3. Juntos.

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DESCRIPCIÓN Donde Jungkook tiene un accidente y como consecuencia no puede volver a caminar, así que Lisa su esposa lo ayuda.

Este va para la hermosa Nini_esc que siempre lee mis one shot y deja unos lindos mensajes en ellos. Muchas gracias por tu apoyo, linda❤

* * *

— Jungkook. Mi amor despierta.— Dijo con la vocecita de bebé que a veces se le salía.— Ya es hora, cariño.— La tailandesa movió suavemente el cuerpo de su esposo por ya tres años, para que despertara.

El hombre de cabello largo dio media vuelta para quedar boca arriba, sus ojos abriéndose y revelando lo rojos que estaban, confirmando las sospechas de Lisa. Había llorado otra vez.

— Lali...— Dijo con la voz ronca. Esta lo interrumpió levantándose para acercar la silla de ruedas a los pies de la cama. Al dejarla allí, tomó el brazo de Jungkook y lo puso en sus hombros, mientras su delgado brazo abrazaba su cintura.— Está bien, cariño. Yo lo puedo hacer. No tienes que...— Se vio interrumpido cuando Lisa simplemente lo ignoró y continuó ayudándolo como si no hubiese dicho algo, esto le enojó un poco.

Después del accidente que había sufrido cuatro meses atrás, Jeon Jungkook había quedado sin posibilidad de caminar. Aunque había empezado algunas terapias y ejercicios para recuperar la movilidad de sus piernas, cada día que pasa se siente más como un estorbo.

Y más cuando tiene que depender de Lisa para todo, no le agrada esa idea. El hecho de que su esposa tenga que dejar de hacer muchas cosas, sólo para ayudarlo lo llena de impotencia y rabia.

Sumergido en sus pensamientos sintió como Lisa terminaba de vestirlo para el día de hoy. Tendría una cita médica decisiva para él, sabría si tenía la posibilidad de recuperarse o si debía darse por vencido completamente.

— Jungkook, sonríe un poco para mi.— Lisa se arrodilló frente a él y tomó sus manos entre las suyas mientras lo miraba con una sonrisa grandísima.

Jungkook hizo un intento de sonrisa fallida, haciendo que su esposa frunciera el ceño e hiciera un puchero.

— A ver, no te hagas el difícil. Hay que estar positivos, bebé. Todo saldrá bien, lo prometo.— Lisa sonrió esperando que él imitara su acción como siempre solía hacer, pero nunca sucedió.

Suspiró entendiendo y se levantó, tomando el mando de la silla y llevándola fuera de la casa, donde su carro los esperaba.

Sé que todo saldrá bien. Pensó la tailandesa mientras empezaba a conducir hasta el hospital.

* * *

— Señor Jungkook, lamentó demasiado decirle esto. Sé lo mucho que se está esforzando, pero no hay ningún avance y lo mejor para su salud es parar.— Jungkook sintió como su mundo se vino abajo ante las palabras de su médico, confirmando que ya no había razón para luchar.

— Gracias, si me disculpa...— Jungkook le hizo una señal a su esposa para que se fuesen de allí o se pondría a llorar como bebé frente a el médico.

— Gracias, doctor.— Lisa hizo una leve reverencia, antes de salir de allí junto a su esposo.

El camino a casa fue incómodo y muy melancólico. Como si el destino fuese lo suficientemente jodido, baladas tristes empezaron a sonar en la radio que Lisa había puesto pensando que esto haría que el ambiente mejorara.

Al llegar, Jungkook quería salir de allí rápidamente, pero no podía. Tenía que esperar que su esposa fuese y lo ayudara, como si fuese un niño pequeño que no pudiese valerse por sí mismo.

Sus brazos delgados abrazaron el cuerpo esbelto del chico, haciendo mucha fuerza para dejarlo sano y salvo en la silla que después tuvo que subir al andén de su casa, en el centro de la ciudad.

Suspirando con una sonrisa hacia su esposo, lo adentró a la casa. Este rodó la silla de ruedas hasta llegar a la sala vacía, mientras que Lisa iba a tomar algunas cosas para hacer una noche de películas, pensando en que así tal vez podría hablar con Jungkook.

Él al verse solo, se sumergió más en su tristeza sin esperar que su esposa lo viera, ya que pensaba que estaba muy ocupada haciendo algunas cosas.

Tapó su rostro mientras sollozaba a más no poder. Pensando en que toda su vida se estaba arruinando ante sus ojos y él no podía hacer nada.

Y lo que más le dolía es que se estaba llevando a Lisa con él, lentamente.

— ¿Mi amor? ¿Qué te pasó?— Lisa corrió hasta llegar al lado de su esposo, que sólo negaba quitando su rostro de las manos de ella.

— Lisa, aléjate. Vete.— Dijo con la voz dura, esperando que esto alejara a su esposa.

Lisa lo miró con los ojos húmedos, negó con la cabeza y lo besó con todo el amor que sentía por él, esperando que esto le hiciese recapacitar y quitarse la idea de rendirse a la vida tan fácilmente.

— Jungkook, mirame por favor.— Tomó el rostro del hombre en sus manos.— Yo a ti te amo y si me dejas me muero. No se que haría sin ti.

— No, te estoy lastimando. Te estoy atando a una vida que no mereces.— Él negó mientras intentaba separar su rostro de las manos de ella.

— Kookie, tú jamás me lastimarías.— Lisa sonrió un poco entre las lágrimas.— Yo sé que no lo harías. Jamás. Y yo jamás te dejaría solo, menos ahora cuando más me necesitas. Estamos en esto juntos, como siempre. Juntos podemos superarlo, lo sabes ¿Verdad?

Juntó su frente con la de él y lo abrazó con todas sus fuerzas, sintiendo como su pecho vibraba por los sollozos y como las lágrimas caían y caían sin parar por sus mejillas.

— Te amo, Lalisa.— Dijo antes de darle la razón.

Podrían con esto juntos.


cincuenta besos » one shots lizkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora