengo historia, anda corre —comenzó a correr, reí siguiéndolo.

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Durante la clase no faltaron las risas y regaños del profesor, quien molesto nos expulsó de su clase pues perturbamos su prestigiado espacio de trabajo.

— Te dije que te callaras.

— Lo siento Tae, pero fue muy gracioso.

— Quién diría que tendría el placer de ver a uno de los demonios más rudos de esta manera, eres muy raro —le di un leve empujón riendo.

— Quedan tres horas más y no nos dejará entrar, ¿vamos al comedor?

— Si, pero antes. ¿Sabes dónde está Kook? No lo he visto desde la mañana.

— No, mejor hay que buscarlo —asintió estando de acuerdo con sus palabras.

— ¿Dónde estás Jeon? —susurre.

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A mitad de camino decidimos separarnos así la búsqueda no sería tan extensa. Cada quién explorará más de la mitad de la Academia sin que algún profesor o los mismos directores nos atraparan.

Paso un rato y no había señal de él, hasta que caminé un poco más y una voz conocida hizo que parará el andar. Entré al cuarto de dónde provenían sin hacer el más mínimo ruido, me escondí atrás de un armario encontrando a Jongin, ambos nos asustamos por la presencia del otro.

— ¿Qué haces aquí? —susurró Jongin alterado.

— Lo mismo preguntó —estuvo apuntó de reclamarme, pero le tapé la boca.

— ¡Tienes que terminar esto, no me gusta que estés con ese monstruo! —gritó Iu, claro que tenía que estar presente.

— ¿Enserio crees que me gusta estar con él? ¡Me da asco! —¿ese es Jungkook? ¿Quién le da asco?— Sabes muy bien la razón del porqué estoy con el tonto de TaeHyung.

— Vaya el sacrificio que estas haciendo —contestó sarcástica— ¿Por eso lo besaste? Para hacer más creíble tu historia de amor.

— Él comenzó a molestar con eso, no pude evitarlo —suspiro pesado— Cariño, te juró que cada vez que se acerca, me toca y besa, es totalmente repugnante. Solo pensar en ti me motiva a seguir con este absurdo plan, para al fin poder matarlo —las lágrimas que ya han inundado mis ojos resbalaron por mis mejillas y labios temblorosos.

— ¿Estás enamorado? —giré el rostro hacía Kai sin poder creerlo, deseando que me dijera que era una mentira, en cambio sólo me observa con tristeza. Se levantó dispuesto a salir del escondite, pero lo detuve.

— Yo...—¿porqué lo dudas? Confiesa, di que te fijaste en mí, que no fue solo un juego, por favor— Lo odio, no me podría enamorar de alguien como él... —bajó la cabeza evitando la mirada de su novia. Tomé valor y salí del escondite captando la atención, ella golpeó el hombro del demonio.

— ¿Era necesaria armar está farsa?¿Porqué no solo me mataste? Todo sale a la luz justo después de hablar de confianza y honestidad, cuando acepte lo que sentía...¿Por qué? —mi voz se rompió dejando salir un gran sollozo, su semblante es inexplicable.

— No, no... déjame explicarte, yo de verdad siento —el vampiro al ver sus intenciones de acercarse dio un paso hacia él, se detuvo— Hablemos a solas, por favor. Te contaré la verdad.

— No, quiero que te alejes de mí —ignora mis palabras y avanza. Me sentí frenético e indefenso, mis ojos cambiaron en contra de mi voluntad, como su estuviera bajo una amenaza— Aléjate Jeon —mientras más cerca este, más agobiantes eran las emociones, por un lado quiero hacerle tanto daño, mientras que por otro solo quiero huir, di un paso adelante tratando de intimidarle, pero no pareció importarle, en cambio estaba a punto de tocarme— ¡ALEJATE! —al abrir mis manos, salió disparado a una de las paredes agrietandola en el proceso, quedé sorprendido al igual que las dos personas presentes, el demonio adolorido intentó moverse— No te vuelvas a acercar, no me hables ni me mires, olvida todo lo que dije que sentía porque me encargare de borrar este falso amor. Estas advertido —cerré mis ojos y al abrirlos estaba fuera de la Academia... en el bosque.

Este sentimiento es horrible, me era imposible respirar con normalidad por el llanto, di un pasó y me desplomé. No aguante más y grité en un intento de eliminar todo rastro de dolor, intentando liberarme de ese inexistente nudo en la garganta. Mi cuerpo agonizante luchando por seguir, dando pelea para eliminar lo que siento y no quedar atrapado en este frenesí, aquel amor que se formó de la nada me está matando, arrasa sin importar qué. Si esto es el amor, no lo quiero.

Mamá siempre tuvo razón, no debí estar cerca de alguien como él. ¿Qué hice mal para merecer ésto?

— ¿Tae.. ? —levanté un poco la cabeza al escuchar al chico de cabellos dorados— ¿Qué haces por aquí? Estas muy lejos de la Academia te puedes per... —guardó silencio de la nada.

— Solo aparecí aquí, esta parte del bosque es muy bon...—se acercó tomando mis manos.

— No tengo idea de lo que te pasó, pero aquí estoy para ti.