Capítulo 3: Cuenta la Leyenda

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Narra Lara:

Muy bien, todo esto es bonito; el aire fresco le hace bien a mis pulmones y la noche está maravillosa, pero tener que ir al baño en la naturaleza apesta de verdad. Es sumamente incómodo, el papel se humedece con solo la brisa del lugar y parece no haber privacidad por ninguna parte, de hecho, me he alejado al menos cincuenta metros de las tiendas para tener algo de tranquilidad.

Oh, ¿Olvidé mencionar no hay nada de señal en nuestros teléfonos?

No me malinterpreten, me encanta la naturaleza, de hecho, acampaba a menudo con mi padre cuando era pequeña, es solo que estos días de tormenta, junto con el calor intenso del verano provocan una mezcla húmeda e incómoda que podrían habérsela metido por el culo.

En fin, acabo de terminar de hacer mis necesidades biológicas, y me encuentro caminando de nuevo hacia el campamento, Max y Megan se fueron hace al menos una hora a hacer lo que todo adolescente hace en estas cirscuntancias, y yo me he quedado con los amigos de Timothy mientras él y Em dan un paseo.

Y creo que todos sabemos qué significa realmente ese paseo, de todas formas, estoy feliz por mi amiga, después de lo que sucedió, se le ha hecho díficil relacionarse con chicos que no sean de nuestro grupo íntimo.

Estoy a punto de llegar a mi destino cuando una risita llama mi atención, me quedo parada en medio del bosque, sé que no debería husmear, pero la curiosidad puede conmigo. Sé lo que dice el dicho, pero no soy una persona de dichos ni creencias; para mí, nada de lo que no hayan visto mis ojos me lo creo.

Y con ello me refiero a: Fantasmas, hombres lobo, vampiros -aunque no me vendría mal que Stefan Salvatore o Scott McCall se me aparecieran ahora- y espíritus.

Soy una chica de ciencia y... Series adolescentes.

Camino de forma sigilosa hacia el lugar de donde la risa proviene, el reflejo de una linternas se hacen visibles ante mis ojos, a lo lejos veo a Emily y a Timothy, ambos sobre una roca lo suficientemente grande como para que puedan acostarse a mirar el cielo.

—Muy bien, te toca —Escucho hablar a Timothy, él se encuentra acostado de costado para poder mirar a Em.

—Mmm, no lo sé...

—Vamos, solo dímelo...

—Está bien —Ella imita al joven de ojos grises, puedo jurar que está sonriendo. —Eres el primer chico que me interesa de verdad en meses.

—¿Ah sí?

—Y el primero a quien me animo a dirigirle la palabra...

—Supongo que eso debemos agradecérselo a tu amiga.

—Sí, Megan ha estado comportándose extrañamente amable estos días.

—Me alegra haberte conocido Em, y creo que es mi turno de confesarte algo... — Mis ojos se abren espectantes. —Me gustas mucho.

Quiero salir de detrás de este árbol y decirle que es un intenso, que lleva conociéndola menos de dos días, pero mi amiga suelta una carcajada, y aunque no le dice lo mismo, besa su mejilla de forma dulce.

Okey, supongo que hacer lo que estoy pensando terminaría por arruinar el momento y posiblemente, la quizá futura pero corta relación de verano de Emily. Suspiro en silencio y doy pasos agigantados de regreso al campamento.

Al llegar, Jasper me sonríe y me lanza una cerveza.

—¿Acaso te perdiste? —Pregunta, busco con la mirada a Mariana, no está por ninguna parte.

—Algo así —Lanzo un carcajada y me siento en el tronco frente a él. —¿Mariana...?

—Oh, acaba de irse, al parecer la caminata hasta aquí la dejó exhausta.

Sombras en la oscuridad © [1.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora