Chiara
Sabía que todos los habitantes del inframundo creían que era una simple demonio porqué todavía mis poderes no hacen acto de presencia pero, he investigado sobre los primeros demonios que habitaron la tierra y no, no hablo de Lucifer y los siete arcángeles que también se habían rebelado contra Dios. Hablo de los primeros pecadores mortales, aquellos humanos que Dios castigó por sus pecados en la Tierra.
Tenían ojos rojos, su color de piel era muy difícil de describir —o eso decían aquellos libros—, no poseían poderes, en pocas palabras, eran inservibles, su único objetivo y deber era: matar a los mortales o hacerles la vida imposible. Me da asco al pensar que existe una pequeña posibilidad de que pertenezca a ser una de ellos.
Siempre me ha llamado la atención de estudiar cada especie, me importaba una mierda si aquellas criaturas o seres diferentes a nosotros eran nuestros enemigos. Soy muy curiosa y me gusta descubrir cosas nuevas sobre cada ser y la especie que más ha llamado mi intención siempre han sido los humanos.
Mortales.
—¿Chiara? —La voz de mi madre al otro lado de la puerta me obliga a salir de mis pensamientos.
Me incorporo del suelo, observaba el cielo nocturno acostada en el suelo y me he perdido con mis pensamientos, se suponía que ya estaba lista para ir a dormir, pero no he podido conciliar el sueño. Camino hasta la puerta y al abrirla me encuentro a mi madre con su cabello pelirrojo recogido a un lado, sus ojos avellanas contemplando mi cuerpo de pies a cabeza y regalándome un cálida sonrisa.
—Buenas noches, cariño —susurra mi madre y se despide dándome un beso en la coronilla. Una vez que la veo bajar las escaleras, espero varios minutos hasta escuchar el sonido de una puerta cerrarse. Vuelvo a encerrarme en mi habitación y con prisa peino mi largo cabello castaño oscuro en una cola de caballo.
Busco mi bolso y al lado de la puerta de mi dormitorio. Siempre llevaba ese pequeño bolso conmigo cada vez que iba a un lugar, por mis otras experiencias que he tenido en aquella dimensión, me han enseñado que es bueno llevar ropa extra y algunos otros accesorios.
Comienzo a desvestirme para luego rebuscar en mi armario por algo de ropa mundana y decido ponerme un polo negro, una chaqueta de cuero, unos jeans de color gris y un par de botas desgastadas que antes eran de color negro. He visto muchas mortales vestidas así, espero pasar desapercibida esta vez.
Sin hacer mucho ruido abro la puerta de mi habitación a la vez que tomo el pequeño bolso, desciendo por las escaleras y salgo por la puerta trasera. Mi familia nunca se ha enterado de lo que hago por las noches, bueno, tampoco es que deberían saberlo —no es asunto de ellos—. Cierro la puerta trasera y comienzo a vacilar.
Siempre he tenido miedo a que los humanos descubran mi especie, pero, todo saldrá bien si no revelo mi verdadera identidad, ¿no?
Sin pensarlo más, entro al bosque. A mi familia siempre le ha gustado vivir cerca de bosques y no tengo la menor idea del porque. Creo que es una especie de tradición como lo llamarían los mortales.
He visto muchos videos donde los humanos son asesinados en los bosques, a algunos les asustaba, a otros les encantaban y a otros les aburría. Yo pertenezco al último. Creo que se llaman películas de terror.
Me adentro más en el bosque, voy siguiendo las pequeñas señales que había marcado en años anteriores. Me he escapado muchas veces de casa, o mejor dicho, me he escapado demasiadas veces de esta dimensión.
Mi padre desde pequeña me había hablado tantas veces de las diversas formas de cómo podemos alimentarnos, existen muchas opciones: bebiendo sangre de los mortales, comiendo carne, adquiriendo la energía de los mortales, entre otras. Sin duda la que más me llamo la atención fue esta última. Desde ese día he tenido una inmensa curiosidad por los humanos, tiempo después me dediqué también a estudiar a los ángeles.
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Deadly
FantasyChiara Hansen, siempre tuvo miedo de no descubrir su verdadera identidad. Siempre lo tuvo pero, nadie notaba aquel miedo que cada vez la hacía insegura de sí misma. Siempre entrenaba para descubrir sus poderes, siempre entrenaba para ser la mejor...