Capítulo 9

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La luna brilla en lo más alto de la noche. Moomin le pide a la luna tener otra oportunidad de estar con Snufkin pero de una manera más seria y no un simple juego. Snufkin mira la luna desde su tienda para girar tres veces deseando a que las cosas fueran como antes.

Todos duermen cuando en eso se escucha un ruido. Snufkin sale para revisar, pero se lleva la sorpresa de que el lugar este cubierto por una densa neblina. Escucha a Moomin pedir ayuda desde el interior del bosque. Snufkin se adentra al bosque, pero los árboles le impiden seguir tomándolo de brazos y piernas. Él logra zafarse, pero se lleva la sorpresa de que aparece a orilla del mar.

Ve un barco todo destrozado cerca de la orilla. Una voz le dice que Moomin se perdió en el mar a lo que Snufkin decide entrar al agua, pero al adentrarse más aparece cerca de una fogata. Ahora estaba en el lugar donde ambos se conocieron por primera vez. Ve el bote, pero este ni siquiera se acerca y sigue su camino. Snufkin le suplica que vuelva, pero eso nunca sucede. Se pone a llorar, Teety woo se acerca a él.

—¿Teety woo? — le pregunta Snufkin.

—¿Eres Snufkin? ¿Puedes contarme una historia? — le pregunta Teety woo.

—No estoy de humor, tengo que esperar a que venga Moomin— dijo Snufkin secándose las lágrimas.

—¿Quién es Moomin? — pregunta Teety woo lo que eriza la piel de Snufkin.

—No salgas con bromas, tú sabes quién es Moomin— le responde algo grosero Snufkin— ¿Dónde está Moomin?

—No sé quién es Moomin.

—Moomin, mi mejor amigo. ¿Dónde está? — le pregunta Snufkin comenzando a asustarse.

—Nunca escuche hablar de él.

—¿¡Donde esta Moomin!? — le grita Snufkin ya hartó de la ignorancia de la criatura— Es alguien blanco y rechoncho que tú parabas de hablarme sobre él.

—Él no existe para ti— responde Teety woo con calma.

—Solo llévame a él.

—No lo entiendes. Ustedes nunca se conocieron.

—No, eso es imposible. Esto no puede estar pasando— dijo Snufkin sin poder creérselo— Tal vez si me apresuro pueda alcanzarlos.

—No creo que lo logres, el cometa ya se acerca— le dijo Teety woo viendo el cielo tornarse rojo. Snufkin cae de rodillas al suelo sin poder creérselo.

—Querías que todo volviese a como era antes. Esto es lo que hubiese ocurrido si ustedes nunca se hubiesen conocido.

—Yo no quería esto— dijo Snufkin sollozando— Yo quería que volviese a como era antes del juego, no me refería a esto.

—Tu deseo se cumplió. Aprovecha en buscar un refugio que te proteja del cometa.

—¿Ya no lo veré? — se pregunta Snufkin abrazándose.

—El lado bueno de todo esto es que ya no tendrás que visitar cada primavera el vallemoomin.

Snufkin se pone a llorar mientras la criatura desaparece por si sola. El cometa se acerca cada vez más. Toft se pone a su lado viendo como el mar retrocede por el calor que trae consigo el cometa.

—Es triste, ¿verdad? — le dice Toft pero Snufkin no responde— Ya veo, vas a quedarte sin hacer nada como aquella vez.

—Ya es tarde, nunca más lo volveré a ver.

—¿Por qué?

—Porque él se fue. Solo quería volver a mi vida de antes pero no sin él. Aunque intenté me será difícil olvidarlo.

—¿Por qué tienes que olvidarlo? — le pregunta Toft dejándolo sin palabras— La gente te dirá que lo olvides, pero en el fondo sabes que eso es imposible.

—Aún así, el juego acabo. Es mejor esto que soportar verlo con alguien más— dijo Snufkin— Tú no sabes lo que siente.

—¿Quién dice que no lo sé?

Toft camina hacia donde antes estaba el mar. El meteorito cada vez se acerca más y más. Snufkin toma de la mano a Toft impidiéndole seguir.

—¡No sigas! ¡No lograras nada caminando hacia la nada!

—¿Recuerdas como conociste a Moomin? — le pregunta Toft con una mirada fría.

—Su bote vino a mí. Pero ahora es distinto, porque ni siquiera se acercó.

—¿Cómo sabes si el bote estaba acercándose o alejándose? — le pregunta Toft. Snufkin le suelta la mano.

—Aquella vez, él me habló y yo le respondí— responde Snufkin imaginándose aquel día— Pensé que solo venía por mis historias, pero sucedió algo diferente.

—¿Por qué no intentas averiguar hacia dónde va el bote?

Snufkin le sonríe para ir hacia la dirección del bote. Sigue caminando sin verlo, lo único que ve es el cometa acercándose más. En eso escucha la voz de Moomin pidiendo ayuda. Corre hacia él, pero Moomin ni siquiera lo reconoce, eso deprime a Snufkin.

—Debemos buscar un refugio, el cometa ya viene en camino— dijo Moomin tratando de llevarlo a un lugar seguro, pero él hace caso omiso.

—No me importa— dijo Snufkin con una voz fría— De nada me sirve seguir si no puedes recordarme— Él lo abraza, Moomin no sabe cómo reaccionar— Solo quiero estar contigo.

Moomin lo abraza mientras esperan juntos el cometa. Snufkin le pide perdón para luego escuchar como el cometa impacta contra la tierra esperando su final. En eso despierta en su tienda de acampar descubriendo que fue una horrible pesadilla.

CompromisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora