Draco entró con mucho sigilo en la habitación de Hermione. Había estado esperando varias horas para que el sueño de Scorpius fuera profundo y no se despertara si hacían ruido.
La última vez no puedo llevar a cabo su plan porque Scorpius siempre le pedía a Hermione que durmiera con él y ella accedía. Y al final siempre tenía que llevarla dormida en brazos a su habitación. En ninguna de esas ocasiones la despertaba consciente del cansancio por las reparaciones de su casa, que se estaban alargando demasiado.
Llevaban ya dos semanas viviendo todos bajo el mismo techo y desde esa ocasión en la que le pidió una clase de amor no había podido pasar tiempo con ella. Por las mañanas los tres subían al coche y dejaban a Scorpius en el colegio. Después Draco se encargaba de llevar a Hermione a su apartamento donde uno de sus hombres se quedaba vigilando por si su ex o los amigos de éste aparecían.
Él tenía que trabajar por la mañana y por la tarde sin apenas descanso. Así que, cuando llegaba para comer, Scorpius ya estaba en medio y no dejaba ni un momento a Hermione. Y por las tarde ellos dos se quedaban solos hasta tarde. Ni siquiera por la noche...
Pero esa noche su dignidad le pedía tiempo a solas y habló seriamente con Scorpius para que dejara de molestar a Hermione y la dejara acostarse en su cama. Al menos le había hecho caso y esa noche iba a poder desquitarse de las dos semanas viviendo con una tentación y sin poder sucumbir a ella.
Cerca como estaba de la cama, se inclinó para meter las manos bajo las sábanas hasta que rozó las piernas de Hermione, dormida de costado y dándole la espalda a él. Las comisuras de la boca esbozaron una leve sonrisa.
— Hermione... — Susurró siguiendo con sus manos el camino hacia arriba.
Un pequeño gemido salido de la boca de ella, le dijo que empezaba a despertarse.
Cuando llegó a las caderas la agarró para darle la vuelta. Frunció el cejo al ver que la presión que ejercía no la movía demasiado, como si algo tirara de ella. Ejerció un poco más de fuerza y oyó otro gemido, esta vez no de Hermione.
— ¿Qué?
— Lo siento, Draco... — Se disculpó ella desperezándose — Le dijiste que no me hiciera dormir en su cama pero cuando me estaba acostando vino a la habitación y me pidió acostarse aquí.
— Pequeño... — Hubiera querido decir algo más a la persona que acababa de quitarle su sitio en la cama con Hermione, pero era de su hijo de quien estaba hablando.
— Te compensaré... — Murmuró ella entrelazando sus dedos con los de él.'
Dirigió sus ojos hasta ella y la miró mitad enternecido por ver a su hijo aferrado a ella, mitad celoso porque podía tocarla de ese modo y él no, al menos no delante de él —¿Cómo? — Preguntó con una voz más ronca de lo normal. Si de por sí estaba excitado de tener a Hermione en la cama, la forma en que ella le había hablado le hizo estremecerse de deseo.
— Creo que se me ocurrirán una o dos cosas — Respondió sonriendo.
Draco se acercó a ella y la besó, lo único que podía hacer con su hijo delante sin posibilidad de apartarlo de Hermione — Voy a darme una ducha.
— ¿Ahora?
— Necesito una ducha fría...
* * *
La relación entre Draco y Hermione avanzaba bastante bien. Habían decidido no contarle todavía nada a Scorpius hasta que hablaran con él. A pesar de eso, Draco no tenía dudas acerca de la aceptación de Hermione por parte de Scorpius; ya era una más en la familia.
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Una clase de amor [Dramione]
أدب الهواة"Draco Malfoy perdió a su esposa hace casi dos años en un accidente de coche del que solo se salvó su hijo Scorpius. Después de un año, contrató a una profesora particular para Scorpius para poder trabajar mientras alguien se quedaba con el pequeño...