Capítulo 14

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*Cometí un error en el anterior capítulo: hacía dos capítulos los gemelos dijeron que la fiesta sería en la torre de astronomía, mientras que yo con mi torpeza universal (:v) en el anterior cap puse que era en la sala común de Gryffindor. Resumen, la fiesta es en la torre de astronomía, porque además los invitados miembros de otras casas no pueden saber la contraseña de la sala común de Gryffindor xd. Fin del comunicado*

Se podía ver como el sol comenzaba a ponerse haciendo un hermoso atardecer a través de las grandes ventanas de la torre de astronomía. En aquel momento Draco, Bastian, Melanie, Hermione, Ginny y Ron estaban hablando en una esquina de la sala, al lado de la mesa de las bebidas. Melanie aprovechó para contar a los demás acerca de lo que estaba sucediendo con Harry el último mes.
-Ahora que lo dices... Sí que lo he notado raro estos días-objetó Ron mientras se comía un nacho.
-Hay veces que de repente se pone a hablar de Cho... Y te compara con ella-dijo Hermione con un hilo de voz.
-¿¡QUÉ HACE QUÉ!?
-Sí-afirmó-. Dice cosas como "Melanie no tiene tanta madera de buscadora como Cho" y cosas así de obvias-Melanie frunció el ceño-. ¡Melanie, es obvio que no tienes tanta habilidad como buscadora porque eres cazadora!
-Melanie, no te desanimes porque una chica como esa sea mejog que tú en algo...-dijo el francés.
-No quería decir eso... Quiero lo mejor para Harry, eso es todo... Y no sé si alguien como...
-Hablando del rey de Roma-dijo Ginny. Estaba mirando hacia el centro de la pista; Harry había dejado a Cho para unirse con su grupo de amigos. El pelinegro vino con los ojos clavados en Melanie, la cual lo recibió con los brazos cruzados y una sonrisa forzada. El ambiente había cambiado completamente y en aquel momento una canción lenta sonaba por la torre de astronomía. Después de saludar a todos alegremente, Harry se arrodilló en frente de Melanie y dijo:
-Me preguntaba si la señorita Jones, me concedería este baile.
-Em... -la Gryffindor miró a sus amigos, especialmente a Hermione y a Draco, que no estaban del todo convencidos. Hermione hizo un gesto con la cabeza como si quisiera decir "adelante"-. Vale.
Si tomos sinceros, aquello parecía una boda: Harry y Melanie, vestidos de novios cadáveres en medio de la pista, bailaban una canción no del todo lenta, pero muy alegre.
Melanie se sentía mal; estaba bailando con Harry, en el cual no confiaba por aquellos momentos, se sentía culpable, y Harry no se merecía algo así.
"No. Espera" susurró una voz en la mente de Melanie "Antes de nada tienes que saber la verdad".
Se sentía como en esas series de televisión de los 90's en las que aparecía una persona con un demonio en miniatura en uno de sus hombros, mientras que en el otro había un ángel que le aconsejaba que debía hacer lo correcto: decírselo.
Decidió ponerse del lado del diablo.
Sin pruebas no haría nada.
Apoyó su cabeza en el hombro de Harry y sonrió. ¿Cómo podía engañarle? Harry no era así. Harry era atento y cariñoso, nada de aquello que había estado pensando el último mes.
Al final de la canción los dos se hicieron una reverencia, en verdad habían disfrutado aquel momento. Se sintieron más unidos que nunca.
-Harry, espera aquí, tengo que ir al baño.
-Ya que estoy... Yo también voy. ¡Vamos!
Se encontraban delante de la puerta del baño de las chicas. Melanie le dijo que esperase aquí, que no tardaría nada, pero antes de poder atravesar la puerta, Harry cogió a su novia por la cintura y la miró unos segundos a los ojos antes de hundirse en un apasionado beso.
-¿Y esa traición? ¿Ya ha sucedido?-preguntó Harry después de separar sus labios de los de su novia.
-Sí-respondió Melanie sonriendo-. Me dijiste que me acompañarías al baño, no a besuquearme en medio del pasillo. Eso es traición.
Al fin, Melanie entró en el baño y se puso de pie delante de uno de los espejos. El maquillaje de novia cadáver se había corrido un poco debido al calor que le provocaba el vestido, pero eso no era lo que más le importaba por aquellos momentos: Harry y ella estaban bien. Después de todo aquello lo vio todo más claro que nunca. Melanie creyó que se encontraba sola hasta que uno de los grifos de encendió. Pansy Parkinson apareció delante de ella con su habitual uniforme de la casa Slytherin.
-Vaya-dijo al percatarse de la presencia de Melanie-. ¿Estás buscando una segunda pelea, Jones?-añadió con sarcasmo.
La Gryffindor no había vuelto a hablarse con Parkinson desde el día en el que casi les expulsan a ella y a Draco. Nunca habían sido amigas, ni se habían llevado especialmente bien, aunque desde que Melanie les libró de la expulsión, Pansy era consciente de que le debía un favor enorme.
-¿Nadie te ha invitado a la fiesta de Halloween, Parkinson?
-Las serpientes somos independientes, el hecho de que no me inviten a una fiesta no me ofende en verdad; nunca me he llevado bien con un Gryffindor.
Pansy clavó los ojos en el lavabo de mármol mientras hacía aparecer de la nada una toalla para secarse las manos.
-Será mejor que me vaya-concluyó la pelinegra con una voz apagada-. No estoy aquí para que una novia cadáver me llore en el hombro porque su hombre le haya rechazado.
Y con una sonrisa sarcástica abandonó el baño a grandes zancadas, aunque unos segundos después regresó corriendo y cerró la puerta de un portazo.
-Por Merlín-dijo mientras se tapaba la boca con las manos.
Melanie miró a Pansy sin entender nada de lo que acababa de ocurrir. La Gryffindor contestó desesperada que había visto ahí fuera, a lo que respondió:
-Tratándose de algo así, prefiero que lo compruebes con tus propios ojos.
Melanie se acercó lentamente a la puerta de madera del baño y la abrió un poco, entonces notó como Pansy asomaba su cabeza debajo de la suya para estar informada de todo lo que estaba a punto de ocurrir.
Cho se hallaba delante de Harry; estaba disfrazada de algo que Melanie no llegó a identificar, pero eso fue lo que menos le importó, pues la Ravenclaw cogió las manos de Harry. Estaban hablando, aunque ni Melanie ni Pansy llegaron a escuchar de que trataba la conversación. El corazón de Melanie comenzó a latir a mil por hora. Se temía lo peor. ¿Y si su teoría era cierta? Un mes entero de incertidumbre llegaría a su fin y quería obtener las respuestas.
Entonces pasó.
Cho acercó el rostro de Harry al suyo y comenzaron a besarse.
Melanie no pudo evitar que un mar de lágrimas cayeran por sus mejillas. Con intención de que Cho y Harry se enterasen de como se sentía, pasó corriendo delante de ellos acompañada de Pansy Parkinson.

Inesperado - Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora