Capítulo 15

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En alguna parte.

—No quise dejar sola a Fumiya —dijo Fyodor tratando de contener su llanto aparentando tener la actitud despreocupada de siempre.
—Dos-kun —llamó Gogol.
—Nikolai —se sorprendió Fyodor al ver a su compañero.
—Vamos no te exaltes —ríe—. Sé que estás enamorado de la hija de tu peor enemigo y lo peor es que ella es demasiado menor para ti. Tienes que darte cuenta que tú y ella son de mundos opuestos. El que estés enamorado de una niña es bastante enfermizo.

Fyodor se molestó ante el comentario de Gogol.

—Extiende su capa—. Si quieres puedo traer a Fumiya por ti —se comprometió Gogol.
—No —suspira—. Traté de atacarla y me tuvo miedo, estaba a centímetros de su expresión de terror; solo voy a observarla de lejos, no quiero lastimarla.

Mientras tanto.

—Fyodor no puede lastimar a Fumiya —le comenta Dazai a Chuuya.
—Pero trató de matarla anoche —dijo Chuuya muy molesto.
—No, solo quería asustarla para poder huir, confío en esa parte de él, ese imbécil en verdad ama a nuestra hija. No soy tan asqueroso como él, a mí me gustaban todo tipo de mujeres pero nunca me fijé en una niña —dijo de manera pacífica.
—De acuerdo, pero si quieres atraparlo tendrás que usar a nuestra hija para poder distraerlo —Chuuya da un suspiro, en realidad le molestó ligeramente el comentario que hizo acerca de las mujeres que le gustaban—. Tendrás la ayuda de la Port Mafia, pero tendrás que hacerlo rápido antes de que él se entere.
—Sí, encontraré el libro y me encargaré de que esté seguro —sonríe—. Tal vez lo utilice para eliminar a aquellos que lo quieren.
–Ya veremos —le toca la mejilla—, al tener el libro las personas cercanas a ti estarán en peligro constante, toma eso en cuenta.
—Claro, nadie sabrá que tengo el libro, mucho menos Fyodor.

En tanto.

—¡Fyodor-san no me dejes! —gritó Fumiya—. Te necesito —solloza.
—¡Fumiya-chan! —mencionó Fyodor
—¡Fyodor! —fue lo último que escuchó.
—¿Dos-kun? —llamó Gogol un poco confundido mientras lo agitaba con suavidad.

Fyodor se había quedado dormido, estaba "soñando" con Fumiya, pero fue despertado por Gogol, eso fue bueno y fue malo al mismo tiempo.

—Lo lamento, quería descansar un poco ya que anoche tuve que escapar de Dazai —sintió Fyodor.

Fyodor y Gogol siguieron su camino.

2 semanas después.

—Al fin lo encontramos —dijo Dazai.
—Estará más seguro contigo Dazai-kun, procura proteger a Fumiya-chan por favor —dijo Mori con una sonrisa.
—Sí, yo protegeré a mi familia —menciona Dazai mientras hacia una reverencia y se iba.
—Dazai-kun. Vamos a confiar en ti —menciona Mori en su soledad.

Al llegar a casa Fumiya se lanzó a los brazos de su padre.

—¿Qué ocurre cariño? —preguntó Dazai por la inesperada bienvenida.
—Te amo papá —soltó Fumiya con una sonrisa.
—Yo a ti, mi niña hermosa —le besa la frente—. ¿Dónde está Chuuya?
—Mamá está preparando la comida —le respondió Fumiya.

Dazai fue a la cocina y Chuuya estaba haciendo de comer para los tres. Se veía tan concentrado y tan bello.

—Dazai —Chuuya se alegró de ver a Dazai de regreso.
—Estoy en casa querido Chuuya —lo besa.
—¿Ahora si seremos una familia? —preguntó Fumiya muy ansiosa.
—Aún falta, pero lo seremos cuando estemos casados —responde Chuuya.
—El matrimonio no es una obligación —Dazai le besa la frente.
—¡Pero nos amamos! —dijeron ambos.

Fumiya abraza a sus padres con mucha alegría.

Dentro de aquella pequeña había una inmensa felicidad; al fin iba tener una vida "normal". Tal vez no era una prioridad, pero deseaba tener una familia como cualquier otra... eso debería ser egoísta de su parte.

—Gracias por hacerme feliz —ríe–, espero que el pasado no cambie.
—Yo espero lo mismo —dijo Dazai—. No pienso soltar a mi familia.
—Papá, ¿cuándo volveré a ver a Fyodor? —preguntó Fumiya.
—¿Quieres verlo? —pregunta Dazai tratando de ocultar su disgusto y enojo.
—Sí, lo extraño mucho, ¿lo mataste? —Fumiya expresa una mirada triste.
—No —responde—. Tú quieres que esté vivo y por eso no lo he tocado, es tu amigo y lo quieres —lo último le costó trabajo decirlo.
—Papá... quiero escribir algo en tu libro, incluso si me lastimo o a Fyodor, no me interesa —dijo Fumiya.
—No Fumiya, si escribes algo en ek libro podrías cambiar el pasado, imagina: tal vez tú y yo jamás nos conocimos y tu madre y yo seguiríamos evitándonos —le menciona Dazai.
—Pero yo... —suspira— okey, busca a Fyodor por mí —le pidió Fumiya.
—De acuerdo, lo haré —dijo Dazai totalmente decidido.
—No estoy dispuesto a dejar ir a mi hija a los 5 años —dijo Chuuya muy molesto— mucho menos con alguien que podría ser su padre.
—¿A qué te refieres mamá? —preguntó muy confundida.
—Chuuya~ —lo jala del cuello de su camisa—. Danos un momento a solas princesa, debo hablar con mamá y hay cosas que no debes de ver —dijo Dazai mientras se llevaba a Chuuya a su habitación ignorando las quejas del pelirrojo.
—Okey —susurró la pequeña.

Fumiya aprovechó para buscar algo, entró a su mundo y comenzó a caminar por los pasillos.

—«Por ser la creadora de este mundo, no puedo perderme» —dijo Fumiya para sí misma—. Creo que puedo ver esas cosas.

Fumiya encontró pequeñas puertas que podrían ver cualquier parte del mundo, logró encontrar a Fyodor y escuchó atentamente.

—Necesito encontrar el libro para poder acabar con todas las personas con habilidades —comenta Fyodor mientras tomaba una taza de café.
—Pero tu adorada Fumiya y sus padres... estoy de tu lado, pero no creo que sea lo que en verdad quieres, desde que conoció a esa niña ha cambiado mucho, no es lo que quiere en realidad —dijo Gogol de una manera más seria—. Mr dijiste que nunca le harías daño.
—Fumiya-chan es una niña muy dulce, no quiero afectarla, me da igual que sea la única familia con habilidades —suspira—. Yo quiero convertirme en el dios de este mundo.
—Piénsalo bien Fyodor-san —se ríe—. Mejor busquemos a la hermosa niña que nos está mirando.
—¿Qué?

Fumiya se impactó y tomó de los brazos a Fyodor y a Gogol por los nervios. Ellos aparecieron en su habitación aunque no de buena manera. Chocaron con varias cosas de aquella pequeña niña.

—¿De nuevo aquí? —se queja Fyodor, no quería estar en ese lugar.
—Por favor. Deja de ser tan malo —le pide Fumiya con una mirada triste—. Yo no quiero que te conviertas en Dios o que me alejes de mi familia, si me separas de todos ellos solo crearás algo más peligroso que tú.
—Mi intención nunca es hacerte daño. Sabes que yo...
—Querida Fumiya —Gogol hizo que ella se diera la vuelta—. Toma —le da una flor que provenía del interior de su capa.
—¿De dónde lo sacaste? —Fumiya estaba asombrada por aquella acción.
—No puedo revelar mis trucos —le comenta Gogol con una sonrisa—. Pero una niña hermosa como tú jamás debe borrar esa esperanza de su ser.

Fyodor se molestó y alejó a Gogol de Fumiya quedando frente a ella.

—¿Qué ocurre? —preguntó algo confundida.
—¿Qué hacen tus padres en este momento? —preguntó Fyodor con curiosidad y preocupación.
—No lo sé, creo que papá se enojó con mamá y se metieron al cuarto —dijo Fumiya.
—Tus padres deben estar muy ocupados con su discusión —dijo Gogol entre risas—. Si que deben estar muy ocupados.
—Quieres callarte —menciona Fyodor con un aura siniestra—. Fumiya hay que ir por un helado, tus papás están ocupados así que mejor hay que salir un momento.
—Okey —dijo Fumiya con una sonrisa.

Los tres salieron de la habitación y Fyodor le cubrió los oídos a Fumiya ya que realmente los gemidos de Chuuya eran muy fuertes.

—Va muy en serio cuando dijeron que iban a darle un hermano, Dos-kun —dijo Gogol con una leve risa.
—Silencio que van a escucharnos —susurra Fyodor mientras empujaba a Gogol fuera de la casa.

Los tres salen de la casa en completo silencio, Chuuya y Dazai estaban tan ocupados que no se dieron cuenta.

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