Mira con quien te metiste

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-¿Que quieres, que le de mi casa a Maricela?-
-Si. BÁRBARA ES TU HI..-
-No te atrevas Santos, puedes arrepentirte-
-¿Ah si?-
Agarro todas sus prendas, se vistió rapidamente
-¿Adonde te vas?-
-No quiero saber nada más de ti Bárbara, hasta que entiendas-
-Nadie me dice que hacer-
Se fue, sin más

-Maldito, no sabe lo que le espera, nadie me deja-
....
-¡Eustaquia!, ven aquí-
- ¿Que pasa mija?-
- Decile a juan primito que me prepare el caballo que voy a salir-
-¿Estas segura?, puede hacer...-
-Estoy segura Eustaquia, haz lo que te pido-

15 minutos más tarde salío hacía el pueblo. Cuando ya iba dejando la barquereña atras, vio que alguien más se acercaba a caballo, deseo que fuera Santos pero era alguien mas

-¿Que haces tu aquí?, no te he mandado a llamar- Era Antonio 
- Doña, los muchachos estan reclamando por que no ha ido a ver la construcción del rancho nuevo-
- ¿Y quienes se creen que son? Sino fui es algo que no les importa, que sigan trabajando-
Asintio sacandose el sombrero, A Bárbara se le cruzó una nueva idea por la cabeza y estaba dispuesta a cumplirla

Cuando su caballo daba la vuelta lo frenó 
-Antonio, acompañame a la barquereña que tengo la plata de ellos-
-Doña, mejor dese...-
-Antonio, haz lo que te digo, vamos-

Resignado, Antonio la siguió; Bárbara bajó del caballo y se dirigió a la habitación, se cambió la blusa por una con un escote más pronunciado y se dirigió al que fue el despacho de Barquero. Salió de ahí para encontrar a Antonio el hombre perfecto para vengarse de Santos

Cuando Antonio la vio reivindicó que era la mujer más bonita que sus ojos habían visto y aunque el pensamiento duró un segundo, ya que no quería caer en sus tentaciones, ya había cedido ante cualquier cosa que esa doña le pidiera.

-¿Tonio, que te pasó? Quedaste paralizado-
-Nada doña-
-Toma, tomate esto- le cedió un vasito con tequila 
-Disculpeme doña pero...-
-No tengas miedo, yo tomo primero si quieres- se tomo el vasito de un saque y así Antonio tomó tambien
-Doña va a ser mejor que yo me vaya-
- Todavía no te di el dinero-
-Pero sería mejor si se lo entregara a ellos personalmente-
-Tu no te vas a ir de aquí hasta no tener el dinero, ademas Eustaquia esta haciendo una cena deliciosa así que vas a quedarte-
-Doña...-
-No digas que no-
No respondio, solo se miraron un instante, Bárbara invento una excusa y se dirigió a su habitación 

-Santos Luzardo va a saber con quien se metió- 

Fue a la cocina y le especificó a Eustaquia hacer una cena que fuera por demas deliciosa y a pesar de las advertencias de esta, prosiguió con su plan volviendo a la sala.

-La cena va a estar lista en unos minutos- sirvió otro trago
-toma-
Sin decir nada Toñio tomó. Bárbara se sentó, apoyo su pierna sobre la otra y lo observó; desde los pies hasta la cabeza y viceversa. Es hombre era el amigo de Santos Luzardo, era como un hermano para él, no había mejor manera de castigarlo.

-¿No piensas sentarte?-
- Doña Bárbara, de veras debería irme-
-¿Otra vez con eso?, te quedaras a cenar y no se discute más, sientate.-

Toñio se sentó, se quitó el sombrero y aceptó un trago más, pronto llego la comida, Bárbara no mentía la cena estaba deliciosa 

-Y dime, ¿como va el rancho nuevo? ¿Lo tendrán en dos semanas más como lo pedí?- Antonio tomó un sorbo del agua y miró al plato
-Respondeme-
-Si, si lo tendrán- La miró fijo a los ojos, lo estaba embrujando, estaba seguro. O tal vez, no solo era la mujer más bonita de la Arauca sino que quería lo mismo que el en ese momento.

- Eustaquia traenos la botella de ron, la que esta guardada- y así fue, la trajo y la dejó sobre la mesa. 

-Este lo trajeron desde Argentina para mí- le sirvió y le acercó el vaso, él sólo miró 
-no vas a resistirte a los encantos de un buen trago,anda- Lo tomaron, juntos. Antonio sentía un fuego que le crecía por dentro. Sabia que estaba mal, que podía lastimar a Santos y decepcionar a las personas,el quería y deseaba a Bárbara. Pero, ¿Como tenerla si parecía inalcanzable?. Finalizaron la cena minutos despues

-Muchas gracias doña, ahora si me disculpa debo ir a mi casa-
- Antes acompañame a buscar el resto del dinero-

Se dirigieron a la habitación, Antonio no se controló más y cuando entraron en la habitación la tomó por detras y la giró apretandola contra su pecho, Bárbara reaccionó rapidamente pegandole y tomándolo del pelo.

-¿Que crees que haces? Acá la situación la manejo yo- lo miró a los ojos y lo besó salvajemente. Sus lenguas juguetearon un tiempo prudente y luego ella lo llevó a la cama, lo lanzo sobre ella y se subió arriba. Se quitó la camisa y ella la blusa. Bárbara le desabrocho el cinto y el pantalón y se lo bajó. Lo besó devuelta, se termino de sacar la ropa que le quedaba a ambos y se introdujo en él. Tuvieron sexo largo rato y luego descansaron. Antonio sentía que había sentimientos nuevos en él despues de ese encuentro y tenia miedo, nada podía pasar pero las reglas no las ponía él. Bárbara por otro lado había logrado lo que quería, pero su venganza recién había empezado

Vengate, amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora