My Love (KyuMin)

Mi luz

Todo era oscuridad a mi alrededor, aunque estaba despierto, sólo un pequeño rayo de luz me daba esperanza, pero no era suficiente para calmar el miedo y la tristeza que me producía pensar en mi situación. Me sentía pequeño y vulnerable... Y entonces, abrí los ojos.

Después de aquella noticia, cada día al despertar, permanecía con mis ojos cerrados intentando imaginar cómo sería la vida cuando mis ojos perdieran la luz. Imaginaba que la oscuridad que me rodearía en un futuro sería muy similar a la que ahora percibía al mantener mis ojos cerrados. No podía mentir, aquello me aterraba, me hacía sentir triste y por supuesto una persona que solo causaría molestias a los que me rodeaban, estaba enojado por ello.

Nadie me miraba con lastima, al contrario, todos me creían capaz de vencer cualquier obstáculo, pero mi único enemigo era yo mismo, hasta que lo veía a él: Mi luz.

- ✽ -

— Sungmin, ¿crees en el amor a primera vista?

Que me preguntara aquello no me sorprendía, en realidad, sabía a qué se refería pero quería asustarlo un poco.

— ¿Eso a que viene? ¿ME HAS CAMBIADO POR OTRO? —Su cara era todo un chiste.

— ¿Qué has dicho? —Dijo un poco alarmado. No pude fingir más y me eché a reir, aunque a él no pareció hacerle gracia, pero tampoco parecía enojado—. Incluso ahora me he enamorado —tras decir aquellas palabras, acaricio mi mejilla con suavidad.

Me levanté de su pecho al escucharlo decir aquello.

— ¿Cómo es posible? Enamorarse a primera vista sólo ocurre una vez en la vida —él me miró y se levantó para sentarse a mi lado.

Me sonrió...

Su sonrisa siempre provocaba en mí sensaciones increíbles. Nunca me cansaba de verlo sonreír.

— Estás equivocado —conectó su mirada con la mía y eso me provocó un agradable cosquilleo en mi estómago—, cuando te vi por primera vez, mi corazón palpitó demasiado rápido, el tiempo pareció detenerse, el mundo a mi alrededor desapareció y sólo eras tú entre todas esas personas —suspiró—. Incluso después de todo este tiempo, cada día me pasa lo mismo, porque cada día es uno nuevo para mí, incluso ahora el sentimiento es más profundo.

Nunca me había dicho tales palabras, así que me sorprendió muchísimo. Después de todo lo malo que habíamos pasado él se esforzaba demasiado por lo nuestro y siempre terminaba sorprendiendome, incluso cuando pensaba que ya no había más, él lo lograba. Aquello me había sentir especial y amado. Kyuhyun, me amaba.

— ¡Wow! No pensé que fueras un romántico —aquella risita nerviosa que escapó de mí, denotaba los nervios que el causaba y eso lo conocía a la perfección—. Aunque, debo confesar que me pasa lo mismo, por ejemplo... Tu sonrisa, cada vez que sonríes me pones nervioso, me haces feliz y así pasa con cada uno de tus detalles y palabras, es algo indestructible y nunca me canso de ello, al contrario, cada día quiero más, quiero descubrir que hay más allá.

— Tenemos muchos años para descubrirlo. —Él me miró a los ojos y tomó mi mano, amaba las veces que hacía eso, porque aquello era el significado de promesa.

El que estuviera a mi lado me daba seguridad y cada día al despertar, aún con el miedo de que la luz se apagará frente a mis ojos, agradezco que él haya sido persistente cuando yo estaba renuente. Realmente estoy agradecido. No tengo que temer, ni porque desconfiar.

- ✽ -

Los días pasaron volando y la boda solo estaba a dos semanas. Estaba tan nervioso y agotado, pero nervioso era la palabra que más me describía.

Para variar, mi hermana seguía de viaje, ya que nuestra empresa estaba por firmar un contrato muy importante. Hablábamos de vez en cuando, debido a que estaba muy ocupada, extrañaba aquellas platicas antes de dormir.

Estaba tan perdido en mis pensamientos, que no fui capaz de escuchar aquellos pasitos que lentamente se acercaron a mí, hasta que unas traviesas manos tocaron mi estómago, haciéndome reír.

— ¿En que tanto piensas que no fuiste capaz de ir a recibirme?

Era mi hermana.

Por más que quería responder, no podía, hasta que el ataque de cosquillas fue reemplazado por un cálido abrazo. Me dejé envolver por la calidez que me brindaba, sentía como su hubiesen pasado años.

— Estaba pensando en ti. —Me alejé de ella y peiné sus cabellos con mis dedos como solía hacerlo cuando era pequeña. —Te extrañé mucho, además nos dijiste que vendrías en una semana, me tomó por sorpresa que llegaras —me defendí.

Me sentía muy orgulloso de ella y agradecido con nuestro padre. A pesar de todo, nos dio las mismas oportunidades a ambos, estaba feliz porque mi hermana llegará tan lejos, así como ella lo estaba de mi cuando daba un paso muy importante, profesionalmente hablando.

— Todo fue un éxito —se sentó a mi lado y recostó su cabeza en mi hombro—, en dos meses se iniciará el proyecto.

— Dos meses, es un alivio, pensé que sería muy pronto, no quiero dejarte sola.

— No, no. —Giré mi rostro en su dirección cuando sentí que se levantó— Debes aprovechar tus primeros meses de casado, sobre todo... —me miró y una sonrisa traviesa se formó en sus labios— la luna de miel —levantó varias veces ambas cejas al mismo tiempo que pronunció esas cuatro palabras, cosa que me hizo reír pero eran más por nervios.—

— Habrá mucho tiempo después —fue casi un milagro que no tartamudeara—, además, Kyuhyun también estará ocupado y...

— ¡Ah! ¡Ya dime la verdad! —Me interrumpió. Aquello sonó casi como una súplica—

—Bajé mi rostro ruborizandome al instante—.  Baja la voz, es algo muy íntimo, no debes saber. —Una risita escapó de mis labios, aunque aún no ocurría algo hablar del tema me ponía nervioso, así que terminé cubriendo mi rostro con mis manos.

— Me imagino, que aburrido, eso de esperar hasta después del matrimonio —. Hizo una mueca graciosa que me hizo reír aún más.

— No es aburrido, es algo romántico y lindo.

— Tal, para cual. —Ella me tomó desprevenido y pellizco una de mis mejillas, aquello le dio ventaja de salir corriendo, podía escuchar su risa mientras se alejaba— !Hey, conejo! Vamos a comer. —Gritó a lo lejos.

Sólo me quedé ahí de pie, observándola, pensé de nuevo en todas esas personas que me amaban y que me amarían sin importar lo que pasara, que serían esa guía en mi camino y que nunca me dejarían caer.