Una Gran Revelación

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CRISTIAN

-     Ana amor no tienes por qué ponerte así – dije mirándola- ese hombre no podrá hacerte nada porque ya no son nada, pero si lo intenta no estás sola preciosa, como dijo Kate nos tienes a nosotros- dije besándola- además Carrick es un gran abogado y aunque no llevo tu caso de divorcio porque no pudo por un viaje sé que te ayudara a que ese hombre se aleje de ti,

-    lo sé solo que – dije con mucho miedo

-    Mírame nena- dije tomándola del mentón y mirándola a los ojos – nada y nadie podrá hacerte daño- dije con mucha seguridad – además hoy debería ser un día de celebración y no de tristezas- dije mirándola

-    Lo se perdóname- dijo besándome

-    Lo hago si vamos a cenar con todos esta noche- dije sonriéndole- llamare a Carrick y a Grace para que vengan

-    Me encantaría- dije sonriéndole- además no te he dado tu regalo

-    La cena y que me dijeras que aceptaras ser mi esposa es el mejor regalo que me puedes dar- dije besándola

-    Bueno pero tengo otro regalo – dije sonriéndole

Negué sonriéndole y nos fuimos de la mano, nos montamos en la camioneta y llegamos al bar, hoy si tenía que abrirlo así que sonreí mientras, empezamos arreglar para abrir, Ana tomaba las botellas bacías y las llevaba a las cajas mientras yo limpiaba, estaba terminando de limpiar y Ana con dos botellas en las manos, la tome de la cadera y la bese, ella sonrió mirándome, la senté en la barra y ella se acostó acercándome a ella, la bese y acaricie, quería que borrara todas sus dudas y que no pensara en nada mas que no fuera en nosotros dos, Aun no habríamos el bar así que aproveche para distraerla de eso que la atormentaba, me metí en medio de sus piernas y ella negó apartándome

-    Cristian te das cuenta de donde estamos- dijo mirándome

-    Lo sé – dije sonriéndole y besándole el cuello pegándola a mí, subí su camisa acariciando su abdomen y la subí mas hasta sus pechos cuando vi esos deliciosos pechos gemí y sonreí acariciándolos con mis dos manos y apretándolos, ella gimió y los pego mas a mis manos, sabía que le gustaba así ella dijera que no por el lugar, baje un poco las copas de su sostén y metí sus pezones en mi boca chupándolos como si fuera a salir algo de ellos, con mi otra mano acariciaba el otro y le daba placer, ella solo gimió y bajo las manos a mi pantalón soltando mi cinturón y abriendo el botón del pantalón, sonreí y deje que lo hiciera porque los dos estábamos apurados y necesitados, en cualquier momento llamarían o llegarían los chicos así que solamente me dedique a satisfacerla y complacerla, mientras dejaba de acariciar y besar sus pechos para bajar mi mano a su centro de placer ella sacaba mi miembro del pantalón, aparte un poco sus bragas y metí un dedo moviéndolo en círculos y haciendo que ella gimiera más fuerte, cuando empecé yo a gemir como caballo, ella había sacado mi miembro por completo y hacia lo mismo, me daba placer masturbándome y acariciándome como ella lo sabe hacer, gemí y gruñí pero no quería venirme así, así que la tome de la cadera y la alce caminando con ella a una mesa, la coloque encima, baje su pantalón y el mío y la penetre

-    Oh si Cristian – dijo sonreí me encantaba cuando decía mi nombre y Me demostraba lo mucho que le gustaba, empecé a moverme más y más rápido mientras lo hacía me aferraba de sus pechos apretándolos y estrujándolos, ella se movía conmigo y gritaba más fuerte, no me importaba porque el bar aun no lo abría y no había nadie cerca así que no tenía problema de que alguien la escuchara

-    Cristian me vengo – dijo

-    Espera amor un poco más- dije

Me moví más y más rápido para acercarme a mi placer y el de ella, y lo logre, Me moví más y más rápido y con dos estocadas más y me vine gritando el nombre de mi mujer

Un Amor Entre El DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora