Flashlight | Jason Todd.

FOUR

Me levanté con algo de torpeza y miré contra quien había chocado para ayudarle a levantarse. Era un chico con cabello verde que se aferraba a su mochila.

— ¿Flash? —Preguntó el chico con cabello verde cuando se levantó del suelo, sacudiéndose la ropa.— Tú no eres Flash...

— ¿Qué? No, claro que no lo soy... —Desvíe la mirada del chico a la explosión que se veía detrás de él y por instinto, corrí hacia ella para detener lo que sea que estuviera pasando por si había gente en peligro.

Al detenerme me encontré con un chico frente a una patrulla de policía, lanzando rayos de sus ojos como Superman y Supergirl. ¿Será un kriptoniano también? Iba a averiguarlo, pero primero debía salvar a los policías que estaban en la patrulla antes de que explotara.

Rápidamente bajé a los dos policías que estaban en la patrulla y a los segundos, la segunda patrulla explotó, pues la explosión que había visto antes se debía a la primera que había explotado.

Miré al chico para intentar calmarlo o detenerlo, pero me sorprendió ver como en su mirada no había maldad, sino confusión.

— ¿Están bien? —Les pregunté a los policías que había salvado y al recibir una respuesta positiva, asentí y fui detrás del chico que había huído de ahí.— ¡Hey! ¡Detente!

Me miró por unos segundos al decir eso, y empezó a correr a una super velocidad junto al perro blanco que estaba con él. Sin dudarlo, corrí detrás de él, alcanzandolo en cuestión de minutos y atrapandolo, provocando que ambos cayeramos con fuerza y rapidez contra el pavimento.

— ¿Qué eres? —Preguntó levantándose en modo de defensa. El perro a su lado igual estaba listo para atacarme por los pequeños gruñidos que emitía.

— Soy Valentine. —Levanté las manos despacio.— Una velocista.

— ¿Por qué me sigues?

— ¿Por qué te sigo...? —Repetí la pregunta incrédula, pero preferí responderla.— Estabas dañando a esos policías.

— Ellos... Ellos intentaron hacerme daño.

— ¿Por qué?

— Porque estaba ayudando a alguien que mantenían esposado y que estaba pidiendo ayuda.

Fruncí el ceño levemente al escucharlo. Parecía estar diciendo la verdad y más que ver a alguien que quisiera hacer daño, lo único que podía ver era a un chico confundido y asustado. Y bastante guapo.

— Mira... —Me acerqué lentamente a él unos pasos, pero me detuve cuando su perro me ladró.— No voy a hacerles daño. —Al ver su desconfianza ante mis palabras, decidí quitarme la máscara, mostrándole mi identidad.— Sí, soy una velocista, pero también soy una persona como tú. ¿Cómo te llamas?

— Conner. —Respondió después de un rato en silencio.

— Ese es un lindo nombre. —Mientras hablaba, daba pequeños pasos a él.— Conner, está bien. Te lo juro, no voy a hacerte daño ni a ti ni a...

— Krypto.

— Ni a Krypto. —Me detuve a un metro de él, aún mostrándoles las manos para darle confianza.— ¿Eres de Kriptón?

— Mi padre lo es.

—¿Tu padre? —Esperen...— ¿Tu padre es Superman?

— Y Lex Luthor.

— Y Lex Lu... Wow. —Vaya combinación era esa.— Yo soy Lexya. La hija de Flash y Killer Frost.

— ¿Killer Frost? —El chico bajó la guardia y una sonrisa se formó en sus labios.— Tú eres como yo.