Fui capaz de dejar todo atrás, incluso mi dignidad... incluso mi amor propio.
Nathaly se había mudado hace un par de días al departamento de Castiel, a pesar de que a él no le agradaba mucho la idea, terminó convenciéndolo.
Pero ¿A qué costo?-Cassy ¿No crees qué deberías beber menos?- Habló la chica mirando preocupada al ya borracho pelirrojo. Lo único que hacía era beber y después desaparecer por varias horas para ir al Snake Room a beber aún más y tocar algunas canciones.
-¿¡Y A TI QUE MIERDA TE IMPORTA!?- Gritó mientras lanzaba una botella a los pies de Nathaly, rompiéndose en varios pedazos. Los vidrios hicieron varios cortes en los pies de la chica, un pequeño grito entre miedo y dolor salió de su boca, sin saber que más hacer agachó la cabeza y fue a buscar lo necesario para limpiar aquel desastre.
-Lo siento, tienes razón, no debería ser tan entrometida.- Aceptó sumisamente mientras el chico iba en busca de otra botella pasando de largo a la fémina.
Y sin darse cuenta empezó a llorar y trataba de convencerse de que era por el dolor en sus pies que ahora sangraban por los cortes, ignorando que en realidad el dolor provenía de su corazón al ver que al hombre que tanto amaba la lastimaba cada vez que podía.
No lo hiciste a propósito, fue mi culpa, lo siento.