~Unconditional love~ | CHRISERICK

Capítulo 3

- ¿Bebé? – Pregunto Tomás mientras acariciaba de manera sutil mi pierna  dando castos besos en mi cuello y boca.

- ¿Si?.

- ¿Que tal si dejamos eso de las pelis para más tarde y hacemos otras cosas? – Dijo tono comprometedor.

- ¿Que cosas? – Comente juguetón.

Esta vez decidí tomar la iniciativa, subiendome en su regazo para unir nuestros labios de una manera salvaje.

- Quiero hacerte mío.

- Hazlo.

Esta vez él, unió nuestros labios en un dulce beso que recorría desde mis labios hasta mi abdomen, bastante tierno.

- ¿Listo? – Pregunto con aquella voz ronca que hacía elevar mis pelos.

- Preparame – Dije seductor.

No tardo en tomar mis piernas y encajarlas junto a las de él mientras que, con su boca besaba mi cuello dejando leves marcas en él.

- ¿Quieres esto? – Preguntó, haciendo referencia a sus dedos.

Mi excitación era tanta que solo pude mover la cabeza en forma de afirmación mientras mordía mi labio inferior.

Me giró quedando a su leve disposición mi diminuto trasero. La palma de su mano tocó mis glúteos mientras que mis poros se encontraban dilatados al igual que mi entrada.

Sus dedos formaban círculos provocando que me removerá incómodo, a pesar de ya no ser virgen era necesario esto para poder aliviar aquel dolor.

Su cálido aliento pegaba en mis nalgas haciendo que mi piel estremeciera de manera placentera. Su lengua paso por aquella entrada dilatada dejando al aire gemidos exquisitos.

- Estas durísimo – Mencioné, tocando su dura entrepierna que al breve tacto se convirtió aún más dura.

- Te deseo ya.

- Hazlo ya.

- ¡Ay mi amor! Como te haré terminar.

Sentí aquel trozo de carne exquisito dentro mío. Grande, inflamado, cálido y bastante duro.

- Mh... Tom.

- ¡Vaya Er! Estas delicioso.

Nuestros cuerpos se movían al mismo ritmo, levantó aún más mis piernas haciendo que la acción sea más penetrante y gustosa.

Mi cuerpo temblaba, con aquellos espasmos placenteros que dominaban mis extremidades. Aquella excitación y deseo aumentaba en cantidades, evitando que mis gritos placenteros no se hicieran oír por toda la habitación causando gusto en Tomas quien aumentaba los movimientos.

- Me vuelves loco.

- Ah... tu a mi.

- Quiero que digas que me amas mientras te hago llegar. – Impuso Tomás.

Su mano gobernaba en mis glúteos mientras no dejaba de penetrar, aquellos estaban de un tono rosa fuerte al igual que mi cuello como si un vampiro me hubiera atacado.

- Te amo Tom

Sentí aquel líquido caliente entrar en mi interior, causando risitas por parte de ambos mientras mi semen salpicaba en su bello y marcado abdomen.

- Estuviste de lo más delicioso amor.

- Tu también Chris.

No había pasado ni un segundo en el que había recostado mi cabeza en su desnudo pecho, cuando sentí que aquella cayo con fuerza en la almohada.