Nuestro Futuro

124 11 0
                                    


Hoy era el día de san Valentín y ya le había comprado mi regalo a Ana, no sé si lo iba aceptar porque no habíamos halado de eso pero sé que quiero esto con ella y lo quiero ya, con Eliot habíamos hablado de tener un trabajo real, amo mi bar pero quiero sentirme útil y ganar de verdad dinero, habíamos decidido contratar a alguien que atendiera el bar e lo que nosotros trabajábamos, y es que ahora que había tomado esta decisión debíamos cambiar de casa, era muy lejos de la ciudad y la civilización y Ana necesita más estabilidad en su trabajo, y si quiero sentirme útil haciendo algo tengo que vivir más cerca de donde voy hacer las cosas, sabía que era bueno con los números, los negocios y las cosa grandes así que había decidido invertir el dinero que tenía en un negocio con los chicos, ellos me habían apoyado toda la vida y sabía que me apoyarían en esto, cuando les dije no dudaron en hacerlo y ayudarme

-    Sé que eres muy audaz en los negocios así que confiamos en ti – dijo Eliot abrazándome- no me quiero poner sentimental pero quiero que sepas que estoy contigo hermano

-    Y no dudes que yo también te apoyo en todo lo que decidas hacer- dijo Ethnan mirándome, sonríe sabía que ellos jamás me iban a dejar solo

-    Bueno- dije susurrando- creo que esta noche hare lo más importante primero- dije mirándolos

Ellos sonrieron y asintieron porque sabían a lo que me refiera, con la respuesta de hoy se definía mi futro, jamás había querido un futuro con nadie, pero cuando la conocí y la hice mía, supe que era ella con quien quería vivir para toda la vida y crear un verdadero hogar, no dudo que seré feliz junto a la mujer que me había robado el corazón

ANA

-    Bueno ahora si dinos como van las cosas con Cristian- dijo Mia sonriéndome emocionada

-    Van muy bien – dije sonriéndoles- aun no sé qué voy a darle, bueno si sé que darle de san Valentín pero no creo que lo acepte

-    Ana ese carro es de ultimo modelo es hermoso y sé que lo va amar

-    No creen que es mucho – dije mirándolas

-    Bueno si es un poco mucho pero tú puedes permitírtelo- dijo sonriéndome- además no te costó nada era uno de los carros que por ley te correspondían

-    No quiero esa empresa- dije mirándolas- Jack era un fraude

-    Lo se nena pero esa era una de las empresas más limpias que el tenia y por derecho te corresponde- dijo Kate tomándome de la mano

-    Si pero no sé nada de empresas- dije mirándolas- lo mío es salvar vidas no meterme detrás de un escritorio a crear o a vender carros

-    Encontraras la manera de hacerlo, pero tienes que decirle a Cristian lo que tienes porque es muy grande Ana, eres dueña de un concesionario de autos

-    Si lo sé – dije bufando – pero por el momento le tengo una cena y ahí hablaremos de todo 

hoy no trabajaba así que ya había organizado la cena, sonreí mirándolo el lugar, era nuestro lugar, la manta en el suelo, se veía que no iba a llover así que era perfecto, el vino en el refrigerador, uvas, lasaña, pan, y de postre nuestro postre favorito Tiramisú, todo estaba listo para esta noche, así que sonreí acomodando todo esperando a que el llegara, hoy el bar no se abriría pero, según me cuenta Eliot Cristian se quiere tomar unas vacaciones y contrato a un chico de entera confianza de Eliot y de Ethnan para que lo atienda, sonreí eso me agradaba

Sonreí cuando escuche la puerta y corrí a la parte de atrás de la casa para entrar sin que él se diera cuenta, cuando me vio sonreí y lo bese

-    Bienvenido a casa amor- dije abrazándolo, en sus manos traía un enorme ramo de rosas rojas con un peluche en ellas- es hermoso

-    Flores para una hermosa flor- dijo besándome el cuello y gemí, el sonrió pegándome a él, pero si seguíamos la cena se iba a enfriar

-    Espera- dije alejándolo un poco de mí y me miro raro- la cena se enfriara- dije sonriéndole, el miro en todos lados con el ceño fruncido y yo sonreí- tienes que cerrar los ojos porque es una sorpresa- dije sonriéndole

-    Amor pero – dijo

-    Por favor compláceme- dije sonriéndole

-    Ok, sabes que estamos para complacer- dijo cerrando los ojos, sonreí colocándole una bufanda en ellos porque sabía que iba hacer trampa- no hare trampa- dijo riéndose

-    No me arriesgare- dije guiándolo tomando su mano

Cuando llegamos a la parte de atrás de la casa suspire mirándolo, le quite la bufanda de los ojos y sonreí como tonta enamorada

-    Ya puedes abrir los ojos – dije sonriéndole, mi noche era perfecta, las estrellas estaban completas como si hubieran sabido lo que iba hacer y no hacía mucho viento

-    Esto es hermoso- dijo sonriéndome le tome de la mano haciendo que se sentara conmigo y lo bese

-    Feliz día _ dije besándolo

-    Feliz día amor- dijo sonriéndome

le di una copa de vino en la mano y el sonrió mirándome, tome la Mia y sonreí mirándolo a los ojos

-    Brindemos- dije sonriéndole

-    Porque quieres brindar- dijo mirándome

-    Porque conocí el amor- dije viéndolo encantada y el sonrió de lado como A mí me gustaba, brindamos y tomamos de nuestra copa luego nos besamos-

-    Me encanto tu regalo- dije sonriéndole encantada

-    Ese no es mi regalo- dijo pero vi en su cara algo de nerviosismo-

-   No entiendo – dije mirándolo

Vi que se puso de pie haciendo que me pusiera de pie con él y me sentí nerviosa, sabia a lo que venía esto y me temblaban las piernas

-    Sé que tal vez sea muy rápido- dijo mirándome fijamente a los ojos- y que tal vez no estés lista, pero no sé cuándo es el momento perfecto, un día escuche decir a alguien que el momento perfecto era cuando sabias que amabas a esa persona más que a ti mismo, y sé que a pesar del poco tiempo que tenemos, te amo con todo mi corazón, por eso quiero entregártelo- dijo abriendo una caja pequeña de color negro de terciopelo, me sentí morir y suspire, - anastasia Rose Steel quieres ser mi esposa- dijo mirándome- quieres casarte conmigo y estar a mi lado para siempre

-   Acepto- dije sin dudarlo, no sabía nada de buenos matrimonios pero lo que si sabía es que un buen matrimonio lo hace la felicidad y el amor y eso es lo que quiero para mi

Cristian no podía creer lo que le había dicho pero se puso de pie besándome los ojos, los labios y todo

-   No sabes lo feliz que me haces en este momento al decirme que aceptas ser mi esposa, estaba tan asustado de que dijeras que no por ser un simple dueño de bar

-   Hey – dije molesta- te prohíbo que digas eso porque fue en ese lugar donde conocí el significado del verdadero amor y no quiero que menosprecies el bar y a ti mismo

-   Te amo Ana_ dijo besándome fuertemente- te amo como nunca ame a nadie

Lo bese y lo abrace llorando de felicidad

-   Y yo a ti – dije emocionada- pero ahora debemos comer o se enfriara

Nos sentamos en la manta a comer, el me daba y yo le daba y sonreí mirando mi anillo, definitivamente me veía en un hermoso futuro junto al hombre que más amaba en este mundo 

Un Amor Entre El DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora