☆ＣＨＥＡＴ☆ [UƈɾαMҽx]

□×1×□

Conocimos a México cuando trabajó con papá, era alto para nosotros sin embargo seguía siendo un enano al lado de mi progenitor. Su idioma era extraño, si bien estábamos aprendiendo español, mucho de lo que decía era nombrar a su madre varias veces sin sentido y su acento era igual de raro. Aún así le veía con admiración, mi padre hablaba de lo bueno que era... y mi hermano Rusia igual.

Varias veces le hice coronas de flores, le gustaban mucho pero siempre me mantuve alejado, quizás el temor de interrumpir sus asuntos o quizás porque mi hermano se robaba toda la atención.

"-- Rusia, mi hijo mayor y heredero."

"-- El chamaco es igualito a su papá... gruñoncito"

¿Y yo? Bueno, era, junto a mis hermanos, la sombra del "hijo perfecto", ya los demás se habían acostumbrado excepto yo. Belarús siempre me hablaba sobre ignorarlo, de todas formas Rusia no era mal hermano y trataba de incluirnos en todo.

México era atrayente, cuando entraba en un lugar parecía ser el centro de atención, tan sonriente y parlanchín pero de igual forma tan serio y centrado... ¿o sólo era yo quien se fijaba en eso? Tras muchos años me di cuenta que no.

Viajé a su país para salir con él, compartimos bebidas y risas, incluso la casa sin dormir juntos. Cuando caí en cuenta ya me había enamorado perdidamente de esa mirada, de su voz, su manera de vestir, de ese "chinga tu madre" cada que discutíamos por cosas sin razón, de los abrazos y del único beso que compartimos pero jamás recordó al estar tan ebrio.

Siete meses luego del último viaje seguía hablando con México por chat, casual, como amigos aunque siempre intentaba ir un paso más allá pero él lo evitaba. Me dolía pero, hey! No podía obligarle a sentir algo por mí.

Nos reencontramos por fin, una noche en territorio mexicano en una reunión sin motivo alguno junto a los amigos de México y Belarús. Todos parecían emocionados a excepción de Canadá, USA, Chile y yo.

Mientras me cuestionaba el por qué del ambiente, aparecieron Rusia y México tomados de la mano sólo para anunciarnos su noviazgo.

Rusia estaba sonriendo, tras varios años de depresión por la muerte de nuestro padre y la gran carga sobre sus hombros; México tan radiante como era normal, ¿cómo no me di cuenta antes? ¡¿cómo es que nunca me lo dijo?! Incluso Belarús, que susurró un "Lo sabía" me dejó con un amargo sabor de boca, bien le dije de mis sentimientos y jamás mencionó de mi hermano junto a México, Rusia... bueno, habíamos estado distanciados...

Me alejé mientras la mayoría festejaba, nadie apareció a mi lado hasta dentro de unos minutos.

- Ukraine? -

- Канада? -

Escuché el suspiro prolongado que escapaba de sus labios, levanté levemente la mirada para toparme con sus orbes esmeralda. Sonreí tenso.

- ¿No te gustó la "sorpresa"? -

Preguntó suavemente, el tiempo se detuvo a la vez que una presión en mi pecho me dificultaba el respirar.

- ¿P-por qué lo dices? -

- Tu mirada me lo dijo... y alguien más también. -

Estaba sorprendido, ¿quién? ¿Belarús? Canadá hablaba con ese tono tan tranquilo que llegaba a asustarme, en medio de esa serenidad parecía estar la tristeza entramada junto al dolor.

- Ugh... ¿y bien? ¿qué te pasa a ti? ¿No deberías estar celebrando con él? - respondí con cierta molestia.

- Ame está molesto porque México está de novio con Rusia por ser simplemente Rusia. Chile no confía en tu hermano por lo mismo y yo... bueno, estoy sorprendido. Soy sólo otro del grupo "rechazados por México". -

- Así que eso era... -

Me rasqué la nuca, ¿a quiénes más habría rechazado ese bello americano? La noche la pasé con Canadá, una conversación amena que incluso, a la mala gana, me hizo felicitar a México y Rusia por su relación. Por otra parte me inquietó y no logré dormir bien toda la noche pensando en lo que salió de su boca, ni las palabras de Belarús disculpándose me brindaron paz.

"Cuando confesé mis sentimientos al taquito me negó con dulzura. Admitió que le gustaba cierto bicolor con el que había salido unos meses, sabía que eras tú... no preguntes cómo. Luego de unos meses Mex me dijo que ya tenía una relación con uno de los hijos de Urss y haría una reunión para celebrarlo, no le pregunté quién pues estaba seguro que eras tú, Ucrania, jamás supe que era Rusia."