Capítulo 10

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-¡Weasley, deja ese dónut para luego! ¡La hora de desayunar ya ha pasado! -ordenó una prefecta a George.
Los gritos de la sala común de Gryffindor se llegaban a escuchar hasta en el Gran Comedor. Era viernes, y las primeras clases de aquel día se habían suspendido para que los alumnos pudiesen preparar sus actividades para los alumnos de Beauxbatons y Durmstrang. En cuanto los prefectos consiguieron callar a casi todos los miembros de la casa Gryffindor, Melanie y Alicia Spinnet se unieron a ellos.
Angelina Johnson, que aquel año ejercía de prefecta comenzó a dar explicaciones:
-Bien, como sabéis, casa casa a elegido a dos alumnos para que puedan ayudarnos en las actividades. Las elegidas han sido Melanie Jones y Alicia Spinnet. Bien, ahora...
-¡Eh! Las dos son jugadoras de Quidditch-dijo Fred mientras se comía el dónut que George le había dado.
-¿Y qué?-respondió Angelina.
-Que, ¿por qué no nos has elegido a nosotros?-respondió Fred señalando a él y a su hermano. Todo Gryffindor comenzó a reírse, incluso el mismo Fred sonrió.
-¿En serio me lo preguntas, Weasley?-comentó Angelina mientras reía-A lo que iba, cualquier duda sobre la actividad, se lo preguntaréis a ellas, nosotros, los prefectos y el delegado iremos preparando lo demás.
-Angelina, ¿puedo decir algo?-preguntó Melanie. Angelina asintió sonriendo.
-Fuentes confiables me han dicho lo que harán las otras casas, o al menos lo que creen que harán. Slytherin hará una competición de duelos,
En el desayuno.
Draco!-saludó Melanie acercándose a la mesa de las serpientes-Pansy.
-¡Hola, Melanie! ¿Has dormido bien?
-Ni te imaginas, tengo una pregunta, ¿qué actividad vais a hacer en Slytherin para los nuevos alumnos?
-¿Estás a cargo de ello, por casualidad?
-N-no, bueno.
-Creo que harán una competición de...
-dijo Draco sin completar la frase mirando a su amiga para que le ayudase.
-Duelos-contestó Pansy-. De duelos.
Hufflepuff dará clases de cocina con elfos domésticos y Ravenclaw un torneo de ajedrez mágico.
La Gryffindor se alejó de la mesa de Slytherin después de tener una charla con Draco y se acercó a la mesa de Hufflepuff, donde su amiga Lilith Ross se levantaba de la mesa. Antes de que se fuese con Cedric corrió hacia ella.
Eh Lilith!-la Hufflepuff se percató de la presencia de su amiga y corrió a abrazarle.
Hey! ¿Ya sabes lo que van a hacer las demás casas para las actividades? ¡Porque yo sí!
-No me extraña, siempre te enteras de todo.
Lilith levantó una ceja fingiendo que el comentario le había molestado, pero después sonrió.
-Bien, nosotros haremos unas clases de cocina con los elfos domésticos y Ravenclaw hará un torneo de ajedrez. No sé ni la de tu casa ni la de Slytherin.
-¡No pasa nada! Has servido de mucha ayuda, ¡gracias!
-Vale-dijo Parvati Patil después de escuchar el discurso completo-Pero, ¿qué nos aporta saber las actividades de las demás casas?
-Muy fácil-respondió Angelina Johnson. Aparentaba estar extremadamente ilusionada por lo que iba a decir-. Porque con eso disponemos de una gran ventaja: podremos organizar una actividad con gran potencial, que le guste a todo el mundo. Porque... -la sonrisa de la morena se pronunció mucho más-La casa que más éxito tenga ganará 100 puntos.
Por toda la sala se escucharon gritos de alegría, ganar 100 puntos para Gryffindor de una vez supondría tener más posibilidades de ganar la copa de la casa a fin de año.
-¿A alguien se le ocurre alguna idea?
Los murmullos recorrieron la sala de Gryffindor como un rayo. Rápidamente a Harry se le encendió la bombilla.
-¿Qué tal... Partidos de Quidditch? Le gusta a todo el mundo, tanto verlo como jugarlo.
-Es... -comenzó a opinar Angelina-. Es perfecto.

