Mis pensamientos y mi ideología han hecho de una persona única e importante; sin embargo, me ha aislado de las demás personas. Durante toda mi infancia y adolescencia, sentía que no encajaba en ningún grupo, pues consideraba sus acciones muy infantiles. Mi seriedad se originó a partir de los 7 años para adelante. Comprendí muy temprano que la sabiduría es importante para conocer la realidad y así nade te domine; pero yo mismo me estaba encadenando en el mundo de la soledad al sentirme muy superior en ese entonces, aunque mis notas no lo reflejaban. Me quejaba del sistema escolar, debido a que no enseñaban lo suficiente. Como un niño de 9 años puede percatarse de eso, si a esa edad normalmente se dedicaban a jugar Rakion y gumbao, y no les importaba lo que sucedía en el exterior. En fin, mi infancia siempre fue fría y triste, pues nadie puede vivir solo, a parte de la familia. Me cambiaba de colegio en colegio para poder encontrar una estabilidad emocional, pero era en vano.
Ya al entrar a la universidad y tener la madures desarrollada pesaba que podría encajar ahí, ya que comprendí que no en todo momento debía estar frio, sino tenía que sonreír y demostrar un comportamiento positivo, aunque en el interior todo era lo contrario. Sin embargo, ocurrió lo mismo, no encajaba con ningún grupo para divertirme. La única opción que podía hacer y lo hago actualmente es demostrar mi inteligencia hacia ellos para que me vean como un dios, pero no se siente nada. Tener compañeros que solo están contigo porque eres el único que cumple los trabajos o porque das lastima al estar solo en un salón. Eso no es amistad, es aprovecharse de alguien, utilizar a un pobre ingenuo para desecharlo después. Los que lean ese mensaje entenderán por qué soy anormal, callado, sonriente por momentos, tener un gusto por la soledad y desesperado por buscar una chica hasta atormentarla. Esta maldición que debo cargar por toda la vida, es por la gran inteligencia que tengo. No es un don, es un castigo de un ser divino para vivir en soledad.
