Capítulo 6

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Cuando llegue a casa mi madre estaba en el patio recogiendo las hojas que había tirado el viento.

-Hola, ya he llegado a casa. Voy a comer vale. - dije y me dirijí hace a la cocina, mi madre entró por la puerta de el jardín.

-Hola hija, que tal tu primer día. - me dijo emocionada mientras se quitaba los guantes y se lavaba las manos.

-Bien mamá, todo bien, pero tengo mucho hambre así que voy a comer ya. - dije y abrí la nevera en busca de algo que llevarme a él estómago.

-Perfecto, pero no toques los bocadillitos que son para los invitados de esta tarde. - dijo y la mire extrañada.

-Como que invitados, quien va a venir esta tarde? -

-Pues te acuerdas de Martta la vecina de enfrente? - dijo esperando que asintiera para seguir. - Me dijo ayer que hoy por la tarde traería a unos cuantos vecinos para que nos conociesemos. -

-Vamos que esta tarde vamos a llenar nuestra casa de desconocidos. - le dije desaprobando su idea de la reunión.

-Bueno hija, en este barrio se conocen todos y se cuidan entre ellos tenemos que integrarnos. - me dijo intentando que le comprendiera, pero no es así, no le gusta que invadan mi privacidad y menos unos desconocidos.

-Pues yo antes de que vengan me iré a dar una vuelta, no quiero participar en esto. - dije y ella asintió agachando la cabeza.

Cogi la comida y la devore en la mesa de la cocina, estaba muerta de hambre, cuando subí a mi cuarto solo tenía ganas de llamar a Leo pero sabía que estaría entrenando, jugaba a fútbol en el equipo de el colegio y siempre estaba entrenando para ser el mejor, así que decidí esperar a la noche para llamarlo, siempre hablábamos por las noches.

Media hora después estaba dormida en mi cama, me había quedado dormida mientras leía un libro, que desastre los invitados seguramente ya habrían llegado. Cogí la mochila metí el libro, el móvil y una chaqueta por si refrescaba y baje rezando por no encontrarme a nadie. Por suerte para mi solo estaba Martta ayudando a mi madre a prepararlo todo, no se porque estarían tan nerviosas por una chorrada así. Cogí las llaves de casa y me despedí de ellas, quince minutos después ya estaba en el pequeño parque, dejé la bici apoyada en el banco esperando que no se caiga y me senté a leer.

Una media hora después oí algo que venía de aquella mansión misteriosa que estaba junto a él parquecito. Mire intrigada por el ruido y se abrió la gran barrera negra dejando salir un coche deportivo con todos los cristales tintados. No conseguí ver quien lo conducía pero cuando pasó por delante de él parque redució la velocidad y bajo un poco la ventanilla de el copiloto. No conseguí ver quien era pero vi que alguien se fijaba en mi desde aquella ventanilla. Mire de nuevo hace a mi libro sin darle importancia y en cuestión de segundos el coche desapareció.

Lo estropeaste todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora