Capítulo 11: Conoce a Mo XuanYu y los Túmulos Funerarios

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Ba-Boom... Ba-Boom...

Aspira. Espira.

Ba-Boom... Ba-Boom...

Inhala. Exhala.

Ba-Boom...

En lo profundo de la montaña, donde la energía espiritual ha dado vida, el sonido del latido no puede ser escuchado... excepto por una persona.

Para Wei WuXian, el sonido es constante en sus oídos. Más débil, cuanto más lejos esta de la fuente, pero siempre allí.

El sonido es como el latido de un corazón gigantesco.

El sonido es como tambores de guerra.

Dentro de su oscura cueva, Wei WuXian se sienta en posición de loto. Bajo sus párpados ligeramente abiertos hay un resplandor rojo. El humo negro se hace visible acercándose hacia su persona con cada inhalación, como si lo estuviera respirando. Con cada exhalación, el humo desaparece como si nunca hubiera estado ahí antes.

La energía resentida y la energía espiritual son ambas una forma de energía. Pero sus similitudes equivalen a la cantidad de diferencias entre ellas.

Esta no es la primera vez que Wei WuXian medita y hace su versión del cultivo demoníaco. Las similitudes y diferencias lo molestaban. Lo que ahora es natural para él contra sus recuerdos de luz dorada.

Los latidos resuenan en sus oídos, un punto focal mientras sus pensamientos se arrastran hacia teorías a medio formar.

Había algo que le faltaba. Sentía que era obvio. Que sería muy obvio en retrospectiva y que podría resolverlo si tan solo echara otra mirada...

Pero era como si alguien hubiera clavado su rostro en una imagen para que solo pudiera ver los detalles frente a sus ojos, ¡aunque sabía que había más para ver si pudiera mover la cabeza hacia atrás!

La energía espiritual fluía como un río. Era cálida y se sentía como una luz sólida.

La energía resentida flotaba a la deriva en el viento, como el humo. Era fría y parecían sombras.

La energía espiritual, una vez cultivada lo suficiente, se condensaba en una esfera sólida en el pecho. Un núcleo dorado.

La energía resentida se extendía por todo su cuerpo hasta que se hundió en cada célula. Jadeando debajo de su piel hasta que la llamaba.

Luz y sombra. Sólido y gaseoso. Cálido y frío.

Opuestos.

Y sin embargo, ambas eran energía. Ambos caminos siguieron los principios básicos del cultivo. Lo básico de lo básico realmente. Cosas que Wei WuXian recordaba vagamente hacer incluso antes de que sus padres se fueran en su última cacería nocturna. Pero, en cierto punto, divergía. La energía fluía de manera diferente.

La energía espiritual fue dirigida, guiada. Siempre se movía, incluso si era lento, solo tenías que aprender a hacerla moverse a tu manera.

La energía resentida no se movía realmente. Encontraba un buen lugar y se sumergía para disfrutar como un gato. Usarla era como despertar a alguien de su lecho y exaltarlo.

O al menos así fue como Wei WuXian intentó explicárselo a Wei Qing, quien lo acusó de ser fantasioso.

El intento de explicación de Wei Ning no fue mejor. A diferencia de Wei WuXian, Wei Ning podía producir energía resentida en lugar de absorberla y almacenarla como lo hizo Wei WuXian. Pero a la inversa, no podía absorber y almacenar energía resentida como Wei WuXian y solo podía manipular su propia energía resentida.

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