Capítulo 6: At the speed of light.

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Félix solo tuvo unos pasos de alerta antes de que dos pares de brazos le agarraran firmemente desde detrás, un llanto de sorpresa salió de sus labios mientras era balanceado. Su pelo caía delante de su rostro un segundo después de ver a Jaemin viéndolo peligrosamente, otro chico de pie firme se puso detrás de él mostrando lo que parecía ser la llave de la sala donde estaban.

"¡Jaemin!" Félix intentó luchar contra el agarre, moviendo su cuello para ver a los chicos que mantenían sus brazos quietos de manera dolorosa en su espalda. "¡¿Qué narices?!"

"¡No me digas 'qué narices'!" gruñó, dando un paso hacia Félix para verle. Félix intentó alejar la vista pero uno de los chicos le agarró la cabeza y la encaró de modo que Félix tuviera que ver la cara del otro, Félix notó una punzada de miedo debido a la mirada llena de ira de Jaemin sobre él.

El ambiente estaba tenso, Félix pululaba con miedo, confusión y sorpresa mientras su cerebro trataba de analizar todos los eventos que acababan de ocurrir. Él solo trataba de cambiarse de ropa para ir a por unos helados, pero ahora estaba luchando entre dos secuaces que le mantenían inmóvil. La rabia en la sala era tan densa que Félix podía hasta saborearla, Jaemin destrozó toda la habitación mientras miraba a Félix, probablemente queriendo que todo esto terminara pronto para no ser atrapado.

"¡Ya era malo que me hubieras quitado a Jeongin!" continuó, agarrando en un puño la camiseta de Félix mientras gritaba, "Pero ¡también tenías que humillarme ante él!"

"¡No es tuyo!" gritó Félix, intentando desesperadamente zafarse del agarre mientras la ira de Jaemin aumentaba. "¡Y no te merecías ganar ese combate! ¡Yo sí! ¡Le hiciste daño, solo te di lo que te merecías!"

Jaemin se congeló. Sus puños se soltaron lentamente de la camiseta, la rabia irracional pronto se convirtió en una más calculadora que hizo estremecer aún más a Félix.

Oh oh. 

Esto era malo.

Esto era malo, muy malo.

No era la furia que los hombres del callejón demostraron cuando salvó a Jeongin. No era el tipo de furia que te hacía más patoso. No era la típica furia que nublaba tu juicio y afectaba a tus decisiones.

Era un tipo de furia que era inflexible y fría, la que mostraba una maldad inteligente, la furia más difícil de combatir.

Félix pudo ganar contra el primer tipo de furia, contra esos dos tipos que no habían calculado bien sus pasos. Pero no creía que fuera a ganar esta vez.

Ahora eran cuatro contra él, en vez de dos, y todos estos chicos sabían técnicas de lucha, sabían lo mismo que él, y estaban furiosos a diferencia de él. Félix no iba a ser capaz de luchar contra ellos, no era rival para el deseo de hacer daño que brillaba en los ojos contrarios.

Félix solo pudo desear que alguien de fuera escuchara todo lo que ocurría y forzar la entrada, porque esta vez Félix no creía que podría escapar por sí mismo.

"No me humillas," dijo Jaemin en un suspiro, más aterrador que un grito, Jaemin asintió a uno de los chicos. Félix tuvo un solo segundo para saber que significaba esa señal antes de que todo su mundo se volviera blanco mientras su brazo fue doblado dolorosamente hacia detrás y el fuego rugiera contra su piel.

Un grito animal salió de su cuello, sus piernas rindiéndose y haciéndole caer mientras el hueso de su brazo se rompió con un crujido enfermizo que hizo eco por toda la sala. Félix se ahogó en el dolor, el chico siguió doblando y moviendo la extremidad aunque ya estuviera rota, hasta que un terrorífico 'pop' señaló que el hombro de Félix ya no estaba en su sitio. Su cuello estaba tan apretado que no podía ni gritar, un suspiro salió de sus labios mientras el brazo entero ardía le en llamas, tan agonizante que no podía ni respirar.

I'm a Youth that can Fly Anywhere - JeonglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora