Chocolate caliente [KawoShin Xmas 2019]

Navidad nostálgica

Por: CiphxrP

Resumen: A Shinji le hubiera gustado que ese día la armonía fuera una palabra común, aunque no todos estuvieran de acuerdo en decorar un árbol de navidad para demostrar lo único y apacible que era, unos pocos aún se reservaban ese espíritu tan característico que acarreaba memorias nostálgicas.

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Todos los años, esa festividad impactaba de forma abrupta en las instalaciones de NERV. Algunos preferían evadir los comentarios tan enérgicos de Misato respecto al tema, de salir alguna vez y buscar un pino el cuál decorar.

Uno grande, de matices atractivos... ¡Quién lo viera quedaría embelesado por el gran esfuerzo propuesto entre todos los miembros! Podría parecer que todas las palabras exclamadas eran lanzadas al aire a ciegas, sin embargo, uno de los pocos que realmente estaba poniendo atención al carcomido tema de conversación era Shinji Ikari. Por supuesto, eran días que realmente le ponían los ojos brillosos, y con ganas de vagar en la felicidad tras divisar las complejidades existenciales después de ser seleccionado para pilotear un Eva.

Fue una tarde compacta, donde los comentarios acerca de todo el embrollo inicial finalizaron, y el aroma a café no hacía más que embriagar sus fosas nasales hasta el punto de hastiar.

El gélido ambiente que probó horas más tarde fueron lo suficiente para capturar el interés completo de Ikari en deleitarse con un escenario distinto a lo visto días previos, magistral, implacable. Contarle a Asuka respecto a lo que sentía en esos días iba a ser un momento botado a la basura, porque ante la desgracia del ojo de la tormenta, ella era reacia a un carácter fuerte.

Rei mostraba señales de monotonía en cualquier ámbito posible. Pero algo destacable de todo el asunto es que aspiraba un grado de confianza más fluido que el de la muchacha de cabellos rojizos. La cabeza le daba vueltas en una torrencial indecisión que finalizó en chocarse con Kaworu Nagisa, el Quinto niño, un compañero que logra volverse íntimo entre las raíces de Shinji al poco tiempo de arribar como un misterioso piloto a los cuarteles de Nerv.

—Hola de nuevo, Shinji —exclamó con eterna pasividad el joven de cabello gris, saludándole con la mano. Ligera costumbre a la cual ambos se adaptaron rápidamente.

—¡Kaworu, hola! —la energía perspicaz es inevitable. Por supuesto, él era alguien de confiar la emoción que desbordaba —¿Qué tal todo?

Sus manos parecían moverse por sí solas. Sin duda fue algo que el adverso pudo notar apenas afila la mirada. Algo fijo, intentaba rebuscar entre su pensar lo que ocasionaba tal sensación, pero sólo se limita a preguntarle con el fin de eliminar el pesado ambiente detrás suyo.

—Estás emocionado por alguna razón, ¿no es así? —la réplica, sin duda, le clava un momento sorpresivo, más asiente con total honestidad— Me encantaría escuchar el por qué, Shinji —el albino tenía un propósito extra; Anhelaba cuidar y escuchar las palabras del otro como si fuera un preciado tesoro, esconderlas en su orgánico ser, apreciarlas desde distintos puntos de vista.

Él no destilaba ciertos aires de indiferencia. Tragó saliva con efusividad, antes de preparar su desgastada voz con el fin de explicarle.

En las navidades, el egoísmo y vago despecho hacían presencia en la familia Ikari. Después de la muerte de Yui, la exuberante sonrisa de su marido desapareció y con ello se arrancó el distópico odio hacía el fruto de su perdurable relación. El poco tacto mundano que los unía apenas hizo entender lo difícil que iba a ser obtener un poco de felicidad juntos desde ahora.