🇲🇽🇷🇺□×9×□🇨🇦🇺🇦

1.4K 162 59
                                    


Y la luz inundó la habitación, ¿cómo es que olvidaron cerrar las cortinas? Para molestia del ucraniano eso fue lo primero que cuestionó apenas abrió los ojos.

Había pasado aproximadamente una semana y los encuentros con el mexicano fueron desde besos a escondidas hasta compartir la misma cama por una hora, quizás dos, mientras Rusia o Canadá no les descubrieran estaría todo bien, aunque era más complicado con los hermanos latinos rondando.

— ¿Estás despierto ya...? ¿Ucrania?—.

—¿Otra pesadilla, amor?—.

Se volteó ligeramente encontrando esos orbes verdes cristalizados por abundantes lágrimas, suficiente respuesta para abrazarlo intentando consolarlo.

—¿Qué te está atormentando últimamente? Realmente es extraño.—

—De nuevo algo del pasado con mi padre...—

Suavemente acarició sus rizos rojizos y la espalda desnuda, mientras este se aferraba a su pareja sabiendo la triste realidad de la relación, un noviazgo que se desmoronaba en tan sólo días, y, por más que quisiera ignorarlo, no podía.

—Alégrate, hoy saldrás con tu hermano...— comentó con alegría el bicolor ojos celestes.—

Si decía que no iría sus planes estarían frustrados por más mal que se sintiese al seguir jugando con todos...

—Claro... lo sé, a Perú le gustaría que fueras también Ucrania.—

—Quedé con Rusia en un café, perdón amor...—

—Entiendo, no importa. Sólo salgamos de este cuarto.—

Los últimos días se estaba preguntando si una vez que saliera del país rumbo a Canadá todo acabaría... darle vueltas era como un cuchillo que pasaba sin cuidado sobre su piel, rasgándola.

¿Qué pasaría con Canadá?

A veces los abrazos no eran tan reconfortantes y otras eran la calidez que tanto necesitaba, pero su voz calmada y suave no le estremecía como la del latino, sólo le hacía sentir culpable.

¿Cómo fue que todo cambió tan rápido? Una semana y ya estaba pensando en deshechar esos dos años con el norteamericano más de lo que quisiera.

Más...

Más...

— ¡M...más! ¡Ucrania~! ¡Ah-! Puta madre... ¡Ugh! Ah... mmgh—.

— Eres muy malo... ngh... guardando ah... silencio—

De nuevo había caído en ese espiral de deseo, lujuria, asquerosa venganza... México era cargado por el descendiente de Urss, siendo penetrado lenta y tortuosamente.

Sus alientos chocaban, volvían el ambiente más fogoso y los sonidos que llenaban la habitación eran gemidos, choques de sus pieles desnudas sin vergüenza que colgara un cuadro del ruso junto a su amado en la pared.

Las manos del mayor se aferraban con fuerza a Ucrania, rasguñaba su espalda sin temor a las marcas, le mordía los hombros con descaro, con malicia, con furia. El sexo con ese "pequeño" era de lo más excitante y doloroso, disfrutaba cada sensación, cada movimiento, cada beso y caricia mientras intentaba mover las caderas solo para pero al percatarse de esto, el bicolor lo lanzó a la cama, este último se quedó admirando la anatomía mexicana relamiéndose los labios.

México no podía dejar de ver esas marcas rojizas que cubrían partes del cuerpo contrario y esa gran zona deformada en su hombro derecho que al primer contacto era incómodo pero aprendió a adorar con el tiempo.

☆CHEAT☆ [UƈɾαMҽx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora