Empieza la Cruzada

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(Normal POV)

Durante la noche pasada la "familia" Yakumo se había quedado a dormir en el templo, principalmente por capricho de la dama de las brechas quien con palabras bien puestas logro convencer a su sirviente de ello. 

Una vez que la kitsune con su shikigami/hija se pusieron a dormir la cabeza de dicha familia se posicionó cerca del nuevo huésped de la tierra de las ilusiones curioseando en sus límites, vendo lo que podía ver, en especial su poder o técnica, ya que no recordaba en su larga vida como experiencias algo parecido, si, luego de ver a muchos....."magos" con estilos o conocimientos diferentes y muchos estaban enlazados a la sangre o carne o ambos, pero esto...

Esto estaba en otro nivel, no había aria, ni hechizo, ni tampoco sintió magia viniendo de él y solo le había llevado unos cuantos segundos, nada más que pocos minutos el sanar heridas tan graves que a muchos magos les costaba realizar un cuantioso cántico como descargar una gran cantidad de maná/prana para poder sanar, si es que en primer lugar tenían dichas capacidades. 

Y por el otro lado estaba el asunto de su mente, debió estar preparada, se dejó llevar porque al no percibir ninguna malicia desde que el sujeto "revivió" la noche anterior y estaba apacible, ohh cuan tonta fue.

La mente, su mente, solo puede describirse con dos características, vacío y jaula, el primero porque era un lugar completamente negro, desprovisto de color, no había nada más allá de lo básico/esencial que toda mente debe tener, pero en cuanto a memorias, estas no existían, nada de nada, solo conocimientos de varias cosas pero el origen o el momento en que los adquirió no se hallaban presentes.   

Y lo de jaula; ella no fue bien recibida, algo se oculta en lo más profundo tras "cadenas, candados y puertas" algo primigenio, algo animal como salvaje que carece de razón, cuando la sintió pudo escucharlo rugir en ese espacio, ebrio de deseo sanguinario de ella, sin importar que ella fuera miles de veces más poderosa, para ese ente Yakumo no era otra cosa que presa.

-Fufufu que lindo, crees que tienes una oportunidad-se dijo por lo bajo mirando hacia la zona donde estaba atrapada la criatura; luego de verlo durante unos cuantos segundos decidió dejar las cosas como estaban, ya cometió un error al creer que todo estaría bien, no iba a cometer un segundo. 

Cuando había dejado su mente noto como el cuerpo también se vio afectado, para su sorpresa noto los gusanos moverse debajo de la carne expuesta y como estaba gimiendo, retorciéndose, jadeando de dolor y agonía.

-........-se le quedó mirando hasta que eso se detuvo y volvió a dormir apacible. 

-O un mecanismo de defensa listo o no tiene control-se dijo por lo bajo mientras ella se acomodaba en su posición cerca de él para meditar, pensando que es lo que este forastero lograra durante su estadía. 

No fue hasta pasado poco más del alba cuando los demás residentes empezaron a despertar, primero fue la doncella, Reimu había salido de su cuarto con una yukata blanca y nada más consigo, luego de un saludo simple y de echarle una ojeada al nuevo inquilino temporal fue a hacer sus cosas; pronto le siguió Ran con su niña en brazos.

-Veo que durmieron bien, Ran, Chen ¿Cómo estás luego de lo anoche?-le pregunto con dulzura a la pequeña nekomata quien miraba cada tanto al sujeto dormido.

-Estoy mejor Yukari-sama, pero me sorprendió, eso es todo-le dijo la niña con una sonrisa.

-¿Él estará bien? se veía con mucho dolor-le pregunto a su "madre" mirándola.

-No te preocupes Chen, solo necesita descansar, como dijo Yukari-sama anoche, debe tener preguntas como respuestas para nosotras, ahora, vamos, debes lavarte, luego podrás ayudarnos a Reimu-san y a mí a cocinar el desayuno ¿Si?-fueron las amables palabras de la kitsune para con la niña, cuando tuvo su atención compartió una mirada con su maestra quien asintió.

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