.....
Después de decidir la actividad y haberlo organizado todo, la profesora Mcgonagall pidió a Nick Casi decapitado, el fantasma de Gryffindor, que fuera expandiendo la noticia de los partidos de Quidditch por todo el colegio. Lo mismo decidieron hacer las otras casas con sus respectivos fantasmas.
Al día siguiente iba viento en popa; el equipo de Quidditch se quedaría durante toda la actividad, los demás miembros optaron por quedarse en las gradas observando el panorama, como Ron y Hermione y otros se fueron a visitar a sus amigos de las otras casas. Pareció que la actividad de Gryffindor causó sensación; una larga fila de gente se extendía en el campo de Quidditch para poder apuntarse a la competición.
-¿Lo ves?-preguntó entusiasmado Ron.
-¿A Krum? ¡Sí! Míralo, está en las gradas... ¿¡Con Hermione!? Ron, esta es tu oportunidad, ¡corre! -exclamó Melanie riendo por lo bajo.
Cuando hubieron seleccionado la gente que habría en cada equipo para los partidos junto con los jugadores del equipo de Gryffindor, Melanie y Alicia se ocuparon de dar a los que no tenían escoba algunas escobas que encontraron en el escobero. Melanie y Harry, como jugadores destacados del equipo, fueron elegidos capitanes.
-¡Solo tenemos dos cosas que decir!-dijo Melanie a los jugadores de las otras escuelas y alguno que otro de Hogwarts- La snitch tiene un hechizo que la hace ir más lenta; no tenemos todo el día para un solo partido y, lo más importante: juego limpio, sin violencia. Estamos aquí para hacer amigos. Ahora, ¡todos a sus posiciones! Túnicas rojas con Harry y túnicas negras conmigo.
Harry miró de soslayo a su novia perplejo por la madera de líder que Melanie poseía. Tal y como había dicho Melanie, todos los jugadores se pusieron en sus posiciones para comenzar el partido. Primer partido, el equipo de Harry ganó si no hubiera sido por la torpeza del buscador de aquella tanda; tres cuartos de hora de duración. Segundo partido, la victoria para el equipo de Melanie; tres horas de duración.
Melanie y Harry volvían al campo de Quidditch después de un merecido descanso, no habían conseguido ningún momento de tranquilidad en todo el día hasta aquel pequeño rato. Melanie se ajustó de nuevo el uniforme de Quidditch y se acercó a los nuevos jugadores, la última tanda. Melanie se fijó en ellos y hubo algo que le llamó mucho la atención; Viktor Krum no había jugado en ninguno de los partidos.
"Necesitará descansar del mundial" pensó Melanie.
Después de explicar por tercera vez las normas, se repartieron las escobas.
-Esta para ti -murmuraba-, para ti, toma... ¡De nada! ¡Ups!
Repartiendo las escobas, Melanie se encontró con un chico rubio de ojos azul cielo bastante alto que no atinó a la hora de coger la escoba.
Pegdón! Qué togpe soy.
Dijo el chico con la cabeza agachada; parecía muy vergonzoso. Por su acento pudo deducir que el chico provenía de Beauxbatons.
-¡No pasa nada! -dijo Melanie con la intención de tranquilizarlo-Toma el bate, porque eres el golpeador del equipo de Harry, ¿no?
-Sí, muchas ggacias.
-¡No es nada!
Después de que todos los jugadores se colocaran en sus respectivas posiciones, la señora Hooch se situó en el centro del campo. Después de volver a aclarar que quería un juego limpio, pitó el silbato. Las catorce escobas pasaron de ser objetos apreciables a simple vista a borrones largos de colores oscuros. Melanie pasó la quaffle a una cazadora de su equipo; era una chica un poco más pequeña que ella, parecía de Beauxbatons, rubia como la gran parte de los de su escuela y al parecer era bastante buena. Atravesó el campo rapidísimo y marcó el primer gol, lo que hizo que la Gryffindor le animase para que marcase otros tantos.
-¡Bien! ¡Así me gusta! ¡Eh tú, el de Durmstrang, cuidado con las bludgers! ¡Ahí hay una!
-¡CUIDADO!
Antes de que pudiese darse la vuelta para ver que sucedía, Melanie se encontró con un dolor intenso en los hombros, no podía mantenerse derecha en la escoba. Sin importar lo que le sucediese a su Nimbus 2001, se resbaló de esta y calló al suelo, lo que multiplicó su dolor y lo dejó todo negro.
.....
Abrió los ojos. Estaba en la enfermería. Alguien se encontraba a su lado. Un chico rubio.
Era la primera vez que tenía un accidente jugando al Quidditch, y si hubiese imaginado lesionarse en un partido, lo habría imaginado en uno de los oficiales, en la Copa de Quidditch que aquel año no iba a celebrarse con motivo del torneo.
Después de reincorporarse del todo en la cama pudo distinguir al chico que estaba al lado de ella. No era Draco, ni Harry.
-¡Oh, ya estás despiegta!-respondió el chico de Beauxbatons al que tuvo que cogerle la escoba en el último partido. Melanie lo miró de forma extrañada por la presencia del chico, lo cual notó-. Pegdón. Cuando intenté defenderme de una bludger la bateé y fue hacia ti. Cgeí que quedagme aquí paga disculpagme seguía una buena opción.
-¡Tranquilo!-respondió Melanie tranquila-. Son cosas que pasan ¡Ay!
-Ah, y.. Te has goto la clavícula. La enfegmega dijo que estagías cugada en un pag de días. También quedaste inconsciente pog la caída.
-Bueno-carraspeó Melanie observando las vendas de su torso-. Creo que seré capaz de soportarlo. Por cierto, no nos hemos presentado. Soy Melanie Jones. ¿Cuál es tu nombre?
Antes de decirlo dudó, como si no se acordara de su propio nombre.
-Bastian Feraud. Encantado.
-¡Fíjate! La actividad ha surgido efecto, ya hemos hecho nuevos amigos.
Los dos rieron. Las risas fueron interrumpidas por unos pasos que se acercaban poco a poco. Provenían del pasillo. Melanie vio atravesar la puerta algo que jo había creído ver nunca. Draco y Harry hablaban alegremente mientras se dirigían a la cama de Melanie.
-¡Ey! Ya has despertado-fue lo primero que dijo Draco-. Vi todo desde las gradas, fue horrible, al menos te vas a poner bien, sería un horror que te hubiese ocurrido algo malo, no me lo perdonaría. Oh... -se detuvo mientras observaba a Bastian con detenimiento-El que rompió la clavícula a Mel, cararrajada, no me lo puedo creer, ¿no podrías tener más cuidado?
-Yo... Yo... No queguía...
-¿Qué no querías? Como le hagas algo más te juro que...
-¡Draco! ¡Es buen chico! ¡No lo hizo a propósito y lo sabes! ¡Déjalo en paz!
Bastian, sin saber que decir comenzó a alejarse de la cama de Melanie.
-Segá mejog que me vaya. Tengo cosas que haceg. Eh... Espego que te guecupegues. Au revoir...
Y en ese momento fue cuando la Señora Pomfrey vino a avisar de que Melanie podría regresar a la sala común de Gryffindor, pero con mucho cuidado.

Inesperado - Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora