Acababa de salir de la cafetería, llevaba dos cafés, un espresso y un late de vainilla junto con un muffin de red velvet. Me senté en una de las mesas de afuera a esperar a mi acompañante, siempre se le hacia tarde para llegar a el trabajo y aun así se tomaba el tiempo de tomar café conmigo mientras caminábamos hasta el y de conversar. La divise entre la gente que se aproximaba,
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Venia corriendo, con el cabello alborotado y preocupada como siempre - lo siento Tom me quede dormida, perdona por hacerte esperar. Intentaba recuperar el aliento por el esfuerzo - no te preocupes aun tenemos tiempo. No trabajábamos en el mismo lugar, pero su oficina estaba cerca del teatro, la había conocido una mañana en esta misma cafeteria, yo iba saliendo cuando ella me golpeo con la puerta en la cara y derrame el café en mi ropa, se disculpo, intento limpiarlo pero solo lo empeoro, aun así fue muy amable y se ofreció a llevar la ropa a la lavandería. Desde entonces me di cuenta que siempre iba corriendo y siempre ordenaba lo mismo. Me pareció linda, así que comenzamos a hablar y nos hicimos amigos, pero yo sentía algo mas que una amistad. - te compre esto se que son tus favoritos- le ofrecí el latte y el muffin, ellas los tomo y me sonrió. - muchas gracias Tom eres un amor- me beso en la mejilla y se alejo un poco, me quede como tonto solo viendola - vienes?- - eh... s.si ya voy- tome mi café y camine junto a ella. Así eran mis mañanas, siempre la esperaba en la cafetería y caminábamos hasta el trabajo donde nos separabamos, por la tarde volvíamos juntos a nuestro hogar, su departamento estaba a unas cuadras más lejos del mio pero siempre la acompañaba hasta el, era perfecto excepto que intente invitarla a salir un par de veces y me rechazo, su escusa era que tenia mucho trabajo, le creía pero no del todo. Hice mi ultimo intento y acepto. La lleve a cenar y al teatro, después decidimos caminar bajo el cielo nocturno, hablamos de nuestro pasado, de las cosas que nos gustaban de las que no, de mucho y nada a la vez, así que tome valor y la bese, ella me correspondio, el beso fue lento y suave pero se volvió profundo e intensa, entonces sentí lagrimas empapar mi rostro, abrí los ojos y ella me empujo levemente para romper el beso, estaba llorando y su maquillaje se había corrido. - que sucede acaso hice algo mal- ella negó y se alejo - no... esto no puede ser perdoname- se dio la vuelta y corrio, fui tras de ella y la detuve del brazo --por que no?, yo te quiero y crei que sentías lo mismo- - si lo siento... p.pe..pero esto no puede ser, Perdóname no debí hacerte esto- se safo de mi agarre y se fue. Y me dejo ahí solo con el corazón roto y confundido. Pasaron los días y no se apareció por la cafeteria, me comenzaba a preocupar, no importaba que me hubiera rechazado tenia que buscarla.llame a su teléfono pero siempre me saltaba a el buzon, fui a su departamento, nadie salio, pregunte por ella en su trabajo y me dijeron que la habían enviado a New York hace unos dias, mi corazón se rompió más se marcho y no se despidió, no volvería a verla lo único que me quedaba era un corazón destrozado y el dulce sabor de sus labios. ...
Había pasado tres meses, tanto fue el éxito de la obra que estábamos en Broadway, al llegar a la ciudad lo primero que hice fue ir a caminar, quería relajar un poco sentir la ciudad. Me disponía a cruzar una calle, cuando algo hizo que me paralizará a media calle , una chica venia corriendo hacia mi, era ella me empujo el hombro y siguió su camino, salí de mi estupor y trate de seguirla pero había tanta gente que la perdí de inmediato, de verdad era ella o era mi mente jugando conmigo, reaccione cuando un coche toco la bocina aun no llegaba a la acera, seguí mi camino pensando en lo que había sucedido.
