Nuevo Orden, Nuevo Caos

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(Normal POV, lugar desconocido)

El lugar está desolado, los restos de una estructura masiva que servía a modo de castillo o palacio se hallaba en medio del páramo, rodeado por lo que parece ser un cementerio en ruinas, cadáveres y trozos de los mismos desperdigados por todos lados; el artífice de toda esta destrucción, el arquitecto de esta malvada devastación se yergue victorioso sobre su oponente derribado, herido de gravedad pero la furia que le quema es demasiada para permitirle perecer.

Levanta su mano derecha y esta se destruye en zarcillos, hueso y carne moldeandose en algo aberrante y morboso, una especie de machete curvo dentado masivo reemplaza el miembro, los ojos rojos como la sangre miran a su última víctima, el verdugo le dice algo pero no se escucha que es, pero seguro es la sentencia a su oponente. Aquel que perecerá levanta la mano temblante en gesto de súplica, implorandole que le deje vivir. Alas de murciélago rotas y destruidas al completo a ambos lados embarradas con la tierra, su traje desgarrado por completo, heridas masivas y graves por todo el cuerpo, signo de tortura. Una risa seca, baja y ronca, similar a los gruñidos de un animal rabioso brotan de la garganta del monstruo. Sonríe con saña, completamente gustoso de su miseria, eufórico de aplastar y destruir su corazón. Suelta una última carcajada y la cuchilla desciende a su objetivo, el pecho desnudo. 

(Mansión del Diablo Escarlata, habitación de Remilia, Normal POV)

Remilia: AHHHHH!-la señora de la mansión suelta un grito de terror cuando despierta de su.....sueño. Sin un segundo de espera su fiel y más leal maid aparece con cuchillos en mano semidesnuda, se estaba preparando para despertar a su señora.

Sakuya: OJOU-SAMA!!!-le grita preocupada a flor de piel mientras mira la habitación, buscando al intruso y nuevo cadáver próximo, pero la encuentra vacía a excepción de ellas dos, sin bajar la guardia camina rápidamente hacia su ama y ve su mirar, los ojos desenfocados, con la mente en otro lugar, sudando frío y temblando. 

Sakuya: Ojou-sama.....¿se encuentra bien?-le pregunta asustada pero su cara de poker no lo demuestra, en su cabeza, mil y un escenarios de fallas posibles o sucesos viejos que le dieron esta faceta a su maestra. Remilia respira hondo un par de veces para calmarse, pero sus manos siguen temblando.

Remilia: si.....estoy bien.....solo........solo fue el sueño-sin decir nada sale de su cama desnuda para que su maid la vista para el día.

Remilia: ¿Algo en mi agenda?-le cuestiona en medio del cambio de ropa, aunque su mente no esta del todo presente, continúa repasando ese sueño.....no, esa premonición.

Sakuya: Su té ahora, una discusión así como un juego de ajedrez con Patchouli-sama en la tarde, debe revisar unos documentos sobre el nuevo mobiliario solicitado a la aldea así como el pago luego, después su agenda está vacía.....Ojou-sama....¿Quiere posponerlo?-Sakuya pregunta a medias, no quiere sobrepasarse o ser descortés pero su ama...

Remilia: Insinuas que mis facultades no son aptas para dirigir estas obligaciones mundanas y simples, parece que tu lengua se afilo desde el incidente Sakuya-Remilia le dice con desgano pero un deje de diversión se oculta debajo, Sakuya queda paralizada y se inclina ante ella.

Sakuya: Ojou-sama le ruego me disculpe, nunca lo pense, solo....yo-Sakuya nunca fue buena con las emociones y mucho menos los arrebatos de estas, pero siempre mostró nada más que fidelidad y lealtad para con Remilia, es normal que se preocupe por su bienestar, aunque no sepa demostrarlo siempre.

Remilia: Hmph, calma Sakuya, solo estoy....sorprendida por ese sueño tan vivaz-una vez vestida se dispone a proceder con su agenda del día pero las palabras de Sakuya la detienen en seco cuando su mano temblorosa toma el picaporte de la puerta.

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