Estaba decidida a ponerle fin a mi pesadilla.
- Espero que hayas disfrutado de tus últimos días, porque este será el final.- Lo apunté con la pistola sin miedo alguno. Quería parar con todo esto de una vez por todas.
- ¿Qué? ¿Otra de tus escenas? Nathaly por favor, ya te dije que te ves patética.- Dijo sin importancia, como era costumbre, estaba borracho.
- NATHALY NADA, YA ESTOY HARTA DE TI.- Grité con furia y lo volví a apuntar con mis manos temblando, era ahora o nunca.
- No serías capaz- Soltó una carcajada. - No podrías vivir sin mi.- Dijo con arrogancia. Su mirada se cruzó con la mía antes de beber otro trago de su botella.
- ¿De verdad crees eso Cassy?- le quité el seguro a la pistola. Mi respiración se agitaba cada vez más.
- ¿¡Y crees que te voy a pedir de rodillas por mi vida!? No le tengo miedo a una zorra que no sabe manejar una pistola.- Dejó la ya vacia botella en el piso y me miró fijamente.
- Pero si tanto quieres dispararme, hazlo ¿Crees que si lo haces estarás libre? Te irás directo a la cárcel.- vociferó con burla.- ...- Tenía razón, me aterraba tener que ir a prisión pero aun así, queria hacerlo, queria que se callara, que todo ese terminara, ponerle punto final a esto martirio, bastaban solo unas palabras para mandar todo a la mierda.
- JA, eres ridícula, era más facil que te dispararas a ti misma, suelta esa arma de una vez.
Basta, esto tiene que parar, no puedo hacerlo, no puedo... no puedo. Me ardían las mejillas por culpa de las lágrimas.
- Y ahora lloras, te lo he dicho siempre, eres una completa inút-
BANG!
No lo pensé más, sentí como si esa misma bala hubiese atravesado mi pecho, sin embargo ya estaba harta de él, de sus insultos, sus maltratos, su toxicidad y de todo.
Pero mi corazón se sentía como si lo hubiesen apuñalado.