Capítulo 12

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Entramos en la tienda y me quedé fascinada, era enorme con muchísimas secciones y ropa de todos los estilos, Alex me agarró y me llevó a la zona en la que estaba la ropa de fiesta. Había de todo bestidos, faldas, pantalones, tops...
Pero yo sin darme cuenta termine en la zona de ropa interior y encontré un bralette de encaje precioso, llevaba tiempo buscando uno y sin pensarlo dos veces lo cogí para probarmelo por suerte para mi venia con la parte de debajo a conjunto. Cuando Alex me vio con el en la mano se acerco sonriendo, ella llevaba en sus brazos tres bestidos distintos.

-Ui, a quien quieres conquistar con eso eeh? - dijo guiñandome el ojo.

-A mi misma.- respondí mirando el bralette decidida, tenía claro que me lo compraría, además estaba genial de precio.

Alex asintió y me mostró sus tres opciones, eran las tres muy bonitas pero estaba segura que el que mejor le quedaría era el segundo, además era más veraniego y pegaba con su estilo totalmente.

-Sin duda el segundo amiga, hazme caso con ese conquistaras a quien te propongas en la fiesta.-le dije y está vez le guiñe yo el ojo.

-Era el que más me gustaba de los tres. - afirmó y dejó las otras dos opciones en el colgador.

-Ahora ayúdame a buscar algo con lo que ponerme esta preciosidad, eso sí nada de vestidos. - dije decidida y ella se puso en marcha.

Dos minutos después mientras yo miraba unos shorts negros preciosos que tenían una cadenita apareció ella con un top perfecto para el conjunto. Era un top negro pero se transparentaba y así se podría ver el bralette, era perfecto y con los shorts que yo tenía iba genial.

-Lo tengo amiga, esto te va perfecto con ese suje. - se acerco rápidamente a mi para enseñarmelo.

-Dios me encanta va a quedar perfecto con estos pantalones.-se lo enseñe y afirmó sonriendo.

Después de salir de la tienda fuimos a tomar algo a un Starbucks que estaba a cinco minutos, estábamos tan emocionadas por lo que pasaría la noche siguiente que no dejábamos de habar de ello. Cuando llegue a casa le conté a mi madre los planes que teníamos para la noche siguiente, saldría de fiesta con Alex en su cabaña del lago y luego me quedaría a dormir allí ya que la casa es suya y así no tendrían que ir a buscarnos.

Por suerte para mi mi madre me dejó, al parecer me dejaría salir y hacer todo lo que quisiese si controlaba lo que hacía y de esa forma ella se aseguraba de que yo socializase y este lugar me gustase un poco más. Era su plan maestro para que yo no quisiera volver a mi ciudad, pero de momento yo seguía añorando todo aquello aunque eso no significará que esto no me gustase, realmente estaba descubriendo muchas cosas que me entretenían y fascinaban y de momento solo pensaba en aprovechar lo que este lugar me ofrecía. Ya tendría tiempo de volver allí después de vivir todas estas nuevas esperiencias.

La noche siguiente se presentaba emocionante y yo estába preparada para disfrutarla al máximo y con ese pensamiento me fui a dormir despues de intercambiar algunos mensajes con Leo.

Lo estropeaste todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora