98•Comunicación

43 5 0
                                    

-Margo no vayas- dijo Spencer mientras con Chris intentábamos sacarle las cadenas que lo tenían apresado al suelo -por favor-

-no me va a pasar nada- le mencioné tratando de calmarlo, pero estaba nervioso, tragaba demasiada saliva, pestañeaba más rápido y su frecuencia respiratoria aumentaba, el pecho le subía y bajaba con mayor rapidez.

-eso no lo sabes- dijo observándome detrás de la vitrina que conformaban sus lentes -Cassius mató a Löf, la mató Margo, y tenía las mismas marcas que tú, puede que incluso más-

-Cassius cree que me entrenó Zet- le mencioné clavando los pies en el suelo a la vez que tiraba de la cadena hacia arriba, por más fuerza que usaba no podía soltarla de los adoquines.

-¿y no fue así?- preguntó Spencer frunciendo el ceño -te confinó dos semanas solo a entrenamiento-

-no fue solo él el que me entrenó Spens- murmuré tratando de hacer palanca con el Rä para soltarlo, pero estaba soldado, el metal se había fundido y no parecía que fuese a soltarse.

-Janick- contestó de forma obvia, pero negué con la cabeza.

-no, El Comandante estuvo conmigo, a veces discutiendo con Janick y con Zet, pero por eso Janick fue a entrenarte a ti, salvo que no tengo ningún hacha que te pueda servir- respondí y él se vio asombrado de que lo supiera -me fui a Rinix, estuve más tiempo allá, el tiempo pasa diferente allí que en Zemptra-

-¿estuviste en Rinix?- asentí con la cabeza
-¿cuanto tiempo?-

-dos meses, El Comandante me entrenó- solté la cadena y me di por vencida.

-wow ¿porque no me lo dijiste?- ladeó la cabeza sorprendido de que no se lo hubiera mencionado.

-estuve una semana en Zemptra con Zet y Roa meses en Rinix- me encogí de hombros -no fue la gran diferencia para mi, estaba cómoda-

-claro que sí, estabas con El Comandante ¿cómo no ibas a estar cómoda?- alzó ambas cejas mientras sonreía.

La luz comenzó a aparecer por la ventanilla de la celda, se estaba haciendo de día, ya era momento en donde tendría que ir a defender mi propia libertad y la de Spencer, no pensaba quedarme aquí sometida a la voluntad de un tercero.

-Margo- dijo Chris desde la puerta, llevaba la llave de la cadena de Spencer en la mano -es hora- asentí con la cabeza a la vez que él soltaba a Spencer del suelo.

-si, solo espero que enserio haya hecho lo que le dije- me encogí de hombros.

-¿por qué querías que estuviera el pueblo allí?- frunció el ceño.

-se llama presión psicológica, él reina aquí, él es el soberano y la gente como tú lo respeta, y si ve a su pueblo allí va a bajar un poco la guardia, habrá mucha gente, demasiada cómo para no quedar mal- me encogí de hombros.

Spencer quedó libre y se acercó a mi lado bajando la bandana de la mitad de mi rostro. No quería que lo hiciera, pero lo hizo y vio los golpes que me había llevado.

-te golpearon- dijo observándome a los ojos.

-deberías haber visto cómo quedaron los otros- sonreí levemente pero no entendió lo que le estaba diciendo.

-¿ver? ¿Qué va a a ver Margo?- preguntó Chris -están hechos cenizas- rió un momento.

-¿cenizas?- Spencer frunció el ceño quitando sus dedos de mi rostro con bastante sutileza.

-no me había pasado jamás, estaba tan presionada en la situación que exploté, no literalmente, de hecho, mi cuerpo produjo tanta energía en forma de calor que tomó la temperatura parecida a la de una explosión y se esparció, los sujetos quedaron hechos cenizas- le expliqué de manera acotada.

𝟏𝟏𝟗 𝐃𝐢𝐚𝐬 𝐃𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora